Pemex y la deuda que no se acaba

Durante el tercer trimestre del año, la situación de Pemex, cuyos resultados trimestrales se publicaron el 27 de octubre, se volvió todavía más difícil. Las pérdidas operativas y los niveles de endeudamiento financiero, así como con proveedores y contratistas, reflejan que la petrolera se mantiene como un pesado fardo para las finanzas públicas.

En el resultado neto del trimestre, las pérdidas de alrededor de 61,000 millones de pesos se ven como pocas al comparar con los más de 167,000 millones de pesos que perdió en el tercer trimestre de 2024. Sin embargo, esto se debe a que el año pasado las pérdidas cambiarias fueron de 130,000 millones de pesos y este año la ganancia por el tipo de cambio fue de más de 33,000 millones de pesos.

Por la necesidad de analizar lo que está más en control de la empresa se insiste en lo imperioso de revisar los datos operativos. Mientras que en el tercer trimestre de 2024 la empresa pública ganó un poco más de 500 millones de pesos, este año las pérdidas operativas excedieron por más de 12,000 millones de pesos, lo que se debió principalmente a un deterioro de activos financieros de operación y a un incremento de 8.8% en los gastos administrativos.

En el acumulado de los primeros nueve meses del año, el resultado operativo de Pemex fue mejor en 2025 que en 2024, puesto que las utilidades pasaron de 25,554 a 39,603 millones de pesos entre un año y otro. Sin embargo, no se pueden soslayar los niveles de endeudamiento con proveedores y contratistas de la empresa, que subieron de alrededor de 400,000 a más de 500,000 millones de pesos. Y esto, a su vez, luego de que al cierre de septiembre de 2023 el nivel estaba cerca de los 300,000 millones de pesos, como documenta el reporte “Pemex en la mira” del IMCO.

IMCO

La deuda financiera se ha mantenido cercana a los 100,000 millones de dólares en los últimos años, lo cual por sí mismo es preocupante, luego de los cuantiosos recursos con que el Gobierno Federal ha apoyado a la empresa, sin lograr que se mejore su perfil productivo.

Sin embargo, la evolución de los adeudos con vencimiento menor a un año con proveedores y contratistas es tanto o más preocupante todavía, puesto que implica no solo la dificultad de la petrolera para operar con eficiencia y hacer frente a sus obligaciones, sino que estos adeudos afectan la operación y ponen nen riesgo la supervivencia de la cadena de proveeduría de Pemex y, con ella, la economía de toda una región.

Pemex emitió un comunicado el 28 de octubre, un día después de la presentación de sus resultados trimestrales. En él se menciona que en los primeros nueve meses del año los pagos a proveedores y contratistas han sido de 299,000 millones de pesos, y que en los próximos meses se van a liquidar otros 220,000 millones de pesos.

El breve comunicado no dice si eso será antes de que termine el año o qué nivel de adeudos se alcanzará con ese programa, puesto que mientras se les paga a algunos, otros ingresan sus facturas en el sistema de Pemex. Habrá que ver si ese esfuerzo alcanza para revertir la tendencia en los indicadores financieros más preocupantes para Pemex, que se suman a presiones fiscales que siguen creciendo.

Cortesía de El Economista



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