“No nos vamos a mover”: La lucha de una madre por justicia tras fallo que indignó a Durango

“¿Sigue usted en el Palacio de Justicia?”, preguntó el reportero de El Heraldo Noticias. “Sí, aquí seguimos. Esperando que salgan los jueces corruptos que dejaron en libertad al violador”, respondió Fabiola, madre de Dana, una joven de 13 años que denunció haber sido víctima de violación en 2023.

El testimonio de Fabiola ocupó el espacio informativo de este lunes 16 de junio; desde la semana pasada comenzó su protesta afuera del Palacio de Justicia de Durango, con sede en Gómez Palacio, acompañada del colectivo feminista Víboras del Desierto. Fabiola es una madre, con voz firme pero quebrada por la indignación, relató sin rodeos lo que asegura haber presenciado: su hija inconsciente en una camioneta, el presunto agresor con los pantalones abajo y la certeza, desde ese día, de que la justicia debía actuar.

El descontento estuvo presente. Foto: Edith González

El origen del plantón

La agresión, según narró Fabiola, ocurrió en El Ejido Los Ángeles, en Durango. Dana trabajaba en un restaurante llamado Los Tres Carnales, propiedad de Alejandro N., a quien Fabiola señala como el violador. El proceso judicial se extendió por dos años, tiempo en el que el acusado estuvo bajo prisión preventiva.

El caso a indignado a la ciudadanía. Foto: Freepik

Pero todo cambió esta semana. Una serie de jueces, entre ellos Margarito Galavis, Julio Silva y Cecilia Fernández, determinaron la absolución de Alejandro N. La noticia llegó como un golpe: sin argumentos públicos sólidos, según la madre de la víctima, el tribunal dio por concluido el caso, dejando en libertad al imputado.

Desde entonces, la indignación tomó cuerpo en forma de protesta. Fabiola, junto con el colectivo feminista Las Víboras del Desierto de La Laguna, se plantaron frente al Palacio de Justicia de Gómez Palacio, donde instalaron un plantón que lleva ya varios días y que se incendió, literalmente, este lunes al medio día.

Un veredicto que incendió la calle

La mañana de este lunes, desde las 10:00 horas, se cerraron los accesos al edificio judicial. La avenida Morelos, una de las principales en Gómez Palacio, y varias calles aledañas fueron bloqueadas por la manifestación, lo que provocó caos vial e inconformidad entre automovilistas. La entrada y salida de personal judicial, abogados y ciudadanos fue impedida durante más de dos horas.

Dentro del inmueble, se vivió tensión. Algunos abogados confrontaron verbalmente a las manifestantes. Otros, decidieron saltar la reja del edificio. Afuera, el ambiente se cargaba con gritos, consignas y cohetones. La madre de Dana confirmaba desde adentro del edificio, a través de las rejas: “Lo declararon inocente”.

La rabia tomó forma en fuego: piñatas con los nombres de los jueces fueron incendiadas. El humo, el estruendo de los explosivos y las pancartas pintadas a mano con las palabras “Justicia para Dana” fueron la respuesta popular al fallo judicial.

Señalamientos directos al poder judicial

Durante la entrevista, Fabiola fue clara al señalar al juez Margarito Galavis como el responsable de coordinar la resolución que absolvió a Alejandro N. Lo acusó de tener antecedentes de acoso sexual y de mantener una red de impunidad dentro del poder judicial.

Además, hizo público el testimonio de otra mujer, Yamilet, quien ha acusado al mismo juez de acoso. Con ello, la protesta tomó otra dimensión: no se trataba solo del caso de Dana, sino de un reclamo estructural contra un sistema judicial que, según las manifestantes, protege a agresores y castiga a las víctimas.

El daño, más allá de lo legal

“Mi hija estaba bien… hasta que se enteró que su agresor quedó en libertad”, dijo Fabiola. Desde ese momento, Dana dejó de asistir a la escuela, se encierra en casa y teme salir. La madre ha buscado apoyo psicológico para ella, pero reconoce que la noticia de la absolución la hizo recaer.

Este es uno de los rostros menos visibles de la violencia: el del trauma que no desaparece con el tiempo, el que se agrava cuando la justicia falla. Fabiola no solo exige que se revierta la sentencia, sino que se destituya a los jueces responsables y se investigue su actuación.

“No nos vamos a mover”

El plantón sigue activo. Las mujeres colocaron lonas, mantas, consignas y un altar simbólico frente al Palacio de Justicia. La voz de Fabiola es también la de muchas otras madres, hermanas e hijas que han pasado por procesos similares. “Nos vamos a quedar aquí hasta que destituyan a los jueces”, aseguró.

Desde la cabina de radio, el reportero cerró la entrevista con una propuesta: “Siga contando con este espacio, señora Fabiola. Aquí estamos para darle voz a su lucha por justicia”.

Una lucha que, al cierre de esta crónica, continúa. Y que —si no encuentra respuesta en los tribunales— seguirá resonando en las calles.

Cortesía de El Heraldo de México



Dejanos un comentario: