
Lo que eliges comer a lo largo del día influye directamente en la calidad de tu descanso nocturno. Según diversos especialistas en nutrición y sueño, una alimentación adecuada antes de acostarse no solo favorece un sueño más reparador, sino que también contribuye a funciones esenciales como la regeneración celular, el fortalecimiento del sistema inmune y el equilibrio de procesos vitales durante el descanso.
“La comida que se ingiere antes de dormir puede tener un efecto profundo sobre la calidad del sueño. Mientras algunos alimentos favorecen el descanso, otros pueden ser contraproducentes”, explica Chelsie Rohrscheib, especialista en sueño de la compañía Wesper en Nueva York.
Lee: Banco Mundial advierte que la pobreza va de mal en peor
Despertarse varias veces durante la noche o tener dificultades para volver a dormir podría ser una señal de que ciertos elementos en la dieta están afectando negativamente el descanso. Raj Dasgupta, asesor médico principal de Sleepopolis en California, recomienda estar atentos a las señales del cuerpo: “Si necesitas levantarte muchas veces al baño o te despiertas sintiéndote cansado, es probable que ciertos alimentos estén interfiriendo con tu descanso nocturno”.
Rohrscheib añade que hay alimentos más propensos a causar molestias gastrointestinales o acidez, lo que dificulta quedarse dormido o mantener el sueño.
Alimentos que deberías EVITAR si quieres dormir como recién nacido
1. Comidas picantes
Las comidas muy condimentadas estimulan la producción de ácido en el estómago, sobre todo si se consumen en grandes cantidades y cerca de la hora de dormir. Esto puede generar reflujo ácido y acidez, provocando molestias que impiden dormir bien. Asimismo, la capsaicina puede tener efectos estimulantes sobre el sistema nervioso, aumentando la actividad cerebral y dificultando la relajación.
2. Alimentos grasosos o muy pesados
Este tipo de alimentos demanda más trabajo digestivo, lo que puede generar sensación de hinchazón, reflujo e indigestión. La grasa también relaja el esfínter esofágico inferior, permitiendo que el ácido estomacal suba al esófago, generando acidez o dolor en el pecho.
3. Cafeína
La cafeína bloquea los receptores de adenosina en el cerebro, neurotransmisor clave para inducir el sueño. Además, puede reducir el tiempo que pasamos en fases profundas del sueño y causar despertares frecuentes.
Incluso si logras dormir después de consumir cafeína, podrías tener un sueño fragmentado o superficial, lo que resulta en cansancio al día siguiente.
Mira: La cámara más grande del mundo muestra el universo como nunca antes (FOTOS)
4. Alcohol
Inicialmente puede inducir somnolencia, pero a medida que el cuerpo lo metaboliza, puede causar interrupciones del sueño, especialmente en la duración de las fases REM y del sueño profundo, fundamentales para una recuperación adecuada. Además, su efecto diurético puede hacer que te levantes varias veces al baño, interrumpiendo el descanso.
5. Alimentos ultraprocesados y con alto contenido de azúcar
Los productos con azúcares añadidos y altamente procesados generan picos y caídas bruscas en los niveles de glucosa, lo que puede provocar despertares nocturnos y dificultad para conciliar el sueño. “Cuando el nivel de azúcar cae demasiado, el cerebro nos despierta para buscar más alimento y estabilizar la glucosa”, señala Rohrscheib. Estos alimentos estimulan el sistema nervioso, interfieren con el ritmo circadiano y alteran la producción de melatonina y serotonina.
*Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp.
AO
Cortesía de El Informador
Dejanos un comentario: