Una vez más la Lyst Index regresa y posiciona las marcas de lujo según popularidad, ventas, menciones y búsquedas en un periodo de tres meses.
En esta ocasión, Saint Laurent tomó el primer lugar sin escándalo. Con un estilo que no genera ni ruido, ni exceso: solo sastrería impecable, actitud tranquila y esa seguridad elegante que no necesita anunciarse. Entra, se mueve con calma, y gana.
Miu miu baja al segundo puesto, pero sigue marcando conversación: romántica, divertida, con ese encanto moderno que nadie ha logrado imitar. Aun así, esta temporada la atención va a la solidez de Saint Laurent: enfoque claro, estilo constante y cero necesidad de probar algo a nadie.
El mood está clarísimo: ya no se trata de llamar la atención, sino de tener criterio. Menos logomania, más cortes perfectos. Loafers pulidos, siluetas limpias, piezas que duran y elevan. Es estilo tranquilo , pero firme. Confianza suave, elegancia sin ruido.
El encanto de lo mínimo bien hecho
Si algo definió este ranking es la obsesión con la elegancia silenciosa. Los productos más buscados no necesitan show: loafers arquitectónicos, sweaters de cashmere grueso, blazers que parecen haber sido cortados con láser y paciencia japonesa. Las piezas-fetiche no gritan tendencia, son statements. Es ropa que construye carácter más que look.
COS rompe el tablero y se sube al Top 3 global gracias a su unicidad: básicos que parecen esculturas, cortes generosos y estética limpia, +147% en búsquedas no es casualidad la gente quiere sentirse impecable sin esfuerzo, y COS logró que estar en control se viera effortless (aunque no lo estemos).
(@lyst)
El hype se fue a dormir; la permanencia está en su era
Lo que este ranking gritó (sí, irónico) es que el mercado está cansado de la moda efímera. No más prendas que existen solo por trend cycle. Ahora se premia lo que trasciende, lo que se siente pensado, lo que tiene estructura emocional y material. Miu Miu sigue moviendo cultura, sí, pero la corona la lleva quien mantiene el pulso firme incluso cuando las tendencias intentan empujarte a la locura estética.
(@lyst)
El consumidor ya no quiere solo verse trendy; quiere ser alguien desde su ropa. Quiere consistencia, propósito y piezas que vivan más allá del feed. Bienvenidos a la era del “curar, no acumular”, donde el estilo se cultiva, no se improvisa. Y quien no tenga narrativa clara, se queda atrás.
Loafers, cashmere, tenis escultura y control emocional
Este trimestre nos dejó un starter pack emocional: zapatos formales con actitud, tejidos nobles, tenis-arte (hola Nike × Jacquemus) y una vibra de slow mornings. La moda sigue aspiracional, pero ahora aspira a disciplina, claridad y elegancia interior.
(@jacquemus )
No se trata solo de verse caro, sino de sentirse afinado. De que cada pieza funcione como cápsula de autocontrol, ambición y estilo adulto contemporáneo. En resumen: ya no se trata de llamar la atención, sino de dejar claro que no necesitas pedirla. Luxury is a frequency y solo algunos pueden sintonizarla.
Cortesía de "quien.com"
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