Prince Royce se animó a cantar hits de los Beatles, Lionel Richie, Bee Gees y hasta Backstreet Boys, todo en ritmo de bachata

En el ámbito de la bachata, Prince Royce es considerado el mayor referente de la canción romántica. A tal punto que este cantante de 36 años hoy por hoy se da el lujo de retomar temas legendarios del cancionero del corazón -todos populares-, luego de cosechar durante 15 años un rotundo éxito. Además, para el caso, versionarlos en el estilo musical que lo representa.

Se trata de todo un desafío al que titula Eterno y a cuyo álbum define como “un homenaje en bachata a éxitos icónicos”, que en definitiva incluye canciones desde los Bee Gees hasta Backstreet Boys, desde Lionel Richie hasta los Beatles. Y la lista continúa, con notables letras memorables, en spanglish, una mixtura de inglés y español, que lo caracteriza desde siempre.

Prince Royce grabó en ritmo de bachata canciones de los Bee Gees hasta Backstreet Boys, desde Lionel Richie hasta los Beatles. Foto: Fernando de la Orden

En sintonía con esta propuesta que lo reconforta tanto, este cantante nacido y criado en el Bronx, una de las zonas más “picantes” de Nueva York, llegó a Argentina para ofrecer un concierto en el estadio Obras Sanitarias, este domingo 28 de septiembre.

De visita en Buenos Aires

Es un viernes por la tarde como cualquier otro en Ciudad de Buenos Aires: el caos de tránsito como común denominador. El barrio porteño de Palermo no es excepción: autos en doble fila, colectivos repletos de gente y todos a las apuradas.

Prince Royce en vivo durante una de sus primeras visitas a la Argentina, en 2016. Foto: Agencia San LuisPrince Royce en vivo durante una de sus primeras visitas a la Argentina, en 2016. Foto: Agencia San Luis

Sobre la calle Emilio Ravignani (zona de bares y de confiterías cool), dentro de un estudio de grabación hay luces blancas enormes y potentes, dos camarógrafos, banquetas altas y dos micrófonos. Está todo listo para un registro entre artista y periodista.

Un minúsculo grupo de asistentes están aquí para que todo salga redondo: la entrevista con Clarín, además de conversada será filmada. Aunque antes de que den “play” los filmmakers, y el artista tome el micrófono en mano, una maquilladora se encarga de retocar el rostro del vocalista. Nada puede fallar para el staff presente. Eso se percibe de aquí a la legua.

De pronto, todo listo: es tiempo de un ida y vuelta que dura cerca de 20 minutos.

Prince Royce nació en Estados Unidos pero su familia es dominicana. Foto: Fernando de la OrdenPrince Royce nació en Estados Unidos pero su familia es dominicana. Foto: Fernando de la Orden

-¿Venís de tu casa en Miami o de otro país del mundo?

-Precisamente. Llegué desde Miami, con ansias por llegar, además de estar feliz por reencontrarme con mi público argentino. Buenos Aires es una ciudad con mucha magia y a mí me gusta demasiado. Me gusta sus vinos, sus comidas, su carne, sus sabores. También me gusta salir y entrar a lugares pequeños que me llaman la atención. Me hace acordar mucho a Nueva York por sus diversas propuestas.

-¿Solés salir solo? ¿A quién le preguntás por lugares nuevos por conocer?

-Siempre me manejo de la misma manera: suelo indagar en Instagram, busco lugares, empiezo a mirar fotos y selecciono los espacios. Para mí es fundamental conocer los lugares adonde llego a trabajar, a cantar. Salir del ámbito bobo del encierro, ese de la casa de uno. En ese sentido, suelo moverme bastante solo por las ciudades a las que llego. Me interesan sus culturas.

Sangre dominicana

Amable y sonriente, Prince Royce demuestra que es muy charlatán, que le encanta detallar su estilo de vida. Y él sabe, por moverse con soltura por las calles del centro porteño (cuando le toca visitar Argentina), que aquí existe una comunidad dominicana bastante nutrida.

