¿Queremos la anarquía global?

Sin el derecho internacional el mundo se convertiría en el planeta de la anarquía.

FERIA DE SAN FRANCISCO

Estamos a tiempo de aprender del pasado, pero las agitadas aguas de la geopolítica están poniendo en serios riesgos a organismos multilaterales. Uno de ellos, la ONU.

Se dice fácil, pero de no existir el derecho internacional se dispararía de inmediato la violación de los derechos humanos; las invasiones a países se convertirían en una constante y, por lo tanto, habría más conflictos bélicos.

¿Queremos llegar a ese escenario?

El derecho penal internacional tiene su origen en lo ocurrido hace 80 años, donde líderes nazis que provocaron millones de muertes fueron presentados ante tribunales.

Los llamados Juicios de Núremberg marcaron un hito.

Los llevados a juicio se les acusó de los siguientes cargos: l) uso del control nazi para la agresión contra estados extranjeros; II) crímenes de guerra; III) delitos contra la paz; IV) crímenes de lesa humanidad; V) asesinatos a civiles en los territorios ocupados y en alta mar; VI) destrucción sin finalidad alguna de ciudades y pueblos; VII) ataques a Polonia; VIII) acciones agresivas en contra de Austria y Checoslovaquia; y, IX) germanización de los territorios ocupados.

El formato de los juicios fue una mezcla de tradiciones legales en la que comparecieron acusadores y defensores conforme a normas procesales de origen anglosajón, donde las decisiones y sentencias fueron impuestas por un panel de jueces.

Personaje destacado de los Juicos de Núremberg fue el abogado soviético Román Rudenko, quien presentó un documental con escenas dantescas que mostraban sobrecogedoras y descarnadas escenas de las atrocidades cometidas por los nazis en su territorio. El efecto que causó esta prueba daba testimonio irrefutable de lo ocurrido y provocó una profunda impresión entre los asistentes, aun incluso en los abogados defensores de los nazis.

Durante la segunda mitad del siglo pasado, ya con el derecho internacional asimilado en jurisdicciones locales, surgieron organismos nobles cuyo basamento internacional se encontraba precisamente el derecho internacional. Un ejemplo: lo que hoy conocemos como la Unión Europea.

Ochenta años después del final de la Segunda Guerra Mundial, organismos como la ONU o la propia Unión Europea comienzan a empequeñecer frente a personajes radicales a quienes les molesta cumplir con sus compromisos con el derecho internacional; no les gusta los contrapesos.

La cesión de soberanía de los países pertenecientes a la Unión Europea les aseguró no haber tenido conflictos bélicos entre sus miembros, por lo pronto desde su nacimiento (1956) al día de hoy.

Vivimos momentos tensos; lo mejor es mirar hacia el pasado para no repetir los errores.

OBRAS DE INFRAESTRUCTURA HIDALGO

Cortesía de El Economista



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