
El oro bajó el miércoles, debido al fortalecimiento del dólar y a una toma de utilidades de los inversionistas, después de que los precios tocaron máximos de más de dos semanas en la jornada previa.
El oro al contado cedió 0.1%, a 3,388.15 dólares la onza, y los futuros del oro en Estados Unidos para entrega en diciembre subieron 0.2%, a 3,438.30 dólares.
El índice dólar, que compara al billete verde con una canasta de seis destacadas monedas, ganó 0.2%, encareciendo el lingote -tasado en el billete verde- para los tenedores de otras divisas.
El rendimiento de los bonos del Tesoro de 10 años sumó 0.4%, lo que también pesó sobre el oro.
El lingote alcanzó el martes su nivel más alto desde el 11 de agosto, después de que el intento del presidente Donald Trump de despedir a la gobernadora de la Fed Lisa Cook socavó la confianza en la independencia del banco central y, de forma más amplia, en los activos estadounidenses, impulsando la demanda de refugio.
“Los actores del mercado esperarán la decisión de los tribunales estadounidenses respecto a si Trump puede despedir a Cook o no, antes de que el oro reaccione con más fuerza”, señaló Giovanni Staunovo, analista de UBS.
En otros metales preciosos, la plata al contado subió 0.3%, a 38.47 dólares la onza; el platino perdió 0.3%, a 1,344.20 dólares; y el paladio bajó 0.6%, a 1,087.10 dólares.
Se acaba racha ganadora
El cobre cayó, tras cuatro sesiones al alza, arrastrado por la fortaleza del dólar, el aumento de los inventarios y la preocupación por la demanda en China, principal consumidor mundial de metales.
El contrato de referencia a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) bajó 0.8%, a 9,757 dólares la tonelada, tras tocar el martes un máximo de dos semanas de 9,862 dólares.
El cobre en la LME acumula un alza del 11% este año, recuperándose de un mínimo de más de 16 meses de 8,105 dólares a principios de abril de este año.
“La demanda china está mostrando signos de desaceleración, con vientos en contra para la economía, incluidos los aranceles y el debilitado sector inmobiliario”, dijo Ewa Manthey, estratega de Materias Primas de ING.
Cortesía de El Economista
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