Prince Royce en los inicios de su carrera, en el festival de Vina del Mar de 2012. Foto: AP Prince Royce en los inicios de su carrera, en el festival de Vina del Mar de 2012. Foto: AP

“Sé que hay muchos dominicanos. Pese a que nací en Estados Unidos, tengo sangre directa y me siento dominicano; también por mi familia. Si alguien me habla con la tonada o frases típicas, me doy vuelta y enseguida sé que es de los míos. Encima los dominicanos instalan comercios referentes a barberías, o bares donde no falta el chimichurri, eso lo veo aquí cuando me toca venir. En ese sentido, Argentina me da una alegría extra, y cuando se acerca algún quisqueyano, me acuerdo de mi familia. La gente me dice: ‘Eres familia’”.

Por otra parte, el músico dice que le impresiona la variedad musical, puesto que para él es crucial escuchar diferentes estilos musicales y aprender cuando es hora de algún destino del mundo, sea cual sea.

“Mira, es increíble la cantidad de bares en los que difunden bachata, De hecho, aquí hay muchísimos. Y por eso resalto de nuevo, para el caso a Nueva York, donde también abunda bachata y salsa. Y cuando viajo me encuentro con el merengue, me introduzco en el vallenato en Colombia y aquí en el tango. Aprendo”.

Justamente direccionando al terreno del aprendizaje, Prince y el nuevo disco que está presentando por el mundo deja en evidencia qué artistas fueron grandes referentes a lo largo de su vida, más allá de Juan Luis Guerra.

Prince Royce es un amante de Buenos Aires y le gusta recorrer lugares nuevos que descubre en Instagram. Foto: Fernando de la Orden Prince Royce es un amante de Buenos Aires y le gusta recorrer lugares nuevos que descubre en Instagram. Foto: Fernando de la Orden

“Por ejemplo mi versión de Yestarday, de los Beatles, pensaba grabarla cuando hice mi primera experiencia, hace ya varios años, cuando hice Stand by me. Ya me cruzaba la idea por entonces. Yo mamé toda esa música en casa. Mamá escuchaba a los Bee Gees y a Elvis Presley. Ella escuchaba esas canciones cuando llegó a Estados Unidos y mientras trabajaba en una lavandería”, relata con más seriedad en su rostro.

Y continúa detallando: “Mi madre solía reparar en esa música, la de los años ’60 y ’70. Entonces me pregunté: ‘¿Por qué no traer aquella música a los jóvenes de hoy?’. Todas las canciones que seleccioné están cargadas de letras intensas y romanticismo. Qué mejor que llevarlas al ámbito de la bachata”.

La tapa del álbum La tapa del álbum “Eterno” de Prince Royce.

-Excepto Lennon, Presley, Roberta Flack y Luther Vandross, la mayoría de los compositores viven. ¿Se comunicaron con vos para felicitarte por cómo los versionaste?

-¡Sí! Sucedieron situaciones maravillosas. Por ejemplo, con Richard Marx fuimos a cenar. ¡Es un tremendo caballero! Pasamos una velada increíble. Los Backstreet Boys también se comunicaron conmigo: me enviaron un video felicitándome y alentándome. Al igual que Lisa Presley, quien me envió un mensaje de voz por Whatsapp, con palabras preciosas.

Por sus dichos, Royce no es un músico más dentro de los grandes consagrados a nivel mundial, ni mucho menos dentro del ámbito de los astros que repercuten en la música global.

“He trabajado con Maná, con Thalía, con Daddy Yankee. Aprendí demasiado con ellos dentro de los estudios de grabaciones”, resalta sin perder el foco de tanto camino recorrido en su década y media consagratoria.

Prince Royce en los premios Billboard Latin Music de 2021. Foto: AP Prince Royce en los premios Billboard Latin Music de 2021. Foto: AP

-¿Y cómo fue tratar con Snoop Dog, uno de los íconos del rap mundial?

