
Las bolsas no dejan de subir bajo casi ningún argumento. El índice S&P500 registró ayer un nuevo récord. El Nasdaq prácticamente hizo lo mismo, el Nikkei japonés alcanzó los 50,000 puntos por primera vez y el grupo de las “7 magnificas” (Apple, Alphabet, Amazon, Nvidia, Microsoft, Tesla, y Meta) también se ubicó en máximos. La mayoría de los índices en mercados desarrollados ha experimentado un ascenso en los últimos meses.
Hay muchas explicaciones del movimiento de los mercados. El crecimiento sostenido de utilidades y las sorpresas positivas que se están viendo en los reportes financieros al tercer trimestre, en conjunto con una expectativa consolidada de que bajarán las tasas de interés, son los principales móviles. En esta semana se espera que la Reserva Federal (Fed) baje las tasas; además, cinco de las 7 empresas que han liderado el alza de las bolsas reportará resultados a partir de hoy. No parece que las noticias en estos campos vayan a cambiar el curso de las cosas.
Agregue además una razón de mucho peso para generar expectativas positivas: la aparente presencia de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China que se podría concretar el jueves con la reunión programada del presidente Trump y el presidente Xi. El riesgo latente de una rispidez comercial entre los dos grandes pudiera quitarse de la mesa. Los inversionistas siguen propensos a mantener posiciones de riesgo.
Al mismo tiempo, Amazon anunció que eliminará 14,000 puestos corporativos como parte de una reestructuración destinada a reducir burocracia y reasignar recursos hacia áreas prioritarias. El CEO, Andy Jassy, busca aumentar la eficiencia y acelerar la automatización con inteligencia artificial, tras varios años de recortes que ya eliminaron 27,000 empleos. Los despidos podrían llegar hasta 30,000, según Reuters.
La falta de datos económicos, por el ya prolongado cierre del Gobierno, no permite que se genere una idea del entorno de crecimiento en los Estados Unidos; se observaba una debilidad en el empleo durante el verano que se asume se ha intensificado, pero las estimaciones de crecimiento como el índice adelantado del PIB que publica la Reserva Federal de Atlanta apuntan a lo contrario, con una expansión cercana a 4% en el PIB correspondiente al tercer trimestre de 2025.
Un crecimiento alto, que mantenga el ritmo de aumento de las utilidades, pero con disminuciones en el empleo que motiven a la Fed a seguir bajando las tasas de interés, es el escenario que sostiene el elevado optimismo de hoy día.
En parte, la debilidad laboral se justifica por los altos niveles de inversión en el sector tecnología relacionado con la inteligencia artificial, lo que da como resultado el incremento de la productividad que se genera por estos avances tecnológicos. Con esto último, el crecimiento de la economía podría sostenerse al menos en el mismo ritmo observado en los últimos trimestres. Lo que se entiende como una recuperación sin trabajos.
El mercado de futuros de la tasa de fondos federales ya descuenta 5 recortes de la tasa de referencia, dos en lo que resta del año y 3 más a lo largo del 2026.
La expectativa está respaldada por que la Fed daría un mayor peso a los datos de debilidad del mercado laboral en momentos en que la inflación (de acuerdo con datos extra-calendario publicados la semana pasada) observa aun un sesgo de baja y efectos muy poco perceptibles de los aranceles aplicados a muchos productos.
De este modo, los inversionistas consideran que el crecimiento será menor, pero suficientemente positivo para mantener la ruta de aumento de las utilidades, en especial de las 7 mencionadas al inicio. Si la debilidad del empleo se traduce en la inexistencia de una recuperación, la perspectiva cambia. Lo mismo si el crecimiento resulta ser elevado y la Fed decide volver a concentrarse en el potencial de alza de la inflación y reducir la tasa en menor proporción a la que se anticipa.
Por el momento, el entusiasmo persiste y los mercados parecen inmunes ante noticias que podrían parecer adversas. Hay que esperar a analizar datos referentes al crecimiento, hoy ausentes, y escuchar bien a la Fed en su comunicado y en la posterior rueda de prensa del presidente Jerome Powell. El cierre de 2025 puede ser positivo, pero las tendencias del próximo año aún se basan en consideraciones poco claras.
*Rodolfo Campuzano Meza es director general de INVEX Operadora de Fondos de Inversión.
Cortesía de El Economista
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