¿Por qué Barcelona es la ciudad con más riesgo de muertes por calor extremo de Europa y cómo evitarlo?

Un estudio publicado este lunes en la revista científica ‘Nature Medicine’ ha despertado gran inquietud y una marea de preguntas entre la población. Según apunta una investigación internacional liderada por London School of Hygiene and Tropical Medicine, en la que se han analizado 845 áreas urbanas de 30 países europeos, Barcelona destacaría como la ciudad europea con más riesgo de muertes por calor extremo. De seguir así, si las temperaturas siguen aumentando como hasta ahora, se estima que de aquí a finales de siglo en la metrópolis podrían producirse hasta 250.000 muertes prematuras relacionadas directamente con las altas temperaturas y el cambio climático. ¿Pero a qué se debe este fenómeno y, sobre todo, qué podemos hacer para evitarlo?

La investigación, liderada por el epidemiólogo Pierre Masselot, tiene en cuenta, por un lado, una serie de factores demográficos con los que se describe cómo son los habitantes de Barcelona y, por otro lado, una serie de simulaciones que reflejan cómo podría cambiar el clima en función del grado de emisiones generado por nuestra especie. Los análisis indican de forma clara que cuanto más aumenten las temperaturas, mayor será el riesgo de muertes prematuras asociadas al calor extremo en toda Europa y, especialmente, en el sur del continente y en el conjunto de la región mediterránea

En el caso concreto de Barcelona, hay al menos dos factores que explican por qué esta ciudad destaca como una de las que tienen más riesgo de muertes por calor extremo. Por un lado, según destaca un análisis del Institut d’Estadística de Catalunya (Idescat), la ciudad ya cuenta con un gran número de población envejecida, uno de los colectivos más vulnerables al calor extremo, y todo apunta a que en las próximas décadas esta cifra se multiplicará exponencialmente. Para 2040, de hecho, se estima que uno de cada cuatro habitantes de Barcelona tendrá más de 65 años, el equivalente a 2,3 millones de personas.

Por otro lado, las proyecciones climáticas apuntan a que, de seguir así, los termómetros de la ciudad podrían elevarse muy por encima de la media global y sumar entre 3 y 4 grados más respecto a la era preindustrial

“En Barcelona confluyen muchos factores de riesgo como, por ejemplo, el hecho de que es una ciudad muy densamente poblada, con una población envejecida, expuesta a grandes extremos de calor”

Marcos Quijal

— Científico

En Barcelona confluyen muchos factores de riesgo como, por ejemplo, el hecho de que es una ciudad muy densamente poblada, con una población envejecida, expuesta a grandes extremos de calor y que, además, por su propia ubicación geográfica también sufre una serie de características específicas como, por ejemplo, una sensación térmica más elevada debido a la humedad del mar y noches muy calurosas donde los termómetros no bajan de los 25 grados”, afirma Marcos Quijal, investigador de ISGlobal especializado en epidemiología y cambio climático. “Todos estos factores suponen de por sí un riesgo para la salud pública y, según apuntan varios estudios, también destacan entre los principales desencadenantes de las muertes prematuras asociadas al calor extremo“, explica este científico. 

Un 70% de muertes evitables

Pero el hecho de que Barcelona sea una ciudad muy expuesta al calor extremo no tiene porque implicar un número tan elevado de muertes prematuras asociadas a este fenómeno. De hecho, el mismo estudio de la London School of Hygiene and Tropical Medicine afirma que al menos el 70% de estos decesos se podrían evitar con tan solo implementar medidas de adaptación al cambio climático.

“Los resultados de este análisis destacan la necesidad urgente de avanzar tanto en cuestiones relacionadas con la  mitigación del cambio climático (reducción de emisiones) como en el impulso de medidas de  adaptación a las altas temperatura”, afirma Pierre Masselot, autor principal del trabajo publicado el pasado lunes. 

“Los resultados de este análisis destacan la necesidad urgente de avanzar tanto en mitigación del cambio climático como en el impulso de medidas de adaptación”

Pierre Masselot

— Científico

Entre las medidas propuestas por los expertos destaca, por ejemplo, invertir en sistemas de alerta temprana para advertir a la población ante la llegada de temperaturas extremas, el fomento de campañas de educación pública, la mejora de infraestructuras tanto públicas como privadas, especialmente centradas en acondicionar los hogares de colectivos vulnerables, la formación los profesionales de la salud para reconocer y responder a las enfermedades relacionadas con el calor y la creación de más espacios verdes y refugios climáticos en las grandes ciudades.  

Los expertos abogan por reforzar los sistemas de alerta temprana, concienciar a la población sobre los riesgos del calor y crear iniciativas específicas para proteger a colectivos vulnerables

“Es especialmente importante crear medidas de adaptación enfocadas en colectivos vulnerables, ya sea para personas mayores que sufren más el efecto de las altas temperaturas como para personas en situación de exclusión social cuyo hogar no esté a una temperatura adecuada“, afirma Quijal. En este sentido, el científico recuerda que, tal y como demostró un estudio de ISGlobal, una de las medidas más efectivas para refugiarse del calor en las grandes ciudades es la creación de espacios verdes que estén siempre abiertos al público. De hecho, se estima que hasta un tercio de las muertes atribuibles a las islas de calor podrían evitarse si los árboles cubrieran el 30% del espacio urbano. 

Cortesía de El Periodico



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