Uno ya no pide originalidad cuando se sienta a ver una película de acción. Al menos, espera que lo entretengan, la historia tenga mínimamente algunos rasgos de coherencia, las escenas de peleas estén bien coreografiadas, y si hay momentos pretendidamente humorísticos, sean efectivamente graciosos.
En Shadow Force: Sentencia de muerte no hay originalidad, no entretiene, es incoherente, las escenas de peleas es lo que da risa, y los momentos humorísticos dan ganas de llorar.
A ver: una agente y un agente de un equipo de fuerzas especiales que operan en las sombras se enamoran, cuando los miembros de la Shadow Force del título tienen estrictamente prohibido tener relaciones. Pero no va que las tienen, y de esa relación nace un hijo, y como evidentemente nadie en Shadow Force se da cuenta de que Kyrah estaba embarazada, ella desaparece cuando la consideran una traidora a la causa (¿?). Kyrah se aleja de Isaac y del niño, ya que la pareja teme por la vida del pequeño.
Luego, como se verá, deberían preocuparse por la salud mental de Ky, por las cosas que presencia.
¿Ustedes creen, verdaderamente, que la vida de un niño corre peligro en una película estadounidense?
Ky no tendrá un rasguño, lo mismo que su mamá, porque en una misma escena, después de ser vapuleada, en algunas tomas tiene sangre en la boca, los labios y parte del rostro, y en otras increíblemente, no. Y luego sí.
Es que Kerry Washington está muy distinta a lo que hizo en Django sin cadenas, la de Tarantino, y también luce muy diferente, botox y cirugías mediante en lo que era un rostro bellísimo.
Y a Omar Sy (Lupin, en Netflix) le iba mejor -mucho mejor- con los dinosaurios en la primera de Jurassic World. Aquí no tiene que cuidar a Blue ni a ningún velocirraptor, sino a su pequeño hijo Ky, de cinco años, que es más inteligente que sus papis, y al que si hay que encontrarle un parangón con un animalito sería con Lassie.
Se ve que de los genes de sus padres, no sacó nada.
¿Cuándo desbarranca Shadow Force? Quizá no haya un momento preciso, porque hasta en eso el director Joe Carrahan es confuso. ¿Tal vez en el reencuentro de papá, mamá y el nene (no me digan que no pensaban que eso no iba a suceder)? ¿En algunos diálogos o situaciones traídos de los pelos? Puede ser.
El que tampoco se salva es Mark Strong, ese gran actor británico con pequeños papeles en las candidatas al Oscar La noche más oscura, 1917, Tár o El Código Enigma, que interpreta al superior de la Shadow Force. Obviamente se la tiene jurada a la familia Sarr también porque él mismo tuvo sexo con Kyrah y no tolera que ella termine con otro miembro de la Shadow Force.
La resolución de cómo los buenos escapan de los malos, o alguna que otra muerte -vieron que los extras se mueren enseguida, pero los personajes más protagónicos tienen una agonía eterna- son otra muestra de que esta película no se aguanta mucho tiempo ni viéndola en el living de casa con el control remoto a mano.
“Shadow Force: Sentencia de muerte”
Acción. Estados Unidos, 2025. 104’, SAM 13 R. De: Joe Carnahan. Con: Omar Sy, Kerry Washington, Mark Strong, Da’Vine Joy Randolph, Jahleel Kamara. Salas: Hoyts Unicenter, Cinépolis Avellaneda, Showcase Norcenter y Haedo.
Cortesía de Clarín
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