Relevo en NAFIN

Ajeno a conflictos que involucran a su familia más cercana, Luis Antonio Ramírez Pineda nunca tuvo que responder por las acusaciones o indagatorias de las entidades financieras sobre sus hermanos.

FERIA DE SAN FRANCISCO

Su salida de la dirección general de Nacional Financiera y Bancomext estaba decretada desde hace seis meses. La historia de su relevo revela las tensiones que se viven dentro del equipo económico del claudismo, motivados por la disputa de la subsecretaría vacante, a la que aspiraba Roberto Lazzeri y a la que finalmente llegó María del Carmen Bonilla.

Al igual que Ramírez Pineda, a la llegada del secretario Edgar Amador a Palacio Nacional, Lazzeri había puesto a disposición de su nuevo jefe su cargo, como jefe de la Oficina del Secretario de Hacienda.

Su permanencia en la primera línea del equipo financiero de la presidenta Sheinbaum deber atribuirse –sin lugar a dudas—a la empresaria tapatía Altagracia Gómez Sierra, titular del Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización de Empresas. Entre las prioridades de la administración federal está la consolidación de los Polos de Desarrollo del Bienestar y NAFIN-Bancomext tienen un papel esencial en este emprendimiento, pero también en el impulso a las mipymes y la expansión del Plan México.

La presidenta Sheinbaum avaló la propuesta de su asesora, pero consultó a Lazzeri si quería quedarse en México u optar por las ofertas que tenía para irse a trabajar a Washington D.C., donde radica ahora el exsubsecretario Gabriel Yorio.

La vacante que Yorio dejó hace 10 meses finalmente fue cubierta. Lazzeri fue institucional, aceptó una segunda opción y quedó a cargo de grandes responsabilidades.

El relevo en NAFIN coincide con el traspaso de los servicios fiducuarios de CI Banco a Grupo Multiva, tras de un breve periodo donde la institución gubernamental hizo frente a la crítica situación, por la intervención decretada por la CNBV. Un hitazo de la institución encabezada por Tamara Caballero, quien en Grupo Interacciones llevaba la relación del banco de Carlos Hank Rhon con gobiernos estatales y municipales.

Conforme a la normatividad vigente, NAFIN requería que se escinda el banco fiduciario y luego fusionar a la sociedad escindida. Con ese modelo —ideado por Lazzeri— no estuvo de acuerdo el director saliente, quien procuró actuar solo como prestador del servicio fiduciario.

Una cartera importante de clientes privados, pero sobre todo de clientes estatales, ha quedado en el corporativo de Olegario Vázquez Aldir. CI Banco ahora acudirá a las cortes de Estados Unidos para combatir la inhabilitación impuesta por el FinCEN, aunque el daño reputacional parece irreversible. No se descarta que también acudan al Poder Judicial de la Federación para reclamar las acciones de la CNBV.

Tanta agresividad puede resultar en un boomerang. En riesgo —para bien o para mal— el traspaso de activos fiduciarios a la Grupo Multiva, lo que cerrar de tajo la posible recuperación mínima patrimonial que esperan los accionistas del banco sancionado.

OBRAS DE INFRAESTRUCTURA HIDALGO

Cortesía de El Economista



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