¿Por qué las personas prefieren hablar con un chatbot y no con un compañero del trabajo?

¿Por qué es más fácil hablar con un chatbot que con un compañero en el trabajo? La inteligencia artificial (IA) generativa no solo revoluciona cómo trabajamos, sino también cómo nos relacionamos. Consultas a ChatGPT, Gemini, Copilot y DeepSeek, ya exploran en sentimientos y pensamientos personales.

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Los chatbots son programas que simulan conversaciones humanas y pueden responder y brindar información profunda, explica Amazon Web Services, tienen la capacidad de ofrecer respuestas con un nivel empatía que tiende a convenir en el gusto del usuario.

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Esta sensación de confianza explica por qué la gente recurre a los agentes conversacionales para buscar apoyo emocional o consejos sobre temas delicados, incluso un estudio de la Revista de Investigación Médica en Internet (JMIR, por sus siglas en inglés) sobre el apoyo emocional de chatbots, señala que en países occidentales las personas están más dispuestas a compartir problemas de salud mental con una IA.

Los empleados prefieren un chatbot para hablar de estrés o ansiedad o conflictos con un colega o superior antes que con un consejero, pues la IA les promete anonimato y privacidad con una sensación de confianza elementos clave que les ayudan a no sentirse juzgados.

Además, los chatbots están disponibles 24/7, lo cual es un factor determinante para quienes necesitan ayuda inmediata y en cualquier momento del día, lo cual podría ser especialmente valorado por el 31% de los trabajadores que temen ser juzgados si expresan su necesidad de ayuda psicológica, según un estudio sobre bienestar laboral de la Association for Computing Machinery.

No obstante, esta misma investigación reconoce que estos agentes virtuales también pueden dar “información errónea o consejos peligrosos”, en tanto las personas que los usan dejan de practicar habilidades sociales, alerta el psicólogo organizacional experto en ciencias cognitivas, Joel Cuéllar López.

¿Por qué hablamos con Chatbots?

Deficiencias en la comunicación, el abuso de poder, el acoso y el hostigamiento en el entorno laboral son motivos que llevan a un empleado a preferir hablar con estos sistemas, especialmente porque no se siente seguro abordando el tema con otra persona, dice el psicoterapeuta Cuéllar López.

“Hablan con un chatbot porque pueden ver respuestas objetivas que no los comprometan”, y añade, esta tendencia es más común en personas con personalidad introvertida y, en algunos casos, con patologías narcisistas.

Por su parte, la psicóloga especializada en entornos laborales, Ana Alvarado, comenta que el estrés, la ansiedad y la desmotivación fomentan esta interacción virtual, fenómeno que es incluso más visible en las generaciones más jóvenes.

Pero advierte que, aunque las respuestas de la IA pueden parecer “complacientes”, no siempre son objetivas ni adecuadas para resolver problemas interpersonales, y en ese espacio de condescendencia, la persona siempre va a tener la razón y recibirá elogios a lo que Cuéllar añade, es peligroso si recordamos que los chatbots tienden a alucinar.

La alucinación es un término usado para explicar cuando un modelo generativo de inteligencia artificial da respuestas con información que no es real; y el problema es que los sistemas actuales “nunca se diseñaron para ser puramente precisos” pero si para dar siempre una respuesta, y eso aumenta su margen de error, expone un análisis de Scientific American.

Impacto en interacciones humanas

A pesar de su innovación y beneficios, la dependencia de la IA implica un riesgo. Un estudio de Cureus sobre la seguridad de los modelos lingüísticos para abordar la depresión revela que los modelos de lenguaje de IA pueden ser “potencialmente peligrosos” en casos graves de salud mental que requieren atención inmediata.

En contraste, un estudio comparativo publicado en JMIR Mental Health sobre respuestas de terapeutas humanos y chatbots también encontró que los agentes suelen ofrecer validación y consejos genéricos sin indagar a profundidad, lo que los hace inadecuados para ofrecer terapia real.

“El robot está diseñado para decir ciertas cosas, y siempre va a decir lo que la persona quiere escuchar para sentirse bien”, resume Ana Alvarado, quien agrega, este efecto puede tener un impacto negativo a largo plazo, aumentar la ansiedad en la interacción humana y disminuir la capacidad de tomar decisiones o resolver conflictos en el trabajo. “Dejan de desarrollar habilidades”.

Ambos psicólogos coinciden en que las consultas sobre conflictos y salud mental son más recurrentes en usuarios jóvenes, pero en todos los casos, hay mayor predisposición a volverse dependientes de la IA. “Empiezan haciendo consultas académicas o profesionales y terminan volviéndose dependientes”, afirma Joel Cuéllar.

A lo anterior se suma la implicación de una “fe ciega” en las respuestas que da el algoritmo y esto a su vez genera un desgaste cognitivo que afecta el pensamiento crítico y la capacidad de análisis, refiere el psicoterapeuta Joel Cuéllar López.

Por lo anterior, los expertos recomiendan un uso más cuidadoso de los chatbots. La sugerencia es simple, evitar las consultas personales o que requieran una evaluación y ayuda psicológica profesional para problemas como la ansiedad, el estrés o conflictos en la oficina, ya que la tecnología no debe sustituir la conexión humana.

La solución a los desafíos de comunicación en el trabajo, comentan los especialistas, está en fortalecer las relaciones interpersonales basadas en la confianza y la empatía, además, esto puede reforzarse con una mayor educación sobre el uso adecuado de la tecnología, para que los trabajadores sepan para qué sí y para qué no usarla.

OBRAS DE INFRAESTRUCTURA HIDALGO

Cortesía de El Economista



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