
La trigésima edición de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que tiene lugar desde el lunes pasado en la ciudad de Belém, en Pará, Brasil, no ha estado exenta de manifestaciones.
Desde el martes pasado, decenas de representantes de los pueblos indígenas de la región amazónica se enfrentaron con guardias de seguridad en el Centro de Conferencias de la ciudad brasileña con el objetivo, a decir de reporteros de la agencia AFP, de “presentar sus reivindicaciones en el interior, pero no les dejaron entrar”, según explicó Joao Santiago, profesor de la Universidad Federal de Pará.
Maria Clara, una manifestante de la asociación Rede Sustentabilidade de Bahia, explicó a la agencia citada que la protesta tenía como objetivo “alertar sobre la situación de los pueblos indígenas”, dado que, expuso, “sus voces son ignoradas”.
En contraste, la ministra brasileña de Pueblos Indígenas, Sonia Guajajara, dijo la semana pasada en entrevista a la AFP que su país quería hacer del evento climático “la mejor COP en términos de participación indígena”.
Por su parte, la organización de la COP30 anunció este miércoles que durante los últimos siete meses, el gobierno brasileño “a través del Ministerio de los Pueblos Indígenas (MPI), en asociación con la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), promovió una serie de encuentros para preparar líderes e informar a estas poblaciones sobre el funcionamiento y la relevancia de la COP30”, según se puede leer en una nota difundida a través de la página oficial de la COP30.
Dicha iniciativa lleva por nombre Ciclo COParente, para la cual se reunieron las opiniones de alrededor de 80 pueblos indígenas de la región, esto para establecer agendas de trabajo en el contexto de la cumbre. En total, difunde la COP30, de estos encuentros preparativos participaron casi 2,000 representantes de los 391 pueblos indígenas que viven en el país sudamericano.
“Organizamos todo el proceso para preparar esta participación y lograr que el mundo escuche, a partir de su presencia, la contribución que los pueblos indígenas ya brindan en el enfrentamiento de la crisis climática: nuestro modo de vida, los sistemas alimentarios a través de la agroecología, las acciones de reforestación y restauración de manantiales”, subrayó Sonia Guajajara.
Asimismo, la presidenta de la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (FUNAI), Joenia Wapichana, aseveró que dichos preparativos “se relacionan estrechamente con la práctica de los pueblos indígenas: el cuidado que tenemos con el suelo, con los manantiales de agua, el uso de los conocimientos tradicionales para las buenas prácticas sostenibles. Y ahí se fue percibiendo: ya lo hacemos desde hace mucho tiempo, desde antes de la propia existencia de la COP. Ahora, esto necesita ser reconocido”.
Activistas protestan
a bordo de barcos
Por otro lado, la organización internacional Greenpeace difundió a través de un boletín que este miércoles, cerca de 5,000 personas a bordo de 200 embarcaciones navegaron en aguas de la zona delta del Amazonas para manifestarse, a decir del boletín, “contra las soluciones climáticas falsas”.
En este contexto, Carolina Pasquali, directora ejecutiva de Greenpeace Brasil, afirmó que “las miles de personas que hoy integran la flotilla están demostrando la fuerza de un movimiento global unificado: comunidades que se han visto afectadas por fenómenos meteorológicos extremos y por empresas que se benefician de la destrucción de nuestro planeta, pueblos indígenas que llevan generaciones luchando por sus derechos, sus tierras y los bosques, y una sociedad civil que exige medidas reales a los líderes mundiales y a los negociadores de la COP. Esta debe ser la COP de la acción. Acción por el clima, acción por los bosques, acción por las personas”.
Por su parte, Luene Karipuna, líder indígena, afirmó: “Estamos aquí para decirle a la gente que la respuesta somos nosotros, los pueblos indígenas, nuestro conocimiento ancestral y la protección de nuestras tierras. Nuestro territorio se ve afectado por la exploración petrolera en la Amazonia y por la falta de respeto a los derechos indígenas. Necesitamos que la COP debata una transición energética para eliminar los combustibles fósiles”.
La COP30 se desarrollará hasta el próximo 21 de noviembre.
(Con información de AFP y Greenpeace).
Cortesía de El Economista
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