“Pagué millones de dólares por rellenos en la cara a un médico que me engañó y ahora parezco una gárgola”

Un ex tatuador que se hacía pasar por médico en su clínica estética dejó a una mujer “con aspecto de gárgola” tras hacerle una intervención con rellenos faciales defectuosos, según ha revelado una investigación de la BBC. Un destacado médico advierte de que puede haber más “muertes y desfiguraciones” a medida que los planes para regular la industria sigan retrasándose.

Andrea se cubre la cara cuando sale de casa. Dos años después de haberse sometido a un procedimiento estético, le preocupa que la gente se ría de ella.

“Veo una gárgola… algo horrible, repugnante”, le dice a la BBC.

“Vivo una pesadilla todos los días.”

La mujer de 60 años en principio visitó la clínica de cosmética Reshape U en Hull (Inglaterra, Reino Unido) en diciembre de 2021 para ponerse rellenos mamarios.

Asegura que ella hizo “todo lo correcto” para verificar la reputación de la clínica y se sintió aún más tranquila al leer en su sitio web que había “ganado el premio a la Mejor Clínica de Estética en Yorkshire en 2022 en los England Business Awards”.

Quien la vio en la clínica fue Sean Scott.

En las publicaciones en las redes sociales de “Reshape U y Faces by Sean” en ese momento se referían a él como Dr. Sean Scott, director clínico. Los videos publicados por las mismas cuentas en enero y abril de 2023 muestran una placa en su puerta en la clínica que dice Dr. Sean Scott, Phd (doctorado), director clínico.

Sin embargo, la BBC ha descubierto que Scott no tiene formación médica. Según ha contado, “ingenua y lamentablemente” compró por internet un doctorado honoris causa en asesoría de empresas y exhibió el certificado en su clínica.

Afirma que no se presentó como médico y que, a los clientes que le preguntaban, les informaba que no estaba cualificado para ejercer la medicina. Afirma que dejó de utilizar el título falso por recomendación del Ayuntamiento de Hull (HCC) en 2024, ya que la autoridad le dijo que era “engañoso”.

Andrea afirma que Scott le dio antibióticos para tomar después de su primer procedimiento de relleno de senos en diciembre de 2021. Y que se los dio de nuevo cuando regresó al mes siguiente para un segundo procedimiento de relleno de senos.

“Confié en todo lo que me dijo… porque él sabía de lo que hablaba, era el médico”, admite Andrea.

El Consejo Médico General, que regula a los médicos en Reino Unido, dice que sólo los “profesionales médicos” pueden recetar antibióticos y Bótox y que sólo deberían hacerlo si tienen un “conocimiento adecuado” del paciente.

El señor Scott le dijo a la BBC que no recetó los antibióticos ni el Botox, y que en su lugar utilizó un “prescriptor registrado en una farmacia autorizada” para obtener el medicamento en línea.

Dos meses después de recibir rellenos mamarios, Andrea dice que Scott la animó a ponerse rellenos faciales.

Los rellenos dérmicos son inyecciones de ácido hialurónico, que se utilizan para rellenar arrugas y agregar volumen al tejido.

Andrea afirma que el Scott le dijo que pensaba que sus mejillas estaban “desparejas” y que podía ayudar a “armonizar” su rostro.

Se aplicó relleno en mejillas, mentón y mandíbula, pero cuenta que se le empezó a hinchar la cara y le aparecieron manchas oscuras. A partir de ahí, dice, un procedimiento supuestamente “sencillo” se convirtió en un catálogo de tratamientos mal hechos.

Andrea afirma que Scott le dijo que las hinchazones estaban causadas por una picadura de insecto y asegura que la animaron a someterse a más tratamientos.

Scott niega rotundamente las acusaciones y añade: “Nunca realizamos ningún tratamiento mientras el cliente muestra signos de hinchazón, hematomas o cualquier otro efecto secundario”.

Según Scott, las únicas quejas que Andrea presentó inicialmente fueron que “no estaba muy contenta” con los tratamientos y que esa era la razón por la que tenía “tantas” citas de seguimiento.

A su vez, Scott afirmó que Andrea había visitado otras clínicas para recibir tratamiento durante este período, incluida una que le dañó la piel, y que su clínica trató este daño. Andrea dice que solo se había sometido a un tratamiento de relleno dérmico en otro lugar, con el que estaba satisfecha, tres años antes de visitar al señor Scott.

