¿Qué adelgazan primero hombres y mujeres cuando pierden peso?


Cuando iniciamos un proceso de pérdida de peso, es común preguntarse cuáles serán las primeras zonas del cuerpo en mostrar resultados. Si bien la reducción de grasa corporal es un proceso general que depende de múltiples factores, existen patrones distintivos en cómo hombres y mujeres tienden a adelgazar, influenciados principalmente por la genética, las hormonas y la distribución natural de la grasa.

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¿Por qué adelgazamos de manera diferente?

La distribución de la grasa corporal está intrínsecamente ligada a las diferencias hormonales y genéticas entre sexos. Los estrógenos en las mujeres tienden a favorecer el almacenamiento de grasa en las caderas, muslos y glúteos, zonas conocidas como “grasa ginecoide”. Por otro lado, la testosterona en los hombres promueve una mayor acumulación de grasa en el abdomen, lo que se denomina “grasa androide”. Estas diferencias biológicas explican por qué las primeras áreas en adelgazar suelen variar.

En hombres: el abdomen, el primero en notarse

Para los hombres, el abdomen es, con frecuencia, la primera área donde se observa una reducción significativa de grasa. Esto se debe a que la grasa abdominal (grasa visceral y subcutánea en esta zona) es metabólicamente más activa y, por lo tanto, tiende a movilizarse más rápidamente durante un déficit calórico.

Además del abdomen, otras zonas que suelen mostrar adelgazamiento temprano en los hombres incluyen:

  • Pectorales: Una reducción en la grasa alrededor del pecho es común.
  • Rostro y cuello: La definición en la mandíbula y una disminución en la papada pueden ser evidentes relativamente pronto.
  • Hombros y brazos: Aunque no tan pronunciado como el abdomen, estas áreas pueden empezar a tonificarse y perder volumen.

En mujeres: El rostro y los senos tienen la ventaja inicial

En el caso de las mujeres, las primeras áreas en adelgazar suelen ser aquellas con menor densidad de adipocitos o donde la grasa es menos “resistente” hormonalmente. Es por eso que el rostro y los senos son, a menudo, las primeras partes del cuerpo en mostrar cambios.

Otras zonas donde las mujeres suelen notar una pérdida de volumen al principio del proceso incluyen:

  • Cuello y clavículas: Una mayor definición en estas áreas.
  • Manos y pies: Aunque sutil, la reducción de hinchazón puede hacer que estas extremidades parezcan más delgadas.
  • Parte superior del cuerpo: Hombros y brazos pueden mostrar adelgazamiento antes que las zonas de almacenamiento más persistente como muslos y glúteos.

Es crucial entender que las áreas como los muslos, glúteos y caderas suelen ser las últimas en ceder para las mujeres, debido a la naturaleza hormonal de la grasa acumulada en estas regiones. La grasa en estas zonas es a menudo más “obstinada” y requiere de un esfuerzo y una constancia mayores para ser movilizada.

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Factores clave que influyen en el adelgazamiento

Más allá de las diferencias de género, varios factores universales impactan la velocidad y el orden en que el cuerpo pierde grasa:

  • Déficit Calórico: La clave fundamental para la pérdida de peso es consumir menos calorías de las que se queman. Sin un déficit calórico sostenido, el cuerpo no recurrirá a sus reservas de grasa.
  • Actividad Física: El ejercicio regular, que combine entrenamiento de fuerza y cardio, acelera la quema de calorías y mejora la composición corporal, aumentando la masa muscular y reduciendo la grasa.
  • Genética: La predisposición genética individual puede influir en la forma en que el cuerpo almacena y libera grasa.
  • Hormonas: Desequilibrios hormonales (como problemas de tiroides o resistencia a la insulina) pueden afectar el metabolismo y la capacidad de perder peso.
  • Estrés y Sueño: Altos niveles de estrés y falta de sueño pueden influir negativamente en las hormonas reguladoras del apetito y el almacenamiento de grasa.
  • Edad: El metabolismo tiende a ralentizarse con la edad, lo que puede hacer que la pérdida de peso sea más desafiante.

Es fundamental recordar que la pérdida de grasa no puede ser “dirigida” a una zona específica del cuerpo. Cuando el cuerpo entra en un déficit calórico, utiliza las reservas de grasa de todo el organismo de manera general, aunque la velocidad de reducción varíe por región.

En lugar de obsesionarse con una parte del cuerpo en particular, el enfoque debe estar en crear un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y descanso adecuado. La paciencia y la constancia son los pilares para lograr una pérdida de peso efectiva y sostenible, que eventualmente se reflejará en todo el cuerpo.

BB

Cortesía de El Informador



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