¿Quién ganará el Nobel de Física 2024? Sigue en directo el anuncio de los premiados de este año

Los ordenadores no tienen la capacidad de pensar por sí solos pero, con un poco de ayuda, sí que pueden funcionar como un cerebro y lograr cosas verdaderamente excepcionales. El Premio Nobel de Física 2024 reconoce a los trabajos pioneros de dos investigadores, John Hopfield y Geoffrey Hinton, que enseñaron a los ordenadores a aprender por sí mismos y, esencialmente, a encontrar la aguja en la paja en un mar cada vez más complejo de datos. “El aprendizaje automático basado en redes neuronales está revolucionando la ciencia, la ingeniería y la vida cotidiana. Gracias a esto, la humanidad cuenta ahora con un nuevo elemento en su caja de herramientas para crear un mundo mejor”, afirman con gran entusiasmo desde la Real Academia de las Ciencias de Suecia tras el anuncio de este prestigioso galardón científico.

Según argumentan desde el comité del Nobel, los trabajos de Hopfield y Hinton han sido pioneros clave para desarrollar la caja de herramientas que actualmente utilizan científicos de todo el mundo para estudiar desde las células que intervienen en el desarrollo de un cáncer hasta la formación de estrellas, planetas y galaxias situadas a millones de años luz de nosotros. Hopfield ha sido premiado por la creación de una red neuronal que funciona como una memoria y, por lo tanto, es capaz de almacenar todo tipo de datos, patrones e imágenes. Hinton, por su parte, ha sido reconocido por el desarrollo de modelos de ‘deep learning’ que permiten a un ordenador descubrir patrones complejos en un mar de datos. 

Los trabajos de estos científicos se utilizan para estudiar desde las células que intervienen en el desarrollo de un cáncer hasta la formación de estrellas

La historia de este premio viene de lejos. Allá por la década de los cuarenta, la comunidad científica empezó a preguntarse por los principios matemáticos que rigen el funcionamiento de nuestro cerebro y, a su vez, por cómo la interacción entre las neuronas permitía el aprendizaje y consolidaba los recuerdos. Todas estas ideas crearon un caldo de cultivo y de ideas que, décadas más tarde, inspiró a Hopfield y Hinton a estudiar cómo se podían trasladar todos estos principios a un ordenador para que este también pudiera aprender a pensar y resolver problemas complejos de forma autónoma. Sus trabajos se iniciaron en la década de los ochenta, tardaron alrededor de treinta años en dar sus frutos pero ahora, según afirman desde el comité del Nobel, ya han revolucionado toda la ciencia.  

Semana de premios

El galardón de física anunciado este martes es el segundo de la semana de los Nobel de este año. Ayer se dieron a conocer los ganadores del premio de Medicina, que reconoció el trabajo de los descubridores del microARN, el secreto para entender cómo funcionan nuestros genes y por qué a veces presentan mutaciones. Mañana miércoles, también a partir de las 11.45, llegará el turno del galardón de la categoría de química, siendo este el último de los premios dedicados a las ciencias puras.

Más allá de los temas premiados, también hay mucha expectación sobre la identidad de los ganadores. Sobre todo porque, año tras año, la comunidad científica lamenta la falta de mujeres entre los perfiles distinguidos por estos galardones. En más de un siglo de historia, tan solo doce mujeres han recibido el Nobel de Medicina, cinco el de Física y siete el de Química. Esto supone menos del 6% del total de premiados, que ascienden a más de 960 desde el inicio de estos galardones. “La inmensa mayoría de los premios han ido a parar a hombres blancos, en su mayoría de occidente. Los Nobel tienen un problema sistémico en cuanto a diversidad”, señala una columna de opinión publicada en las páginas de la revista ‘Nature’.

Cortesía de El Periodico



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