Renault convierte su antigua fábrica en un templo cultural: realidad aumentada, coches históricos y arte urbano en el espacio más ambicioso de su historia

Renault ha anunciado uno de los proyectos más ambiciosos de su historia reciente: una gran exposición pública y permanente que reunirá más de 125 años de patrimonio automovilístico, artístico e industrial. Será en Flins, a las afueras de París, en un espacio de nueva construcción que abrirá sus puertas en 2027 y se convertirá en un hito cultural para los amantes del motor y la historia contemporánea. El nuevo espacio, denominado provisionalmente “The Collections”, no solo mostrará centenares de vehículos históricos —desde el Renault Type A de 1898 hasta concept cars visionarios—, sino también una riquísima colección de documentos, objetos, obras de arte y piezas de diseño vinculadas a la evolución de la marca. A través de una experiencia inmersiva, el visitante podrá sumergirse en la historia viva de Renault, redescubriendo su papel como actor clave en la transformación de la sociedad y de la cultura popular.

La exposición no será estática: ofrecerá actividades interactivas, talleres de restauración en vivo, eventos temporales y recorridos guiados con realidad virtual. En palabras de Fabrice Cambolive, CEO de Renault, se trata de una manera de compartir con el público una herencia que “inspira el futuro” y que “pertenece a todos”. Para Renault, mirar hacia atrás es también una forma de mirar hacia adelante. Especialmente en una época en la que se impulsa el plan con el que Renault quiere democratizar el coche eléctrico en España, acercando la movilidad cero emisiones a nuevos públicos sin perder su identidad popular.

Este espacio, que combina museografía innovadora, arquitectura vanguardista y un compromiso genuino con la memoria industrial, se convertirá en un símbolo de la “Renaulution”: la reinvención de la marca como pionera de la movilidad del mañana, sin olvidar su profunda conexión con la sociedad, el arte y la historia del siglo XX.

Un proyecto patrimonial sin precedentes

Renault quiere que su historia no permanezca en archivos cerrados ni en garajes privados, sino que cobre vida en un entorno accesible, abierto y espectacular. La nueva sede en Flins será un lugar dinámico, donde se expondrán los grandes hitos técnicos y culturales de la marca.

Desde el primer Renault Type A hasta los modelos que marcaron generaciones, el proyecto está concebido como un viaje emocional e histórico para el visitante, que podrá revivir recuerdos personales y descubrir la dimensión artística e industrial de cada vehículo.

Flins: el lugar donde todo empezó (y donde todo se reimagina)

El emplazamiento elegido no es casual. La planta de Flins, inaugurada en 1952, es un símbolo de la historia industrial francesa. Aquí se fabricaron clásicos como el Renault Dauphine, el R5, el R4 y cuatro generaciones del Clio.

Hoy Flins se ha transformado en la Refactory, una instalación dedicada a la economía circular. El nuevo museo refuerza ese espíritu, conectando pasado, presente y futuro bajo el mismo techo.

Arquitectura con alma: entre lo industrial y lo escultural

Diseñado por el arquitecto Jacob Celnikier, el edificio es una obra en sí misma. Se compone de seis volúmenes verticales entrelazados como muñecas rusas, creando una fachada abierta, ligera y llena de aperturas visuales.

El diseño dialoga con la histórica fábrica ortogonal de Zehrfuss al tiempo que introduce una estética moderna. Desde el exterior se podrá vislumbrar la “pared de coches”: cientos de vehículos dispuestos como esculturas suspendidas.

Una experiencia museográfica inmersiva

El recorrido se concibe como una experiencia multisensorial: habrá visitas guiadas, zonas interactivas, realidad aumentada y recorridos temáticos. El visitante no será un espectador pasivo, sino parte activa de la historia.

Destaca la “odisea Renault”, una instalación de realidad virtual que permitirá recorrer en primera persona los grandes momentos de la marca, desde sus inicios hasta su apuesta por la electrificación y la sostenibilidad.

Vehículos históricos: una colección en movimiento

La joya de la exposición será la muestra de vehículos: más de 200 coches históricos, muchos de ellos en perfecto estado de circulación, gracias al trabajo meticuloso de seis técnicos dedicados a su conservación.

Entre los modelos se encuentran piezas únicas, desde automóviles de preguerra hasta prototipos de Fórmula 1, pasando por concept cars y leyendas como el Alpine A110 o el Renault 5 Turbo. Este último, que ha vuelto a escena con una reinterpretación eléctrica que conecta pasado y futuro, es también protagonista del artículo “Del garaje de los 70 al número uno en ventas”.

Los objetos que cuentan una época

Renault ha recopilado más de 2400 metros lineales de archivos: planos, carteles, juguetes, copas, medallas, miniaturas y publicaciones. Todos estos elementos ayudan a comprender la historia del automóvil como fenómeno cultural.

Estas piezas permiten ver cómo Renault ha formado parte de la vida cotidiana, desde la infancia hasta los viajes en familia, dejando una huella imborrable en la memoria colectiva.

El arte como motor: una colección única en la industria

Renault fue una de las primeras marcas en vincularse con el arte contemporáneo. La colección de arte, que también se expondrá, incluye obras de Doisneau, Vasarely, Arman, Erró o Dubuffet.

Estas piezas no son un mero adorno, sino un testimonio del diálogo entre arte e industria. Algunas están inspiradas directamente en modelos Renault, convirtiendo el coche en un objeto estético, social y simbólico.

Una fundación para preservar y proyectar la cultura

La Fundación Renault para el Arte y la Cultura, creada en 2024, se encargará de conservar y enriquecer esta colección. Su misión: tender puentes entre pasado y futuro, entre industria y creatividad.

Además de proteger el legado artístico, apoyará a nuevos talentos, especialmente en disciplinas como el arte urbano, que conecta con los valores populares y el espíritu callejero de Renault.

The Art Factory: el arte urbano entra en la fábrica

Flins alberga desde hace poco ‘The Art Factory’, una residencia artística de 3200 m² donde creadores de street art pueden trabajar en un entorno industrial. El espacio ocupa antiguos talleres de pintura de la fábrica.

Allí, artistas como Jean Faucheur o Gérard Zlotykamien reinterpretan piezas industriales —como un autobús Renault de 1937— en clave artística, llevando el reciclaje y la creatividad a nuevas cotas.

Una exposición viva, en constante evolución

La colección no será estática. Renault planea renovar parte de su exposición vendiendo modelos duplicados en subastas, como la organizada por Artcurial en diciembre de 2025. Esto permitirá incorporar nuevos vehículos y objetos, garantizando que cada visita sea diferente. La exposición está pensada como un organismo vivo, que crece y cambia con el tiempo.

Renault no solo fabrica coches: fabrica cultura. Su historia está entrelazada con la música, la publicidad, la arquitectura y los hábitos sociales. Esta exposición es también una celebración de ese legado intangible.

Desde el Renault 4 hasta el Zoe, la marca ha acompañado los grandes cambios de la sociedad europea. Ahora quiere contar esa historia con rigor, emoción y tecnología.

“The Collections“: Un espacio para el futuro

Más que un museo, “The Collections” será un lugar de reflexión, creación e inspiración. Un puente entre la nostalgia y la innovación. Un lugar donde padres, hijos y nietos podrán mirar juntos al pasado para entender el futuro. La exposición no es solo una mirada al ayer, sino una reafirmación del papel de Renault como líder cultural, social y tecnológico en la movilidad del mañana.

Cortesía de Muy Interesante



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