Ahora que por primera vez en los últimos 30 años el Plan Estatal de Desarrollo y Gobernanza 2024-2030 (PED) se hizo fuera de la Secretaría de Planeación, y se encargó a una consultora externa que cobró por ese trabajo 6.8 millones de pesos, el Gobierno de Pablo Lemus está obligado a cambiar la historia y que, por primera vez también, de este documento no se hable sólo en su presentación y luego quede archivado sin beneficio alguno.
En teoría y de entrada, el PED debería contener el desarrollo de gran parte de los planteamientos hechos por el Gobernador en su fase de candidato, cuando en campaña planteó sus propuestas para buscar la solución a los grandes problemas de Jalisco.
Una buena señal es que esto asoma en el PED presentado por Lemus Navarro el pasado 4 de junio, en el apartado donde destaca los tres temas prioritarios para su Gobierno: la búsqueda de personas desaparecidas, el combate a la violencia contra las mujeres y el saneamiento del Río Santiago. Este último tema, incluso, va de la mano con la primera preocupación de los jaliscienses, que según las consultas hechas a la población para la elaboración del PED, es la protección del medio ambiente.
Una ruta que podría darle vida y utilidad al PED es la de los debates entre expertos en los cinco ejes prioritarios que se plantean: medio ambiente, economía, seguridad, desarrollo social y territorio y Gobierno, como el que se dio por los cuestionamientos que hizo el Comité Universitario de Análisis en Materia de Desaparición de Personas de la Universidad de Guadalajara, al considerar “inaceptable” el planteamiento gubernamental sobre el tema, al no colocar “como objetivo central la erradicación de las desapariciones” ni “medidas efectivas para desmantelar las redes criminales y garantizar justicia”.
Otro momento para volver a este plan de gobernanza es cada uno de los seis informes de Gobierno anuales que haga el Gobernador, para analizar qué tanto cumplió con los indicadores y si ello significó una mejora en la calidad de vida de los jaliscienses. Aunque desde ya, los especialistas podrían evaluar qué tan ambiciosos o, de plano, acomodaticios y de poca exigencia fueron los parámetros que se fijaron, y de ser necesario, elevarlos.
Por lo pronto, el PED se analiza ahora en el Congreso del Estado, en donde esperemos que los diputados hagan de verdad la tarea de leerlo con una visión crítica y puedan así hacer aportaciones que lo enriquezcan. Una gran oportunidad para que, desde ahí, este documento deje de ser solo un trámite y se convierta realmente en la ruta para tener un mejor Jalisco.
Cortesía de El Informador
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