Unir a la cultura rock con la energía de las raves y las fiestas electrónicas fue un furor que explotó a fines de los años ’90. En la Argentina quedan pocos exponentes que lo siguen llevando a cabo de manera masiva, a tal punto que Peces Raros sobresale nítidamente en la escena local.
Es un dúo formado en La Plata por Lucio Consolo y Marco Viera, quienes hace más de diez años armaron un grupo de rock, pero luego tuvieron una epifanía y decidieron pegar un volantazo para unir a dos de sus grandes influencias: Charly García y Daft Punk.
El resultado es una música impactante y sofisticada, con energía desbordante y un sinfín de sutilezas que los convierten en verdaderos gourmets del sonido. Hace tres años atrás iniciaron un rápido ascenso que tuvo como hito un remix junto a Trueno, varios singles, shows multitudinarios en Obras y Luna Park, giras internacionales y un nuevo álbum lanzado en julio, Artificial.
Ahora, para cerrar un gran año, volverán a tocar en Obras, pero esta vez al aire libre, y siempre en su acostumbrado horario de medianoche. O sea un espacio donde alguna vez tocaron Soda Stereo y Los Redonditos de Ricota, pero a la hora de una fiesta electrónica que un recital. Será este sábado 21.
Un trabajo minucioso
El encuentro de Clarín con Lucio y Marco fue en la oficina de su productora, apenas unos días después de haber tocado en La Plata para la fiesta aniversario de la ciudad, ante más de 100 mil personas en Plaza Moreno, donde también estuvieron Guasones, Estelares, Los Totora y la ascendente Carmen Sánchez Viamonte.
Faltaban pocos días para su gran show del 21, y por eso arrancaron la charla contando cómo iban los preparativos.
“Todavía estamos terminando el show -dijo Marco- y planificando todo lo que tiene que ver con la puesta, ajustando detalles. Todo viene todo muy bien, muy avanzado, y estamos muy contentos.
Lucio agrega que, “Este año fue súper, de bastante ensoñación. Cuando estábamos planificando la presentación de Artificial, que es nuestro último disco, teníamos ganas de que sea un lugar al aire libre y ahí es donde surge la idea de de hacerlo en Obras, pero en la parte de afuera, porque que ya habíamos estado en la parte de adentro”.
-¿Es cierto que armaron el nuevo disco en apenas dos semanas?
Lucio: -Fue un ataque que nos agarró en dos semanas donde no teníamos giras, así que dijimos de aprovecharlo y nos encerramos en el estudio. Ahí hicimos toda la composición del disco, y luego lo laburamos casi dos años.
Hay una parte muy importante de nuestra música que no solo pasa por la estrofa, el estribillo y la letra, sino que también hay un trabajo muy fino en la selección de timbres y los paisajes sonoros. Es una parte que sentimos que es muy propia e identitaria.
-¿Ya les había pasado esto de componer rápido y darle un tuneo lento?
Marco: -Al anterior le hicimos las maquetas iniciales durante la pandemia. Justo vivíamos juntos, así que estábamos encerrados. Después, a medida que pudimos salir al estudio, a producir y grabar todo de vuelta. Fue menos ordenado, Esta vez tuvimos la determinación de encerrarnos dos semanas para maquetar diez canciones.
Una epifanía
Peces Raros tuvo una primera encarnación rockera, pero hubo un evento en especial que los hizo virar hacia la música electrónica. Según cuenta Marco, “Trabajamos un verano en Mar del Plata y teníamos un grupo de amigos que nos termina llevando a una fiesta electrónica. Y ahí descubrimos todo. Fue una revelación”.
“Habíamos tenido un primer disco en 2014, No gracias, que era un álbum de canciones de rock bastante experimentales y raras a su manera, pero estaba muchísimo más ligado a la tradición de la canción de rock nacional y bandas anglo que nos gustaban mucho”.
Lucio dice que, “En esa época nos dijeron mucho que el disco era bastante Spinetta, a pesar que no era nuestra máxima influencia. Salvando las distancias, tenía algo Invisible y de La Máquina. Fue un contenido bastante germinal de la banda”.
Y Marco agrega: “El impacto de aquella fiesta muy fuerte en nosotros. Vimos algo totalmente novedoso y que todo lo que sucede en una fiesta electrónica no tiene nada que ver con la ceremonia del rock. La música nunca se detiene, hay una energía gigante que se mueve, la gente se comporta de otra manera y no están mirando al escenario”.
-Ahora no son un grupo electrónico, no son un DJ y tampoco son una banda convencional.
Marco: -Sí. Es electrónico, tecno y rock.
Lucio: -Nosotros en joda le decimos “tecno nacional”.
-Manejan horarios más de fiesta electrónica que de rock. ¿Y qué les parece el estilo Cattaneo de tocar de día?
Marco: -Eso depende mucho del estilo musical. Cattaneo hace un sonido más orgánico, más volador, bastante más luminoso en BPM, más lento que lo que tocamos nosotros, que está más cerca del techno progressive house. A él le queda bien el horario y hace sets muy largos de seis horas donde le da la posibilidad de hacer el pase de la tarde a la noche.
Lo que sigue
Según Marco, la actividad de 2025 está bastante armada para Peces Raros: “Es también un año probablemente tan movido como 2024. Justo se acaba de anunciar un show en mayo en el Lunario, que es un lugar muy mítico de Ciudad de México. Y antes vamos a ir de vuelta a Uruguay, probablemente antes de pasar por Chile. En temporada vamos de vuelta a España y a Europa”.
Lucio apunta que también van a tener un lanzamiento de remixes de Artificial, algo que siempre hacen entre disco y disco. “Lo que hacemos -explica- es una reinterpretación de los temas con productores de música electrónica”.
Además, su agenda 2025 incluye una actuación en el festival Cosquín Rock en el mes de febrero.
Cortesía de Clarín
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