Rubio: Maduro no es presidente de Venezuela

Washington/Caracas. “Maduro NO es el presidente de Venezuela y su régimen No es el gobierno legítimo”, escribió en X el Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio.

Pocas horas antes, Washington había declarado grupo terrorista al cártel Los cinco soles, durante muchos años dirigido por el hoy ministro del Interior, Diosdado Cabello.

“Maduro es líder de Los cinco soles, una organización narcoterrorista que se ha apoderado de un país y está acusado de introducir droga a Estados Unidos”, continuó Marco Rubio.

Hoy se cumple un año de la arrolladora victoria de la oposición venezolana encabezada por María Corina Machado y Edmundo González. Pocas horas después del cierre de las casillas, ellos lograron mostrar las actas oficiales. Sí, oficiales.

A la media noche del domingo 28 de julio Machado reveló que tenían el 73.20% de las actas oficiales firmadas en las casillas electorales. Edmundo González Urrutia tenía 6.27 millones de votos a su favor dejando sobre la lona a Nicolás Maduro (2.75 millones).

Lo que siguió después fue un robo de la dictadura. Maduro, controlando los cinco poderes oficiales de Venezuela (ejecutivo, legislativo, judicial, electoral y el llamado poder de pueblo) se asumió como ganador.

Luego de 365 días del robo electoral María Corina Machado no pierde la esperanza sobre una posible salida de Maduro del Palacio de Miraflores, sede del gobierno venezolano.

“Las horas del régimen de Maduro están contadas”, comentó Machado ayer en entrevista al periódico El Tiempo.

Machado es la cara del liderazgo opositor venezolano. Desde la clandestinidad, Machado comenta que “ningún régimen es más fuerte cuando el único recurso que le queda es la violencia”.

Han pasado siete años desde que la Alta Representante para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, revelara su preocupación por las violaciones ordenadas por Maduro en contra de la oposición.

Bachelet comentó que se encontraba “sumamente preocupada por la magnitud y la gravedad de la repercusión de la crisis actual sobre los derechos humanos, que constituye además un inquietante factor de desestabilización regional”.

¿Y México?

Ayer 27 de julio, el Departamento de Estado emitió un comunicado en el que Marco Rubio “se mantiene firme en su inquebrantable apoyo a la restauración del orden democrático y la justicia en Venezuela”.

Para María Corina Machado, la condición del regreso de la democracia a su país se tendrá que dar con “la fractura del régimen criminal, cuya probabilidad aumenta en la medida en que también lo hace el law enforcement exterior y la organización ciudadana en el interior”.

La participación de Rubio es importante, recuerda Machado: “Esta administración (la de Trump) tiene perfectamente claro que la estabilidad de la región pasa por conjurar la amenaza criminal que encarna el régimen de Maduro, y con Marco Rubio a la cabeza hará todo lo posible por extirpar el problema de raíz”.

Sobre México, ha sido penosa la postura de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) y de la presidenta Claudia Sheinbaum. Solo porque la oposición es de derecha, México no condenó el fraude electoral ni la dictadura venezolana, lo que demuestra que la diplomacia mexicana es dogmática y no de Estado.

Cortesía de El Economista



Dejanos un comentario: