
Pensiones públicas y privadas insuficientes para garantizar una vejez digna, empleos sin prestaciones laborales y millones de trabajadores independientes plantean la necesidad de trazar un plan de retiro que permita mantener una vida de calidad después de los 65 años.
Existen diversas opciones que ayudan a complementar el ahorro para la jubilación, entre ellas los Planes Personales de Retiro, conocidos como PPR. Sin embargo, para algunos son mejores otros esquemas de inversión alternos que ofrecen casas de bolsa y que el ahorrador puede llevar por su cuenta, como son los índices bursátiles o las acciones de una empresa. ¿Cuál conviene más?
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En México, la cultura pensionaria es relativamente limitada: sólo 42.2% de las personas entre 18 y 70 años tiene una cuenta de ahorro para el retiro o una afore y 68.2% piensa cubrir sus gastos de la vejez a través de apoyos gubernamentales, según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF).
¿Qué son los Planes Personales de Retiro y cómo funcionan?
Natali Lagarda, asesora de ahorro y retiro, comenta que ambos esquemas son legales y viables y acota que, bien manejados, pueden generar rendimientos importantes. Sin embargo, tienen características diferentes que los hace ideales para distintos tipos de persona.
El PPR es un plan privado que tiene el objetivo único, exclusivo y directo de llevarte a ahorrar para la jubilación. Tus recursos se multiplican en el largo plazo en función de los esquemas donde elijas invertir y del riesgo que éstos conlleven. La cereza del pastel es que ofrece beneficios fiscales muy atractivos.
En él, tú decides el plazo a invertir, el monto a canalizar (el cual se ajusta año con año), la periodicidad de las aportaciones, los instrumentos en los que se destinarán los recursos y el plan de riesgo a seguir. El PPR puede llevar pólizas complementarias, como seguro de vida o cobertura por invalidez, pero éstas no son obligatorias.
En opinión de la especialista es un esquema que demanda menos tiempo y atención del inversionista, ya que su vigilancia y manejo queda en manos de la aseguradora o la institución financiera que lo opera. “En general, es un instrumento muy amigable”. También ofrece beneficios fiscales, como la no retención de impuestos y la posibilidad de deducir el ISR.
Sin embargo, como todo instrumento financiero, los PPR cobran cargos de gestión y administración, que pueden llegar a ser altos si no se hace una comparación correcta entre los planes de retiro que hay en el mercado.
También se debe considerar que si se retiran los recursos antes del tiempo especificado, habrá una penalización por parte de la institución financiera y el fisco retendrá impuestos por terminar con anticipación.
Otros modelos de inversión
Los PPR no son los únicos esquemas que ayudan a ahorrar para el retiro. Puedes acudir a una casa de bolsa o con un asesor financiero y armar tu portafolio de inversión de largo plazo. Sin embargo, hay algunos detalles que debes conocer antes.
Estos planes necesitan una administración más activa del ahorrador, lo cual también demanda mayores conocimientos de cómo se mueven los mercados para tomar las mejores decisiones y enfrentar las posibles minusvalías que vengan, comenta Lagarda.
Este esquema, añade, suele ser más agresivo en riesgo, mientras que los PPR tienden a serlo menos, o puedes decidir lo contrario.
En la parte fiscal, los planes de inversión alternos no tienen deducción de impuestos y los recursos entregados al final del plazo establecido serán ingresos gravables con tasas de hasta 35 por ciento. Además, también se cobran comisiones que pueden ser similares a las de los PPR.
Entre las ventajas que otorgan estos esquemas es que puedes mover los recursos cuantas veces lo desees, no estás obligado a dar una cantidad de dinero cada cierto tiempo y los plazos los fijas tú, es decir, te dan más libertad y mayor control a cambio de no tener beneficios fiscales.
Daniel Urías, fundador de Cooltura Financiera, destaca que estos esquemas de inversión permiten hacer líquidos los recursos en cualquier situación. Pero, “qué tal que en el momento que los vas a sacar, el fondo en el que los tienes sufrió una minusvalía y, entonces, tu lana vale mucho menos y generas pérdidas”.
¿Cuál da mejor rendimiento?
Ambos esquemas tienen ventajas y desventajas, los dos cobran comisiones por asesoría y manejo, ninguno es gratis; entonces, “va a depender del nivel de riesgo. Básicamente hay PPR con riesgos bajos y donde los rendimientos son más conservadores y hay PPR de riesgo alto y donde los rendimientos pueden ser más elevados. Sucede lo mismo con un esquema alterno de inversión, depende del portafolio que tú tengas y de las necesidades que requieras”, dice Lagarda.
Urías añade que, si decides ahorrar por tu cuenta, es importante estar consciente de cuáles son los costos de hacerlo frente a un PPR, así como reconocer si eres una persona ordenada, organizada y con el conocimiento necesario para sacarle el provecho máximo a una inversión a través de casa de bolsa.
“Sin embargo, la mayoría de las personas no estamos a ese nivel de decir me la paso viendo los mercados todos los días y tomo decisiones muy certeras y estoy seguro que en 20 años esto va a ser una bomba. Decidan en función de su situación personal, de sus conocimientos, busquen una buena asesoría y comparen opciones”, exhorta.
Cortesía de El Economista
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