Pemex va de pilar a lastre de las finanzas de México

Pemex pasó de ser una gran generadora de ingresos para el país, a ser la mayor presión para la repartición de recursos públicos en rubros más productivos y para la protección social como salud, educación e infraestructura.

Registros que datan de 1990 refieren que los ingresos de Pemex tuvieron su mayor aportación al erario público en 2007, cuando reportó su mayor producción petrolera con 3.1 millones de barriles diarios. En ese año, sus ingresos aportaron 15.1% de todos los ingresos presupuestarios. Para el cierre de 2025 se espera que aporte 9.1%, uno de los porcentajes más bajos registrados, con una producción estimada en 1.7 millones de barriles diarios.

Para 2026 se espera que genere el 11.1% de todos los ingresos, con la perspectiva de una mayor producción petrolera a raíz del Plan Estratégico 2025-2035, el cual busca dejar y mantener la producción hasta 2030 en 1.8 millones de barriles diarios, dejando la mayoría de la generación de ingresos a cargo de los contribuyentes.

La presión por Pemex para las finanzas públicas se deriva de una menor producción, ingresos en descenso, y deudas crecientes. “Mientras estaba incrementándose la deuda de Petróleos Mexicanos, la elaboración de gasolina y diésel estaba cayéndose. La gran pregunta es ¿a dónde se fue todo ese financiamiento, si la producción de gasolina y diésel se desploma, los ingresos propios de Pemex se caen?”, comentó el secretario de Hacienda, Édgar Amador Zamora, al reconocer que la deuda de la petrolera es la mayor presión para el gasto público de 2025 y 2026.

Después de reportar su mayor producción en 2007, durante el sexenio de Felipe Calderón, esta comenzó un continuo descenso hasta tocar mínimos en 2019 con 1.7 millones de barriles diarios, mientras el saldo de la deuda tocó nivel máximo en 2020 con 113,200 millones de dólares.

Apoyos a toda costa

Ante el endeudamiento de la petrolera, desde el gobierno pasado, a cargo de Andrés Manuel López Obrador, el gobierno federal apoya financieramente a Pemex, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). De 2019 a 2024 brindó apoyos por 1.38 billones de pesos por aportaciones de capital, reducciones en el pago de impuestos y exenciones, de acuerdo a estimaciones del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Estos apoyos no fueron suficientes para brindar mayor liquidez a la empresa. Para este sexenio, Hacienda presentó la Estrategia Integral de Capitalización y Financiamiento de Pemex, la cual es parte del Plan Estratégico para el Fortalecimiento de Pemex 2025-2035, y este tiene la meta de reducir el saldo de la deuda en 16.1% frente al monto de la deuda de 2019 al cierre de 2025, y -26% en 2030.

Su mayor apoyo este año radicó en la emisión de deuda a través de notas precapitalizadas por 12,000 millones de dólares para cubrir amortizaciones de deuda, además de 263,000 millones de pesos adicionales en financiamiento para inversión productiva como parte del Plan Estratégico.

Brindar estos apoyos ha significado presiones para destinar dinero a rubros más productivos como la inversión física, además de hacer más lenta la disminución del déficit en la cuenta de las finanzas del país.

Especialistas consultados por Expansión refieren que mientras la petrolera no logre su independencia financiera, planteada para 2027, y recupere su producción, otros rubros como salud, educación, seguridad enfrentarán recortes y frenos significativos en el año que corre; mientras, ya se observan apretujones en la propuesta del Paquete Económico del siguiente año.

Camino difícil

Para el siguiente año se propone que haya una aportación directa a Pemex, una cifra récord de más de 260,000 millones de pesos que aún son insuficientes para afrontar los vencimientos de la deuda financiera, más el retraso de pago a proveedores y el presupuesto de inversión, consideró Ernesto O’Farril, presidente de la Comisión de Análisis Económico del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).

“Es muy importante que al interior de Pemex, el modelo de negocio se centre, en donde está la actividad más rentable que es producción y exploración en lugar de estar orientada hacia refinación. Si no, no hay dinero que alcance. De nada sirve este esfuerzo enorme de incrementar la recaudación, año con año, si en refinación pierde 600,000 millones de pesos”, agregó O’Farril.

El proyecto de presupuesto 2026 prevé una transferencia a Pemex del gobierno federal por 263,500 millones destinada al pago de amortizaciones de deuda de mercado y créditos bancarios contratados en años anteriores. Además, busca “un balance financiero equilibrado”, sin considerar apoyos del gobierno federal, y un techo de gasto en servicios personales de 118,000 millones de pesos, refiere el documento.

De acuerdo con Hacienda, “este apoyo está condicionado a que Pemex mejore su balance financiero en la misma magnitud, lo que asegura que la operación no tenga impacto en el déficit del Sector Público, dado que las amortizaciones de deuda se registran como reducción de pasivos y no como gasto presupuestario”.

Pero, lo que “preocupa es que, para el siguiente año no tiene un incremento en su inversión de forma sustantiva. Esto nos indica que todo el apoyo financiero que va a estar recibiendo Pemex por parte de la Secretaría de Energía, por la reducción de los impuestos que le paga al gobierno federal, no se van a reflejar en mayor inversión, lo cual va a postergar y prolongar la dependencia financiera de la empresa, y va a evitar que se vuelva sostenible a mediano plazo. Se ve complicado que se cumpla la promesa de que sus finanzas serán sostenibles en 2027”, comentó Jorge Cano, coordinador del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa.

De acuerdo con el Paquete Económico 2026 , el presupuesto para Pemex sumará 517,362 millones de pesos, 7.7% más que este 2025, en el que se reportaron recortes. No obstante, Hacienda no brinda detalles sobre qué parte de este dinero se destinará a producción, exploración refinación o refinerías específicas.

También, se busca que, en la medida de lo posible, el saldo de la deuda pública de Pemex al cierre de 2026 sea menor al observado en 2025, con lo cual la empresa mostraría un desendeudamiento neto. “Este respaldo se complementará con otras medidas de fortalecimiento financiero, como la estrategia integral para mejorar su liquidez, la optimización de su perfil de vencimientos y la reducción de pasivos con proveedores y de su costo financiero”, detalló Hacienda.

En cuanto a las Empresas Públicas del Estado, Pemex solicita un techo de endeudamiento interno neto de 160,6oo millones de pesos, y uno externo neto de 5,342 millones de dólares.

Bolsa de igual tamaño

“La analogía que siempre utilizamos es que las necesidades continúan creciendo, entre ellas, las necesidades de Pemex, pero la bolsa se mantiene prácticamente del mismo tamaño, y eso lo que implica es que hay que repartir esa bolsa entre cada vez más necesidades y prioridades. En ese sentido, si los recursos que requiere Pemex continúan creciendo, pues indirectamente, claro, que tiene implicaciones para el presupuesto que se puede otorgar a otros a otros rubros como lo es salud o educación”, dijo Andrea Larios, investigadora en el centro de análisis e investigación, Fundar.

Frente a este contexto, Iván Benumea, investigador del programa de Justicia Fiscal de Fundar, consideró que este es un problema de fondo que no se resolverá en un solo año, por lo que en el Congreso de la Unión se debe abordar ya esta temática, pero desde una perspectiva de transición energética.

“Deberíamos comenzar a ver en qué tipo de proyectos se tienen que invertir para adaptarse a la crisis climática y también hacia la descarbonización de la economía. ¿En qué medida sería deseable reducir el consumo de energía de ciertas industrias en beneficio de la sociedad y de las personas de bajos ingresos?”, cuestionó el investigador de Fundar.

“Creo que es un tema muy importante en el que desafortunadamente no hemos avanzado lo suficiente, pero esperemos que en este Paquete Económico se pueda iniciar una conversación al respecto”, agregó Benumea.

En tanto, respecto a los indicadores petroleros, en el Paquete Económico, se prevé un precio promedio de 60.2 dólares por barril, en línea con la curva de futuros. A la par, se estima que la plataforma de producción de crudo se mantendrá en torno al objetivo de 1.8 millones de barriles diarios, respaldada por el Plan Estratégico 2025-2035 de Pemex y la creciente producción de proyectos mixtos y privados.

Cortesía de Expansión



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