Robo millonario en el Louvre: detuvieron a otros cinco sospechosos

La investigación por el millonario robo al Museo del Louvre avanza. Este jueves la fiscal de París, Laure Beccuau, informó que en las últimas horas detuvieron a cinco nuevos sospechosos, entre ellos un hombre cuyo ADN lo vincula con el cinematográfico asalto. 

Beccuau reveló que los cinco detenidos fueron arrestados simultáneamente en el distrito XVI de París y en los alrededores de la ciudad, concretamente en el departamento 93 (Seine-Saint-Denis) durante la tarde y la noche del miércoles.

Entre ellos hay un sospechoso que “era objetivo de los investigadores” desde el robo de las joyas del Museo, ya que existen “pruebas de ADN que lo vinculan con el hecho”.  “Era uno de los sospechosos que teníamos en el punto de mira”, añadió en declaraciones a radio RTL.

Sobre los otros cuatro sospechosos, la funcionaria explicó que “pueden aportar información sobre cómo se desarrolló el robo”. Con estas detenciones, ya suman siete los detenidos por el caso.

Más allá del avance de la investigación, todavía no se pudo recuperar el milonario botín que los asaltantes se llevaron semanas atrás. Las joyas de la monarquía francesa tienen un valor económico de unos 88 millones de euros, según calculó el Louvre. Sin embargo, su valor patrimonial e histórico es inestimable, según los expertos.

Los últimos arrestos se produjeron la misma noche que los dos hombres detenidos el sábado -que reconocieron “parcialmente” su participación en el golpe- fueron imputados formalmente por el juez instructor del caso por “robo organizado y conspiración para delinquir” e ingresaron en prisión preventiva, anunció la Fiscalía de París.

Esos dos hombres, de unos treinta años, “admitieron parcialmente los hechos”, explicó Beccuau, en una rueda de prensa celebrada el miércoles por la tarde. Se sospecha que fueron ellos quienes “entraron en la Galería de Apolo para robar las joyas”, precisó.

Según la fiscal, estos dos arrestados tenían antecedentes penales, uno de ellos por delitos de tráfico y el otro por robo agravado, en concreto, precisó, por tratar de robar un cajero automático estrellando contra él un coche.

El primero, de 34 años y de nacionalidad argelina e instalado en Francia desde 2010, trataba de volver a su país cuando fue arrestado en el aeropuerto Charles de Gaulle sobre las 20 horas del domingo. Según la fiscal, su ADN fue encontrado en una de las motocicletas que el comando utilizó en la fuga.

El segundo, de 39 años, fue detenido 40 minutos más tarde cerca de su domicilio de Aubervilliers, en las afueras de París, donde había nacido. Su ADN se halló en una de las dos vitrinas que rompieron para robar las joyas en la Galería de Apolo del museo parisiense, así como en algunos de los objetos abandonados por los ladrones en su huida, señaló Beccuau.

La fiscal añadió que “nada en esta etapa sugiere que los autores tuvieran cómplices dentro del museo”. Sin embargo, los investigadores no descartan la posibilidad de que se trate de un grupo mucho mayor que los cuatro autores identificados por las cámaras de vigilancia, afirmó.

Un asalto al mejor estilo de Hollywood

El domingo 19 de octubre, el Museo del Louvre en París, el más visitado del planeta,  fue asaltado por un grupo comando  que actuaron con una precisión y organización dignas de una película de Hollywood. En apenas siete minutos, los asaltantes se adpoderaron de joyas de “valor inestimable” y escaparon en motos.

Ese día, por la mañana, un grupo de entre tres y cuatro delincuentes asaltó el museo poco después de su apertura al público. Utilizaron equipamiento pesado y lograron acceder a una de las salas más importantes.

Se llevaron joyas de la colección de la Corona Francesa, descriptas por las autoridades como de “valor inestimable”. Saquearon dos vitrinas de la Galería de Apolo. Medios franceses precisaron que se llevaron nueve piezas de la colección de Napoleón y la emperatriz Eugenia. Una de las joyas, la corona de la emperatriz, fue encontrada dañada fuera del museo.

¿Cómo lograron entrar los ladrones?

Aprovecharon que había obras en la fachada que da al río Sena y utilizaron un camión con un “brazo articulado” (una grúa o plataforma elevadora) para llegar directamente a la ventana de la galería en el primer piso. Una vez allí, usaron pequeñas motosierras o cortadoras de disco para romper los cristales e ingresar.

Tras el robo, huyeron en una motocicleta de alta cilindrada que luego fue encontrada abandonada.

Cortesía de Página 12



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