
Dejar de pagar la luz, el cable, el teléfono o la tarjeta de crédito por olvido es muy común en estos días. Con el ajetreo del trabajo, la escuela, los hijos, la comida y las labores domésticas es fácil pasar por alto las fechas límite de pago, lo cual puede generar una fuga de dinero en intereses, comisiones por pago tardío, costos de reconexión o cortes de servicio, en el caso de la electricidad, el gas o el celular.
Opciones para evitar estos contratiempos hay muchas. Una muy común y fácil de hacer es poner un recordatorio en el móvil para que nos avise, con anticipación, que está por vencer un pago.
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Sin embargo, si eres de los que prefiere no estar al pendiente de esas diligencias, lo ideal es que recurras a la domiciliación de pagos. ¿En qué consiste? Con este esquema autorizas a tu banco o cualquier otra institución financiera donde tienes una tarjeta de crédito o débito o una cuenta de ahorro o nómina a que proceda de forma automática al pago de tus gastos cuando sea la fecha de vencimiento.
Datos del Banco de México (Banxico) dan cuenta que el número de pagos domiciliados es de 50.87 millones al cierre del primer trimestre del año, lo que representó un aumento de 57% frente a lo observado previo a que estallara la pandemia de Covid-19, es decir, marzo de 2020.
El saldo que está involucrado en estas operaciones es de 231,251 millones de pesos, 60% más que hace cinco años.
“Recuerda que es de suma importancia que siempre cuentes con los fondos suficientes o línea de crédito disponible para que la instrucción de cobro se realice en tiempo y forma, así evitas la falta de pago o cargos adicionales del servicio”, destacó Juan Luis Ordaz, director de Educación Financiera de Banamex.
¿Cómo se realiza?
Para que se pueda domiciliar un pago debes autorizar la operación firmando un documento en formato físico (en sucursal) o electrónico (en banca en línea), en el cual manifiestas que deseas hacer el cargo recurrente de un cobro. De esta manera, cada mes o cada periodo de facturación dicho cobró será cargado a la cuenta o tarjeta que indicaste, de acuerdo con Kardmatch.
Los datos que debes tener a la mano son:
- Nombre del proveedor del bien, servicio o crédito que pretendes pagar.
- Bien, servicio o crédito (por ejemplo, el número de teléfono que deseas pagar, número de contrato de televisión por cable o número de crédito).
- Periodicidad. Si deseas que el cargo se realice de forma semanal, quincenal, mensual, semestral, anual o el día específico en el que prefieras se realice el pago.
- Número de cuenta, CLABE o número de tarjeta en la que se realizarán los cargos.
- Monto máximo fijo del cargo autorizado por periodo.
- Vencimiento de la domiciliación (si es por un plazo indeterminado o si tiene fecha de vencimiento).
Las ventajas de la domiciliar
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) y Ordaz enumeran algunos beneficios de hacerlo.
- Evitas ir al banco o a las empresas a pagar.
- Siempre pagarás en tiempo tus servicios.
- Puedes cancelar en cualquier momento.
- La mayoría de los bancos no te cobran comisiones por el servicio.
- Algunas empresas te hacen un descuento por pagar de esta forma.
- Algunos comercios brindan beneficios adicionales por domiciliar los pagos.
- Si utilizas tu tarjeta de crédito para domiciliar, podrás generar mayores beneficios como generación de puntos (cashback) y, en algunos casos, la exención del pago de la anualidad.
- Además de los servicios, puedes domiciliar cierto monto a tu caja de ahorro en tu app o programar aportaciones voluntarias a tu afore, de esta manera no habrá excusas para no ahorrar para ti y para tu retiro.
Ojo con estos temas
Si bien domiciliar un pago es una forma de olvidarte de las fechas de vencimiento, del pago de intereses por pago tardio y posibles cortes de servicio, debes tener cuidado con la forma en que opera.
Alicia tenía domiciliado su cable y en dos ocasiones ya le cobraron doble mensualidad. La primera vez tardó meses en aclararse el cobro, “pero porque me di cuenta, si no reviso mi estado de cuenta, así se queda y nadie se entera”. La segunda vez fue más rápido y en menos de 15 días tenía el reembolso.
Al respecto, la Condusef señala que si no reconoces o no estás de acuerdo con algún cargo, tienes 90 días, a partir de la fecha en que se realizó, para objetarlo y solicitar su reembolso.
Considera que si realizas la objeción antes del día 60 la cantidad reclamada se te abonará a tu cuenta 24 horas después de que el banco tuvo conocimiento, pero si la reclamación la haces a partir del día 61, la institución contará con 20 días para resolver tu reclamación. trascurridos los 90 días, ésta ya no recibirá reclamaciones.
Además de revisar de forma regular los movimientos de tu cuenta y tener saldo suficiente (dos veces el monto a liquidar) para que procedan los pagos, la Condusef recomienda contratar este servicio directamente con la empresa prestadora del servicio y no con personas que se te acerquen en centros comerciales o tiendas de autoservicio, pues así tendrás la garantía de que tanto tus datos personales como financieros estarán protegidos y que no serán utilizados con otro fin que no sea la contratación y prestación del servicio.
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Cortesía de El Economista
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