Con rimas que funcionan como balas y altavoz de resistencia, Residente amplificó sus mensajes en una gran plaza pública, el Zócalo, ante 180 mil personas (cifra según la Secretaría de Cultura de la CDMX), donde criticó la corrupción, pidió por una Palestina libre y abrazó la vulnerabilidad humana.
Cortesía de Reforma
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