¿Qué son las stablecoins? La clave para pagos rápidos y seguros en América Latina

Durante años, las stablecoins, o monedas estables, han existido en una zona gris tanto regulatoria como financiera. Estos tokens, cuyo valor se vincula a un activo real o se ajusta mediante algoritmos, buscan ofrecer estabilidad frente a la volatilidad que caracteriza a otras criptomonedas. Su objetivo: brindar refugio a los inversores en momentos de incertidumbre. 

FERIA DE SAN FRANCISCO

En América Latina y otras regiones, las stablecoins se utilizan de manera cotidiana en empresas que enfrentan inflación, realizan pagos transfronterizos y acceden a servicios financieros limitados. Sin embargo, la adopción generalizada no depende únicamente del entusiasmo: requiere infraestructura.

A pesar de los avances, gran parte de la región sigue en etapas tempranas de desarrollo de una economía basada en stablecoins. Para que funcionen a gran escala, no basta con crear nuevas monedas; se necesita liquidez, interoperabilidad, herramientas de cambio de calidad institucional, integración de crédito y rieles en el mundo real.

Un ejemplo clave es la liquidez. En América Latina, esta ya no proviene únicamente de actores nativos del ecosistema cripto, sino también de instituciones financieras tradicionales, un cambio que fortalece el sistema. Cuando el precio de las stablecoins se acerque al de las monedas fiduciarias, sus ventajas—liquidación más rápida, comisiones más bajas y programabilidad—se harán más evidentes. Una vez alcanzada la paridad, las stablecoins dejarán de ser alternativas y podrían convertirse en el estándar.

El valor de estas monedas va más allá del simple intercambio. En México, empresas con operaciones internacionales utilizan stablecoins para convertir pesos a dólares o yuanes digitales de manera casi inmediata, evitando los costos y retrasos de las transferencias bancarias tradicionales. Esto optimiza la gestión de flujo y reduce la exposición a la volatilidad cambiaria.

Además, las stablecoins transforman el envío de remesas, un mercado estratégico en América Latina. Más del 10% de las remesas enviadas desde Estados Unidos a México ya utilizan plataformas como Bitso para procesarlas con monedas estables, reduciendo costos y tiempos de operación de manera significativa.

No obstante, la fragmentación sigue siendo un desafío. Con el aumento de tokens vinculados al dólar, cada nueva moneda requiere su propio fondo de liquidez, creando silos que dificultan la escalabilidad. Una alternativa prometedora son las “canastas de dólares estadounidenses”, activos compuestos que unifican precios y liquidez, fomentando interoperabilidad y resiliencia. 

El perfil de las empresas de stablecoins también está cambiando. Ya no se comportan como startups tecnológicas; funcionan como firmas de trading, operando mesas de liquidez, sistemas de pago y atendiendo a clientes institucionales con la sofisticación de un banco de primer nivel.

El futuro de estas monedas no está en los márgenes financieros, sino en su centro. Cuando grandes empresas energéticas en América Latina, como Pemex, utilicen stablecoins como parte rutinaria de sus operaciones de trading, la transformación será evidente.

La dinámica de expansión ya está en marcha y el interés sigue creciendo. Líderes empresariales, reguladores y expertos se reunirán el 27 y 28 de agosto en Ciudad de México en la primera Stablecoin Conference LatAm para debatir oportunidades y desafíos.

Este tipo de diálogos serán clave para que las stablecoins cumplan su promesa de transformar el panorama financiero regional. Conoce más y registrate en: https://stablecoinconferencelatam.com/

OBRAS DE INFRAESTRUCTURA HIDALGO

Cortesía de El Economista



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