Qué dice la psicología sobre las personas que se cortan el cabello ellas mismas


Cortarse el cabello en casa se ha vuelto una práctica cada vez más común, pero para algunos psicólogos, este acto puede reflejar algo más que un simple cambio de look. Aunque la mayoría de las personas lo hace por comodidad, ahorro o creatividad, los expertos señalan que, en ciertos casos, cortar el cabello personalmente puede revelar aspectos de la salud emocional y mental de la persona.

FERIA DE SAN FRANCISCO

La psicología sostiene que el cabello no solo cumple una función estética, sino que también está vinculado con la identidad, la autoestima y la expresión personal. Por ello, cortar el cabello puede ser un acto simbólico: representar un cambio en la vida, la necesidad de controlar algo en tiempos de incertidumbre o incluso un intento de lidiar con emociones difíciles.

Según especialistas, quienes realizan este acto impulsivamente durante momentos de estrés o ansiedad podrían estar buscando una sensación de control o liberación emocional. Sin embargo, no todos los casos tienen un trasfondo psicológico negativo, muchos expertos coinciden en que cortarse el cabello uno mismo puede ser una forma de autoexpresión, experimentación creativa o simplemente una práctica de autonomía, la diferencia radica en la frecuencia, el contexto emocional y la motivación detrás del gesto.

Además es importante señalar que, a lo largo del tiempo, ha servido como emblema de cambio, reivindicación e incluso como manifestación de rebeldía ante las normas establecidas, reafirmando su papel como un instrumento poderoso capaz de transmitir aquello que las palabras a veces no logran expresar.

Un estudio del Centro Nacional de Información sobre Biotecnología de Estados Unidos descubrió que el cabello funciona como una prolongación del sistema nervioso. Gracias a sus “nervios externos”, el pelo envía señales al cerebro, al sistema límbico, encargado de controlar las emociones, y al neocórtex, la parte más desarrollada del sistema nervioso humano. Además, parece que el cabello puede irradiar energía electromagnética hacia el entorno.

En este contexto, el descubrimiento indica que las células del cabello podrían guardar energía y memorias del pasado, lo que ayudaría a entender por qué cambiar de look suele relacionarse con la intención de dejar atrás ciertas experiencias o recargar energías. De este modo, alterar el cabello se convierte en un gesto simbólico, una manera de soltar lo que se desea “olvidar” y de sintonizarse con una nueva etapa emocional y energética.

YC

OBRAS DE INFRAESTRUCTURA HIDALGO

Cortesía de El Informador



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