Pemex orilla a quiebras en Veracruz y Tabasco

Alrededor de 1,200 contratistas y proveedores de las refinerías y complejos petroleros y petroquímicos de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el sur de Veracruz y de Tabasco se encuentran al borde de la insolvencia ante la falta de pago de la empresa; mientras otras 183 se encuentran con embargos y en vías de cerrar, denunciaron empresarios de la zona.

Las autoridades de Pemex, los gobernadores y hasta la misma presidenta Claudia Sheinbaum “sólo dicen que ya van a pagar y no pagan” por los trabajos o entregas de insumos ya entregados a la empresa petrolera, lo que está orillando a caer en una situación “crítica” para la zona.

Los empresarios que conversaron con El Economista bajo anonimato por temor a que se les margine de la lista de pagos como represalia comentaron que existe una “lista negra” de adeudos que podría rebasar la cifra reconocida por las autoridades, sin embargo, este tipo de trabajos no se pueden facturar ante inconsistencias de Pemex y se arrastran desde 2023.

“Una vez que ya haces los trabajos te emiten algo que se llama Copade (acrónimo del sistema de Codificación de Pagos y Descuentos), digamos que es ya una autorización previa a que tú factures, pero ni siquiera se han emitido en varios años, desde en 2023-2024 no tienen Copades, por lo tanto, la gente no puede facturar”, explicó un contratista de Pemex.

Afirmó que existe una cifra negra de trabajos ejecutados que no se pueden facturar, de modo que lo que reconoce Pemex pudiera solo representar la mitad de lo que adeuda a sus proveedores.

Si Pemex no reconoce estos bienes y servicios ya prestados, “pues finalmente no les van a pagar, si no puedes facturar, no puedes demandar o sea están en un estado de indefensión”.

Tan sólo en el sur de Veracruz, son 25 las empresas con las que Pemex sostiene un adeudo de 1,500 millones de pesos, de acuerdo con la Canacintra de Veracruz.

Las empresas “han comenzado a declararse en quiebra”, dijo uno de los empresarios consultados. “La situación está crítica en todos los centros de trabajo que están en las zonas petroleras, donde hay refinerías, complejos petroquímicos, actividades de extracción o exploraciones, desde Salina Cruz (Oaxaca), en Tula, en Minatitlán, Cadereyta, Salamanca y las áreas de producción de Pemex, lo que es la zona de Campeche, Ciudad Carmen”.

Agregó que “los contratistas que hay en Tabasco, en el sur de Veracruz y norte de Chiapas están pasando ya una situación extrema porque al no haber pagos por los trabajos, han pasado a insolvencia y el pago de impuestos, el sostenimiento de la nómina, el pago del Seguro Social, los tienen prácticamente a varios ya quebrados, rematando maquinaria y otros en espera de que Pemex cumpla las promesas de pago”.

Este lunes la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros (Amespac) advirtió que un número sustancial de proveedores de la empresa no podrá seguir operando a partir de julio si Pemex no salda las deudas que solo con sus agremiados ascienden a 50,000 millones de pesos.

Al corte del primer trimestre del año, la estatal consignó cuentas por pagar a proveedores por 404,000 millones de pesos, una reducción de apenas 20% respecto de los poco más de 500,000 millones registrados el cierre del 2024.

Cabe recordar que, desde noviembre del año pasado, la presidenta Claudia Sheinbaum había afirmado que esperaba liquidar una parte sustancial de los adeudos durante el primer trimestre de este 2025.

A la baja, pozos en actividad

La falta de pago de Pemex a sus contratistas se ha reflejado en un menor número de pozos en actividad y en un menor número de perforaciones.

De enero a abril el promedio de pozos petroleros en operación de Pemex fue de 25, menos de la mitad de los registrados durante el mismo lapso del 2024 (58) y una pequeña fracción respecto del máximo de las últimas dos décadas, observado en el 2009 (169).

En tanto, la estatal concluyó la perforación de apenas 26 pozos, cuando en el mismo período del 2024 ejecutó 56.

De modo que la producción de hidrocarburos líquidos se hundió 10.6% a 1.618 millones de barriles diarios, el segundo mayor desliz anual para un primer cuatrimestre en 39 años.

Cortesía de El Economista



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