León XIV prometió este domingo trabajar por la unidad para que la Iglesia católica se convierta en un signo de paz en el mundo, durante una misa inaugural en el Vaticano ante unos 150 mil peregrinos, presidentes, patriarcas y príncipes.
«En nuestro tiempo, vemos aún demasiada discordia, demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, los prejuicios, el miedo a lo diferente, por un paradigma económico que explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres», criticó el primer papa estadounidense de la historia.
León XIV recibió los emblemas papales: el palio, una prenda que pende de los hombros y luce sobre la casulla, y el anillo del pescador, que se forja de manera especial para cada pontífice y debe ser destruido tras su muerte.
El papa recalcó su «gratitud», insistió en la «unidad» de la Iglesia y abogó por la «caridad», en lugar de «atrapar a los demás con el sometimiento, con la propaganda religiosa o con los medios del poder».
Antes de la misa, el líder de 1.400 millones de católicos realizó su primer recorrido por la plaza de San Pedro en el papamóvil, sonriendo y saludando a la multitud reunida para la misa de inicio de su pontificado, diez días después de su elección.
Cortesía de Unomásuno.
Dejanos un comentario: