Qué agradable sorpresa es Un dolor real, la película en la que Kieran Culkin demuestra que es mucho más que Roman Roy, uno de los protagonistas de la atrapante serie Succession, y que seguramente le dará una nominación al Oscar, sino la estatuilla.
Su personaje en el filme que dirigió el también coprotagonista Jesse Eisenberg (Red social) se llama Benji Kaplan, y está, literalmente, en tránsito.
Lo descubrimos en un aeropuerto en Nueva York, con la mirada entre perdida y desesperanzada, casi se diría que a la deriva si no estuviera sentado y sin riesgo a desmoronarse. Está esperando a su primo David, adicto al trabajo, y juntos emprenderán una gira por Polonia.
¿Por qué? Quieren conocer allí donde vivió su abuela en común, específicamente el campo de concentración de Majdanek del que sobrevivió, más la casa y el barrio.
Jesse Eisenberg, y un guion muy personal
Eisenberg, que también escribió el guion inspirado por un viaje a Polonia, junto a su esposa, va desarrollando más que a la historia, a los personajes. Benji es un tipo que siempre tiene una salida ingeniosa ante las angustias y ansiedades de David. Pero Benji también puede resultar un imbécil. Así de multifacético es: un tipo más sociable que su primo, pero sin filtros, compulsivo, puede lanzar comentarios insensibles. Es una caja de sorpresas.
Y la actriz de “Dirty Dancing”
El tour que realizan en Polonia los une a otros visitantes, entre ellos Marcia, el personaje que compone Jennifer Grey -sí, la actriz que bailaba y bailaba con Patrick Swayze en Dirty Dancing– y con el que Benji coquetea.
Ese tour tiene como guía al británico James (Will Sharpe) e incluye a esa madre recién divorciada (Jennifer Grey), a una pareja mayor (Daniel Oreskes y Liza Sadovy) y hasta a un sobreviviente del genocidio de Ruanda (Kurt Egyiawan) que se convirtió al judaísmo.
Y Benji, por ejemplo, puede reprenderlos por viajar cómodamente sentados en un tren, en Primera clase, cuando sus antepasados viajaban en otros trenes hacinados rumbo a los campos de concentración.
Benji y David, cada uno encara el dolor de una manera distinta, personal y diferente.
Kieran Culkin, excepcional
Un dolor real es comedia, es drama, y es una gran película llena de emociones genuinas. Eisenberg se reservó para sí un personaje que quizá ya le hemos visto y por lo que nos sorprende poco. Culkin, uno de los seis hermanos de Macaulay, el “nene” de Mi pobre angelito, puede resultar tan sarcástico como el personaje que le conocimos en Succession, pero le agrega desde las miradas una sensación de vulnerabilidad que impresiona y conmueve.
Segunda realización como director de Eisenberg tras When You Finish Saving the World, la comedia dramática con Julianne Moore y Finn Wolfhard (Stranger Things), no estrenada en la Argentina, la película trata sobre el dolor, sí, pero también el recuerdo y el arrepentimiento.
Benji está aceptando que tiene una vida entre vacía y sin ambiciones, pero que está atravesando el proceso de aceptar que está vivo mientras aquellas personas a las que quería ya no lo están.
Un dolor real no es una película más sobre el Holocausto sino una acerca de relaciones, de dos primos que iremos descubriendo por qué no estuvieron juntos en los últimos tiempos, y que tiene un final, que, madre de Dios, aún nos eriza la piel.
“Un dolor real”
Comedia dramática. Estados Unidos, 2024. Título original: “A Real Pain”. 90’, SAM 13. De: Jesse Eisenberg. Con: Jesse Eisenberg, Kieran Culkin, Jennifer Grey, Daniel Oreskes. Salas: Hoyts Abasto, Cinemark Palermo y Pto. Madero, Cinépolis Recoleta, Avellaneda y Pilar, Showcase Belgrano.
Cortesía de Clarín
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