Reforma aduanera endurece sanciones y exige mayor control desde enero de 2026

Con 77 votos a favor, 38 en contra y una abstención, el Senado de la República aprobó la reforma a la Ley Aduanera, una de las piezas centrales de la estrategia fiscal impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum. El dictamen será devuelto a la Cámara de Diputados para su revisión final antes de ser enviado al Ejecutivo federal y publicado en el Diario Oficial de la Federación.

La nueva legislación busca cerrar los espacios de evasión fiscal y contrabando, modernizar los procesos aduaneros y fortalecer la supervisión sobre agentes y empresas que participan en operaciones de comercio exterior.

Principales cambios de la reforma aduanera

La entrada en vigor de la nueva ley fue fijada para el 1 de enero de 2026, con el objetivo de dar tiempo a la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) y al Servicio de Administración Tributaria (SAT) para actualizar sus sistemas, capacitar a su personal y adaptar los procesos tecnológicos.

Entre los cambios más relevantes destacan:

Medida Descripción
Creación del Consejo Aduanero Integrado por Hacienda, SAT, ANAM y la Secretaría de Anticorrupción. Tendrá la facultad de otorgar, suspender o cancelar patentes a agentes aduanales.
Certificación periódica Las patentes aduanales tendrán vigencia de 20 años, pero los agentes deberán certificarse cada 3 años para continuar operando.
Responsabilidad solidaria Se eliminan las excepciones, por lo que agentes aduanales podrán ser sancionados junto con importadores o exportadores en casos de subvaluación o declaraciones falsas.
Control digital obligatorio Todos los recintos fiscales deberán implementar sistemas tecnológicos para garantizar la trazabilidad de las mercancías.

Debate legislativo: críticas y defensas

Durante la discusión en el Senado, legisladores de oposición advirtieron que la reforma podría “criminalizar al sector aduanal” al imponerle responsabilidades que, en su opinión, deberían recaer en las autoridades fiscales. También alertaron sobre el riesgo de frenar el flujo comercial por la carga regulatoria adicional.

En contraste, el bloque oficialista defendió el proyecto. Miguel Ángel Yunes Márquez, presidente de la Comisión de Hacienda, afirmó que las nuevas disposiciones “fortalecen el comercio formal con mayor certidumbre y trazabilidad” y que las sanciones buscarán “castigar a quienes distorsionan el mercado y dañan la hacienda pública”.

Lo que sigue en el proceso legislativo

Tras su aprobación en el Senado, la reforma regresará a la Cámara de Diputados, que deberá ratificar el dictamen en los próximos días. Si no se realizan cambios, será enviada al Ejecutivo federal para su promulgación y posterior publicación en el Diario Oficial de la Federación.

La entrada en vigor está programada para el 1 de enero de 2026, aunque algunas disposiciones específicas podrán tener plazos distintos según lo establecido en los artículos transitorios.

Una nueva etapa para las aduanas mexicanas

Con estas modificaciones, el gobierno busca avanzar en su política de digitalización, control fiscal y combate al contrabando. La reforma endurece el marco legal para operaciones irregulares, impone mayor responsabilidad a los agentes aduanales y refuerza la supervisión sobre los procesos de importación y exportación.

El reto será implementar las nuevas reglas sin afectar la competitividad del comercio exterior, en un contexto global en el que la trazabilidad, la tecnología y la transparencia son cada vez más relevantes para el intercambio de mercancías.

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Cortesía de El Contribuyente



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