
El regreso de Cirque du Soleil a Guadalajara no será un espectáculo más. La compañía canadiense, ícono mundial del circo contemporáneo, celebrará dos décadas de presentaciones en la ciudad con “OVO”, un montaje vibrante y colorido que se presentará del 5 al 9 de noviembre en la Arena VFG.
Dentro de ese mosaico de artistas internacionales se encuentra Ernesto M. Lea Place, originario de Buenos Aires, quien encontró en la danza y en el circo un lenguaje propio. “Cuando mi familia se mudó a Estados Unidos, al no saber hablar inglés, encontré mi forma de expresarme a través de la danza. Con suerte pude ser un bailarín profesional por casi diez años. Pero mi compañera y yo queríamos algo más, queríamos elevar nuestra danza y así fue como encontramos las cintas aéreas y creamos un dúo donde podíamos usar nuestra estética del baile, pero llevarlo a la acrobacia. Con mucho trabajo lo logramos y eventualmente nos contrató el Cirque du Soleil”, relató en entrevista con EL INFORMADOR.
De la danza clásica a las alturas
Su tránsito hacia las disciplinas aéreas fue casi una revelación. Durante una visita a Buenos Aires, Lea Place tomó una clase con Federico Alegre que marcaría su futuro. “Solamente te pones las cintas en las manos y el resto de tu cuerpo está libre. Estaba dando piruetas, cabeza para abajo y me di cuenta de que realmente se sentía con la misma libertad que bailar. Volví a la compañía de ballet y le dije a mi mejor amiga: ‘Encontré lo que podemos hacer ahora, podemos hacer esto y trabajar juntos’”.
Desde entonces, su carrera quedó unida a las cintas aéreas y a la posibilidad de compartir el escenario con su compañera de vida y de arte. “Hace casi 17 años que bailamos juntos, sobre la tierra o en el aire”, afirmó.
El camino al Cirque du Soleil
La carrera internacional de Lea Place estuvo marcada por festivales, audiciones y la constancia de mostrar su trabajo en distintos escenarios. “Aprendí a hacer muchas audiciones, incluso a través de videos. También participamos en festivales internacionales y en uno que hicimos en Italia, ganamos la medalla de plata. Ahí nos vio alguien de la audición del Cirque du Soleil y pudieron ver nuestro potencial. Después de eso tuvimos charlas de diferentes posibilidades hasta que salió bien la oportunidad de ‘OVO’”.
El artista destaca que más allá de los proyectos, lo que realmente ha marcado su trayectoria es con quién comparte el escenario. “Nos gusta mucho estar en el escenario con música en vivo. Aquí en ‘OVO’ tenemos seis músicos que te siguen y te inspiran a desarrollar tu personaje”, sumó.
Los retos de las giras
Ernesto M. Lea Place describe las giras como intensas: 12 semanas consecutivas de funciones con apenas dos o tres de descanso. “Durante esos días trato de no hacer nada cuatro o cinco días para que el cuerpo lo extrañe un poco. Luego vuelvo a moverme, estirar y nadar. Además, como profesor de pilates, no solo mantengo mi forma física, sino que también ayudo a mis compañeros a prevenir lesiones y mejorar su rendimiento”, explica.
De hecho, antes de cada función, su rutina es meticulosa: “Dos horas antes hago un calentamiento completo, me maquillo y repaso con mi compañera los detalles del acto. Revisamos vestuario y agarres, nos chocamos las manos y nos decimos que nos vamos a divertir”.
Cabe señalar que la gira presenta desafíos adicionales según la región: desde la humedad en ciertos países hasta la altura de la Ciudad de México, que exige preparación cardiovascular extra. “Como atleta, la altura afecta porque hay menos aire. Debemos entrenar más para rendir al mismo nivel que siempre”, comenta Lea Place.
A pesar de las exigencias, el entusiasmo del artista prevalece. La posibilidad de compartir su arte con públicos diversos lo motiva a seguir adelante. “‘OVO’ tiene una estética definida, pero en México haremos todo lo posible para que el público se sienta bienvenido. Los anuncios, por ejemplo, estarán también en español”, concluye, subrayando su compromiso con la experiencia local.
Expectativas en Guadalajara
El estreno de “OVO” en Guadalajara marca un momento simbólico: 20 años desde la primera visita del Cirque du Soleil a la ciudad. Para el artista argentino Ernesto M. Lea Place, ser parte de esta función especial es un honor. “Estoy súper emocionado de traer el show a México y con muchas ganas de ver Guadalajara. Creo que va a ser una fiesta. ‘OVO’ siempre es una fiesta, pero esta vez será una superfiesta”, compartió.
Aunque será su primera visita a la ciudad, Lea Place tiene grandes expectativas culturales. “Estoy muy emocionado de estar ahí para el Día de los Muertos y poder ver en vivo la maravilla que es ese festejo. También quiero probar la comida y descubrir todo lo lindo que hay para hacer”, comentó, anticipando su entusiasmo por sumergirse en la riqueza de la tradición mexicana.
Un ritual aéreo en forma de danza
En “OVO”, Lea Place interpreta a una polilla nocturna que, junto a su pareja, da vida a un acto de cintas aéreas cargado de romanticismo. “Mi acto está basado en un ritual romántico de cómo las polillas en la noche se juntan. Descubrí que la polilla femenina deja un olor y la masculina lo sigue para encontrarla. Compré un perfume a mi compañera para usarlo como metáfora de esa búsqueda. Nuestro dúo es más lento, apasionado, con una conexión distinta que mezcla acrobacia y teatro. Es un respiro en medio de la energía del show, que tiene contorsión, acrobacia en muros, con los pies, en el aire… “OVO” tiene de todo”.
Cabe señalar que para Lea Place, las cintas aéreas ofrecen una libertad única. “Usualmente solo tienes una muñeca o un pie agarrado, el resto del cuerpo está libre. Hay secuencias donde uno de nosotros sostiene al otro completamente. Lo increíble es que mi compañera me sostiene tanto como yo a ella. Eso hace nuestro dúo más especial, demuestra que una mujer puede sostener a un hombre con la misma fuerza y confianza”.
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Los boletos para “OVO” están disponibles en Ticketmaster, con precios que van de mil 708 a 5 mil pesos.
Cortesía de El Informador
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