-Ante todo, debo decirte que, como verás, no solo escucho bachata. En casa, por ejemplo, me pongo a escuchar jazz. Y no porque me crea más intelectual que otros.

Acerca de Snoop Dog, debo decir algo importante: enseguida nos entendimos. Porque la gente debe saber algo de mí: aunque me vean vestido así, soy del Bronx, allí crecí. Y allí regreso cuando puedo. Suelo ir frecuentemente, aunque ahora viva en Miami. Conservo amistades y la mayor parte de mis primos, tío y tías son de allí. Mis ocho primos son mis amigos de toda la vida. Cuando regreso, me meto en lugares. A veces medio disfrazado, otras no tanto. Principalmente por el asunto de la popularidad.

La hermandad con el reggaetón

El asunto de su residencia en Miami siempre llamó la atención de propios y extraños dentro del ambiente de la bachata. Pero pese a las preguntas sin respuestas de uno que otro, existe una contestación más que valedera de parte del cantante.

“Me crié entre la nieve, con inviernos crudos bajo nevadas. Pero Miami es lo más parecido a República Dominicana, por su clima y sus playas. A mí me gusta por esos vivir en Miami”, confiesa.

Y es allí el momento en el que declara otro deseo particular: “Voy a visitar a mi papá cada dos por tres a República Dominicana, porque él vive allá. Y no descarto vivir en algún momento en la isla, está dentro de mis planes. Quizás cuando sea más viejo me compre una casa allá, para respirar la tranquilidad. Por lo pronto aún me queda mucho por hace antes de tomar esa decisión. Pero la sangre y la cultura que mamé me tira fuerte. Y está allá”.

Precisamente el mayor precursor y creador del reggaetón nació en Dominicana y es Daddy Yankee, con quien Prince siente una especie de hermandad, tras trabar amistad como producto del trabajo en conjunto.

“El reggaetón es la música tropical, es la cultura del pueblo; en eso se transformó. Como la bachata, que es nuestro folklore. Daddy me ayudó demasiado en mis inicios y me dio la oportunidad de grabar con él por fuera de la bachata. Estaré agradecido con él para siempre por su gran gesto”.

De pronto, una temática seria aparece en la conversación: la deportación de inmigrantes que implementa el gobierno de Donald Trump en Estados Unidos. Sin duda alguna, algo que al hijo de dominicanos le preocupa sobremanera.

“No todo inmigrante es criminal para que esté forzado a irse. Estamos muy mal con ese tema. Deben entender algo: la gente que viaja a Estados Unidos con la intención de vivir lo hace para progresar, tal como sucedió con mi familia. La esperanza que nos queda es saber que esto que sucede en la actualidad no será para siempre, por lo menos es de lo que estoy seguro”, analiza y se le desdibuja la sonrisa.

Luego, tras tomar aire, aparece su situación de noviazgo con la modelo e influencer Vanessa Christine, de ascendencia canadiense y puertorriqueña.

¿Pregunta obligada? Si desea tener un hijo con ella.

“Qué decirte. Estamos de novios, por lo pronto. Claro que me gustaría ser padre, aunque no lo hablamos con mi pareja aún. Y quizás se entere a través de esta declaración”, afirma y lanza una carcajada.

-Para concluir, ¿qué le aconsejás a los tantos cantantes nuevos del género bachata que seguramente se acercan a pedirte consejos?

-Los que me hablan quieren que todo llegue rápido. Y les digo que hay que darse tiempo. Que no esperen la velocidad de las cosas. Primero de todo, hay que estar seguro de sí mismo. Yo veo la vida como un casino: te dan un dado, lo lanzas, pero no la embocas. Entonces vuelves a insistir. Lleva mucho trabajo hasta que llega la suerte. “Sigan intentándolo y cuando menos lo esperes, lograrás tu sueño”, suelo sugerirles.

Cortesía de Clarín



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