
Durante la temporada de lluvias, es una constante que los usuarios del Sistema de Transporte Colectivo reporten demoras en el servicio de algunas de sus líneas, las cuales transportan a millones de pasajeros día con día.
Esta situación suele responder a un protocolo de seguridad bien estudiado, el cual tiene como objetivo reducir, en la medida de lo posible, las probabilidades de que se dé un choque por alcance o cualquier otro percance en el Metro.
“Durante la caída de precipitaciones pluviales en la Ciudad de México, el Sistema de Transporte Colectivo Metro implementa medidas en la operación del servicio para la protección y seguridad de los usuarios en la red.
“En condiciones de lluvia intensa, los operadores de trenes inician la ‘marcha segura’, que consiste en disminuir la velocidad de 70 a 35 kilómetros por hora en líneas superficiales y elevadas, además conducen manualmente para acelerar o frenar durante el recorrido”, explica la dependencia.
Despliegan equipo para garantizar la seguridad en el Metro
Aunque la reducción de la velocidad es uno de los puntos más importantes, no es el único: cuadrillas de seguridad industrial, además de trabajadores de mantenimiento, realizan recorridos para desazolvar y verificar que el sistema se encuentre en condiciones óptimas.
“El personal de limpieza realiza el aseo del canal cubeta en todas las estaciones e implementa brigadas en tramos elevados y superficiales, ya que son las más propensas a que el agua de lluvia ingrese a las instalaciones.
“Asimismo, se da mantenimiento a los cárcamos dentro del Metro; se efectúan acciones de desazolve, revisión de rejillas de ventilación y sellado de filtraciones”, detalla.
Con 195 estaciones repartidas en 12 líneas que comunican prácticamente todos los puntos de la capital, el Sistema de Transporte Colectivo es uno de los más grandes del mundo.
Cortesía de El Heraldo de México
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