
Intel declaró el lunes que la participación del 9.9 % del Gobierno estadounidense en el fabricante de chips podría suponer un riesgo para su negocio, desde perjudicar potencialmente las ventas internacionales hasta limitar su capacidad para obtener futuras subvenciones gubernamentales.
La empresa expuso los nuevos factores de riesgo en un documento presentado ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC por sus siglas en inglés) después de que el Gobierno decidiera convertir 11,000 millones de dólares en subvenciones gubernamentales en una participación accionarial en Intel, la última intervención extraordinaria del presidente Donald Trump en el mundo empresarial estadounidense.
Trump dijo que seguirá llevando a cabo operaciones como la adquisición de un interés en la compañía fabricante de chips, ya que esto ayudará a crear empleos en el país.
El viernes la Casa Blanca confirmó que compró un interés de 10% en Intel en una operación valuada en 8,900 millones de dólares. “Haré tratos como ese por nuestro país todo el día. También ayudaré a las empresas que hacen tratos tan lucrativos con Estados Unidos. Me encanta ver cómo sube el precio de sus acciones, haciendo que Estados Unidos sea cada vez más rico”, escribió Trump en su red social.
Las acciones de Intel cayeron 1.01% al cierre de operaciones en Nasdaq, a24.55 dólares por unidad el lunes.
Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, dijo en entrevista con la cadena de televisión estadounidense CNBC que la adquisición del interés en Intel está alineada con un plan para crear un fondo soberano de inversión en Estados Unidos.
El director ejecutivo de Intel, Lip-Bu Tan, dijo en un vídeo publicado el lunes por el Departamento de Comercio que la empresa no necesitaba el financiamiento del gobierno. “No necesitamos la subvención. Realmente espero que el Gobierno de Estados Unidos se convierta en mi accionista”.
Ahora, Estados Unidos, bajo la presidencia de Trump, se une a China en la promoción de los “campeones nacionales”, empresas multinacionales de sectores estratégicos que promueven los intereses nacionales de su Gobierno.
La Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC) es considerada la campeona china en la fabricación de chips avanzados. Este tipo de acuerdo también es habitual en toda Europa, escribieron analistas de Quartz.
De hecho, explicaron, en China y los países europeos, los mercados libres se entremezclan con el Estado para producir diferentes variantes del capitalismo gestionado por el Estado. La intervención gubernamental en el sector privado es más frecuente en esos entornos.
Algunos analistas consideran que la participación de Intel es una gran apuesta arriesgada para Estados Unidos. (Con información de agencias)
Cortesía de El Economista
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