Opinión | No queremos una dama de hierro

Supongo que pasearás tu vista por el pleno de la Cámara de Diputados y verás a tus aliados aplaudir y gritar de júbilo. Tu mirada se encontrará con algunos de tus adversarios y con otros ojos que no creyeron en ti. No importa: unos y otros tendrán de frente a la primera mujer Presidenta de México. Tuvieron que desfilar 11 Tlatoanis, 62 Virreyes, 1 emperador y 65 presidentes para que un par de senos portaran la banda presidencial. Tuvieron que pasar 200 años desde el primer presidente para que esto ocurriera. ¡Vívelo¡ ¡Víbralo! Ya tienes tu lugar en la historia.

Estoy segura de que todas las noches antes de dormir has pensado en cómo quieres ser recordada y sé que la respuesta no es fácil. A partir de que dejes atrás el recinto de San Lázaro ya serás responsable de todo lo que ocurra en el país, de la economía, de la salud, de la educación, de la gobernabilidad, de la protección del medio ambiente, de la seguridad. Y sí, habrá quienes quieran que fracases sólo por ser mujer, los que titubearon frente a su boleta al votar por ti o los que te rechazaron cuestionando tus capacidades.

Sí, seguimos viviendo en un país con un machismo extendido por valles, mares y montañas, pero eso ya lo sabes. Sabes que somos un país machista cuando a las mujeres nos pagan menos por hacer el mismo trabajo que a los hombres, que sólo 2 de cada 10 empresas en México cuentan con mujeres en sus consejos de administración y que se alcanzará la paridad hasta el 2052.

Sabes que el país que dirigirás es uno en que la violencia se ensaña con las niñas y mujeres, que 10 de nosotras son asesinadas todos los días bajo la mirada normalizada de la violencia en el país. Sabes que a las adolescentes las abusan sexualmente ocho veces más que a sus pares hombres. Que hay niñas en las serranías que no saben escribir su nombre y que son vendidas por sus padres para mitigar la pobreza.

Sabes que en la política, en donde tú te mueves, hay violencia política en razón de género, que los hombres siguen acaparando espacios, que las decisiones siguen pasando por un solo hombre o que un club de varones sigue decidiendo posiciones y candidaturas.

Sí, hay quien anhela tu fracaso sólo porque eres mujer, pero nosotras queremos que triunfes, por esto mismo porque eres mujer. Por esa razón seremos vigilantes de tu agenda a favor de nosotras y te presionaremos para que se implemente nuevamente el programa de estancias infantiles, para que nos ayudes a no caminar con miedo al andar solas por la calle cuando salimos a estudiar o trabajar, para que dejen de desaparecernos y de asesinarnos…

¿Quién será tu secretaria de Gobernación? ¿Qué mujer ocupará la Secretaría de Marina? ¿Quién en la Defensa Nacional? Confiamos que no pondrás mujeres en puestos para luego quitarles poder, que en los presupuestos del gobierno veremos inversión para mejorar el transporte público, las escuelas, las clínicas y que no mirarás hacia otra lado cuando una madre buscadora clame que la escuches, que no confrontarás a las feministas ni harás del Palacio Nacional una fortaleza inexpugnable para rechazar nuestras voces y nuestra protesta cuando salgamos a las calles para exigirte que nos protejas, que nos unas, que nos defiendas.

Tu llegada a la Presidencia me ilusiona, porque me ilumina la esperanza de que la forma de hacer política gire y que te quitarás las cadenas y que no te jugarás el rol del hombre en el poder. Ellos ya nos han traicionado, no te sometas. No, no queremos una dama de hierro, queremos a una aliada en Palacio Nacional que no sucumba a la subordinación. Contamos con ello.

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Mariel Ibarra es editora de Política de Expansión. Ha sido responsable de los contenidos de política, nacional y sociedad de CNN México, ADNPolítico, así como en las revistas Quién y Expansión. Host del podcast semanal Política y Otros Datos. Síguela en X ( @MarielIbarraf ) y/o en LinkedIn .

Este texto forma parte del libro “Presidenta: Más de 100 mujeres te escriben” de editorial Océano, publicado en abril del 2024.