Perder peso quitando carbohidratos parecía ideal, pero nuevos estudios revelan peligros inesperados

Los carbohidratos son un elemento central en la dieta del ser humano y, junto con las grasas, representan una de las principales fuentes de energía para el organismo. Por esta razón, suelen ser los protagonistas en las dietas para la pérdida de peso, las cuales se basan en que, en ausencia de estos nutrientes, el cuerpo utiliza la energía almacenada en los tejidos grasos.

Sin embargo, una nueva investigación, publicada en la revista Nature Microbiology sugiere que este no es un plan factible a largo plazo, ya que las dietas bajas en carbohidratos podrían llevar a un aumento en el riesgo de padecer cáncer colorrectal. Todo se debe a la relación que tienen con los microorganismos en el microbioma intestinal.

El estudio, realizado en ratones, reveló que este tipo de dietas puede empeorar el deterioro del ADN a causa de los microbios que se encuentran en el tracto digestivo. Esto facilita la aparición de pólipos, lo que a su vez aumenta el riesgo de que aparezcan tumores, según explicó Alberto Martin, coautor del estudio, en una nota de prensa.

La clave está en el microbioma intestinal

El método de investigación consistió en probar tres tipos de dieta en los ratones. La primera fue una dieta normal; la segunda, una baja en carbohidratos; y la tercera, una “dieta occidental” rica en grasas y azúcar. Estas se combinaron con diferentes bacterias que se suelen encontrar en la microbiota intestinal y que son sospechosas de tener relación con el riesgo de padecer este tipo de cáncer.

Los investigadores encontraron una combinación de dieta y microorganismos que tenía el potencial de desencadenar reacciones adversas: la dieta baja en carbohidratos y una variedad de la bacteria Escherichia coli (E. coli). Descubrieron que esta combinación fomentaba la producción de colibactina por parte de la bacteria, un compuesto que puede producir cáncer porque daña el ADN.

También descubrieron que la clave podría estar en la fibra, ya que la falta de esta en las dietas bajas en carbohidratos facilita la inflamación. Esto altera la comunidad microbiana y genera un ambiente idóneo para que la E. coli se propague. Además, se observó que la barrera mucosa que separa las células epiteliales del intestino de las bacterias se reducía, lo que puede aumentar el potencial nocivo del compuesto, pues facilita que la colibactina alcance y dañe las células intestinales.

Un estudio en ratones con implicaciones humanas

Debido a que este estudio se realizó en ratones, no todas las conclusiones se pueden extrapolar directamente a los humanos. El equipo de investigación tiene claro que es necesario confirmar estos hallazgos en personas. A pesar de ello, es posible que su estudio se pueda utilizar como una referencia para la prevención del cáncer, aunque todavía no exista evidencia específica que lo respalde.

Eso sí, esta no es la primera vez que se ha relacionado a la especie E. coli y la colibactina con el cáncer colorrectal. Otros estudios recientes con pacientes de 11 países encontraron que se podía vincular el aumento del riesgo de padecer este tipo de tumores con la exposición a esta toxina a edades tempranas.

Cortesía de Xataka



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