
Aunque el uso de herramientas como ChatGPT o Gemini puede disparar la eficiencia en el trabajo, el abuso de la inteligencia artificial generativa (GenAI, por sus siglas en inglés) podría generar una dependencia con efectos psicológicos y cognitivos que, en casos extremos, pueden afectar no solo el rendimiento, sino también la salud mental, fenómeno conocido como psicosis por IA.
La IA generativa tiene la capacidad de entender lo que el usuario comparte, lo cual garantiza una tasa de satisfacción del 95%, señala Atento.
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Asimismo, un estudio que contempla más de 80 estadísticas sobre chatbots para 2025 de Tidio, afirma que seis de cada 10 usuarios confían en la información que ofrecen los agentes virtuales, esto debido a su disponibilidad 24/7, velocidad, y resolución. Sobre ello destaca que 87% ha tenido experiencias positivas, dice Botpress.
No obstante, el estudio El problema emergente de la “psicosis de la IA” de Psychology Today, explica que los chatbots están diseñados para reflejar el lenguaje y tono del usuario, validar y reafirmar sus creencias, generar indicaciones continuas para mantener la conversación y priorizar la interacción y satisfacción, lo cual puede “alimentar el pensamiento delirante”.
La psicoterapeuta Angélica Torres Arellano, fundadora de Atención y Acompañamiento Psicoterapéutico, Enfoque Cognitivo Conductual (APEC) declara que, al recibir respuestas satisfactorias, se suple el contacto humano y eso afecta negativamente los neurotransmisores.
Sobre ello, el análisis ¿Generarán los chatbots de IA generativa delirios en personas con propensión a la psicosis?, de la revista académica Schizophrenia Bulletin de Oxford Academic, señala que, en personas con predisposición a la psicosis, la interacción con agentes virtuales puede alimentar la especulación, la paranoia y los delirios.
Delirios por uso de IA
La publicación de Oxford detalla que hay 5 posibles delirios que los usuarios pueden desarrollar debido a la interacción con chatbots, estos son: delirio de persecución, de referencia, de culpa, de grandeza y difusión de pensamientos, que al generarse en entornos laborales pueden generar conflictos entre pares.
En ese sentido, Alejandra Ávalos, psicóloga conductual clínica y de la salud, refiere que la IA generativa responde sin tener contexto, lo cual sesga su información, y considerando que busca complacer al usuario, sus respuestas pueden reforzar episodios o brotes psicóticos, especialmente en personas con ansiedad o mayor predisposición a psicosis.
“Puede alimentar ideas que pueden incluso no ser reales o estar desconectadas de la realidad, y el problema es que la gente cree que esto es la verdad absoluta”, puntualiza.
El análisis Cuando el chatbot se convierte en la crisis, del Instituto de Conducta Cognitiva, sugiere que la psicosis es porque la IA siempre da la razón, y en casos extremos, se ha registrado que las personas han sido hospitalizadas o arrestadas tras comportamientos impulsados por sus creencias alimentadas por algoritmos.
De acuerdo con el estudio de Psychology Today, la IA puede amplificar los síntomas psicóticos y delirios de grandeza, de apego, espirituales, religiosos y hasta románticos; ello porque las personas generan la creencia de haber descubierto la verdad absoluta, y eso crea la idea de que el chatbot es una especie de “deidad”.
La investigación del Instituto de Conducta Cognitiva de Pittsburgh, Pensilvania, añade que otros de los efectos a nivel psique, es el deterioro cognitivo, disociación, paranoia y contacto compulsivo.
Impacto de la psicosis de IA en el trabajo
La psicoterapeuta Angélica Torres Arellano explica que el daño cognitivo se refleja en la pérdida de capacidades como la memoria, resolución de problemas, la atención y concentración en tiempos cortos.
La experta añade que se pueden generar pensamientos intrusivos que pueden ser lacerantes y la larga provocar psicosis, desconectando a la persona de la realidad, así como generar sensación de desconexión y retroceso del lenguaje interno, aunado a dependencia en el contacto.
Alejandra Ávalos enuncia que el uso constante de IA para realizar actividades o resolver problemas impide el uso y desarrollo de habilidades como el pensamiento crítico, la capacidad de análisis, síntesis, redacción y resolución de problemas.
“Al no usar este tipo de habilidades, no empeoran las que ya tienes, pero no hay crecimiento o desarrollo de nuevas capacidades, ya que las funciones ejecutivas cerebrales se dejan de usar”, destaca.
Acciones para tomar en cuenta
Las expertas coinciden en que cuando las habilidades cognitivas se ven afectadas, su rendimiento profesional y personal disminuye, y aunque en algunos casos puede hacer eficiente el desarrollo de algunas tareas, en otros puede impedir el desarrollo de autonomía en el trabajo.
Y convergen en la idea de que no se trata de dejar de usar chatbots, sino de aprender a usarlos correctamente, ya que los efectos son extensivos y prologados, e impactan al entorno de la persona. Ávalos recomienda hacerse la siguiente pregunta: “¿si yo dejara de usar esta IA hoy o mañana, ¿cómo me sentiría?”.
Refiere que si la respuesta es que no se puede dejar o se tiene un conflicto interior con hacerlo, es necesario buscar a un profesional de la salud mental.
Por otra parte, Torres Arellano recomienda a los equipos de trabajo impulsar el mensaje de que los chatbots solo son herramientas, y se resaltar el valor de las personas, además de prestar más atención en el uso que se le da a la IA y se regule mejor su aplicación.
Cortesía de El Economista
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