Scott fue tatuador durante 33 años antes de abrir Reshape U en 2019. También dirige una empresa de formación en estética, la Yorkshire Aesthetics Training Academy.

En el transcurso de 10 meses, Andrea tuvo más de 30 citas con Scott, entre ellas, para rellenos, bótox e hilos. Él afirmó que solo realizó procedimientos en algunas de estas citas.

Andrea vendió joyas y pidió dinero prestado para pagar los tratamientos, que ascendieron a miles de libras, pero dice que la reacción empeoró.

En octubre de 2022, Andrea cuenta que fue al hospital y apenas podía abrir los ojos. En cartas de cirujanos plásticos a las que tuvo acceso la BBC, le dijeron que sus reacciones fueron causadas por los procedimientos cosméticos.

Un experto en cosmética que examinó a Andrea dijo que sus cicatrices probablemente fueron causadas por una infección, que puede ocurrir por procedimientos cosméticos pero es poco común en un ambiente limpio con buenas técnicas.

La BBC tiene conocimiento de al menos otras tres quejas sobre el señor Scott y el uso de una calificación falsa.

Dos de ellas se dirigieron al servicio de profesionales registrados Save Face, el registro para profesionales médicos que brindan tratamientos cosméticos no quirúrgicos en Reino Unido.

Ashton Collins, director de Save Face, dijo que las personas que denunciaron las “malas prácticas” del señor Scott lo habían elegido porque creían que era médico.

Los funcionarios de salud y seguridad de HCC visitaron las instalaciones de Scott en 2024 después de que surgieran preocupaciones sobre sus credenciales.

El consejo dijo que había encontrado una serie de problemas que requerían mejoras, pero no se tomó ninguna medida formal porque la empresa fue receptiva a sus solicitudes.

Scott dijo a la BBC que la clínica había seguido el consejo y “revisado totalmente todos nuestros procedimientos” desde entonces.

Agregó: “Si bien es posible que hayamos cometido errores al principio, siempre hemos puesto el 100 r% de nuestra capacidad al servicio de nuestros clientes. Hemos aprendido lecciones valiosas y hemos progresado con la capacitación y el desarrollo continuos”.

Desde hace años se han hecho advertencias sobre la industria de la estética.

En 2013, una revisión de la regulación de los cosméticos concluyó que los rellenos dérmicos eran “una crisis a punto de estallar” porque cualquiera puede ejercer su profesión, “sin necesidad de conocimientos, formación o experiencia previa”.

En 2022, la Ley de Salud y Atención otorgó al gobierno poderes para introducir licencias para procedimientos cosméticos no quirúrgicos en Inglaterra. Esta ley aún no se ha promulgado.

La primera muerte por un procedimiento cosmético se registró en el Reino Unido en 2024.

El doctor Paul Charlson, médico estético en East Yorkshire y miembro del Consejo Conjunto de Profesionales de la Cosmética (JCCP), advierte que habrá “más muertes y más desfiguraciones” a menos que el gobierno “siga adelante” con la promulgación de la legislación que él mismo ayudó a redactar junto con otros en la industria.

“Si el gobierno dijera ‘queremos esto en seis meses’, se podría hacer”, dijo.

La JCCP afirmó que había tenido que hacer frente a una “explosión de quejas” de los ayuntamientos sobre malas prácticas en el sector. En 2023, tenía conocimiento de quejas de dos autoridades locales, frente a las 65 que había recibido a finales de 2024.

Un portavoz del Departamento de Salud y Asistencia Social no hizo comentarios sobre las críticas del doctor Charlson, pero dijo que era “inaceptable” que las vidas de las personas estuvieran en riesgo por “operadores inadecuadamente capacitados en el sector cosmético” y que estaba “explorando urgentemente opciones para una mayor regulación”.

Instan a cualquier persona que esté considerando procedimientos cosméticos a buscar un médico con buena reputación, asegurado y calificado.

Andrea dice que ha quedado marcada tanto mental como físicamente, que sufre regularmente dolores en la cara y asegura que le han diagnosticado trastorno de estrés postraumático.

“Nunca lo volvería a hacer y nunca le recomendaría a nadie que lo hiciera”, afirma.

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