
Es claro que el secretario David Kershenobich, no la tiene fácil, y lo recién sucedido en el Hospital Infantil de México Federico Gómez -donde 45 de sus médicos cirujanos imploran insumos para las cirugías de sus pequeños y graves pacientes- evidenció que no hay narrativa coherente para explicar lo que sucede con el sistema público de salud en el país.
Las palabras de las autoridades de que todo está bien -de que los tropiezos se resuelven de inmediato; de que la carencia y el desabasto ya casi, ahora sí, ya merito, está resuelto-, se tropiezan con la terca realidad. El hecho es que la salud pública está ahorcada presupuestalmente -2.5% del PIB es ínfimo y absolutamente insuficiente cuando la recomendación internacional es de al menos 6% del PIB; el promedio que invierte la OCDE es 12.8% del PIB. En los hospitales donde se atienden los casos graves la carencia es más evidente e inocultable.
Algo que la actual administración no ha esclarecido, pero es donde está atorada, es que parte de la estrategia para voltear el sistema hacia la prevención en el primer nivel de atención, está que ese camino incluye la inanición al tercer nivel, es decir a minimizar la medicina de alta especialidad que históricamente absorbe más recursos por su complejidad y alto costo.
Ahí se explican todas las angustias en la red de 13 Institutos Nacionales de Salud (INS) del CCINSHAE, más el Hospital General de México (HGM), cuyas privaciones este año han caído a niveles inconcebibles. Y es de lo que se sabe, pero en IMSS e ISSSTE no es muy diferente la realidad.
Nadie niega que es necesario priorizar la prevención (donde el costo por vida salvada es 10 veces menor que tratar la enfermedad a posteriori), pero ¿a qué precio? ¿No ven que afectan a los más vulnerables? Sólo por dar un dato: El tercer nivel atiende al 20% de casos complejos que representan el 80% de la carga mortal en niños pobres. Hay proyecciones del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) donde sin inversión equilibrada en salud, el desabasto elevaría la mortalidad infantil en 5-7% para 2026.
El doctor Kershenobich dijo en entrevista con Juan Becerra en Radio Fórmula, que el rezago de cirugías en el HIMFG no es un problema de falta de dinero sino administrativo. Junto con el subsecretario Eduardo Clark fueron al hospital y un “diálogo directo” con los médicos “destrabó” el problema. Sin dar detalle, el asunto -dijo- está resuelto. Difícil de creer.
Primero, si era algo sencillo, ¿por qué el director general del HIMFG, Adrián Chávez López, no lo resolvió antes? ¿por qué reaccionaron hasta que los 45 médicos cirujanos enviaron una carta a Presidencia? Las denuncias públicas de carencias insostenibles en el HIMFG vienen desde abril, y 7 meses después nos enteramos que era algo sencillo de resolver.
Ahora. Si ese es el camino, hay que seguirlo. Si una carta de médicos a la Presidencia derivó en una visita al HIMFG, y se ubicó y resolvió pronto el problema, es urgente y fundamental que todos los médicos de cada hospital de alta especialidad envíen su carta a Atención Ciudadana de Presidencia. Y mejor aún, que las autoridades de Salud visiten uno a uno los INS, constaten las condiciones y desatoren cada caso. Para que evidencien cómo al Hospital General de México le falta desde lo más elemental y básico como jabón y gel antibacterial para desinfectarse las manos; que vean en Cancerología, cómo los apagones eléctricos obligaron a detener las radioterapias, y que la insuficiencia de tratamientos y todo tipo de insumos alargan las listas de espera; que en Cardiología vean las insuficientes pruebas de laboratorio y esperas de meses para cirugías; que en Neurología atestigüen cómo no funciona las resonancias magnéticas y no hay neuroimplantes para sus pacientes.
Otra opción es que los legisladores, si quisieran, sean la solución; que esta semana al discutir el presupuesto 2026, hagan ajustes para evitar el colapso de la alta especialidad médica mexicana.
Sobre anestésicos contaminados de Lituania
En seguimiento al grave caso de anestésicos irregulares provenientes de Lituania que derivaron en contaminación con fentanilo de varios pacientes en hospitales públicos, nos reportan que se logró controlar el problema sin pérdidas de vida. Es una gran noticia, pero eso no debe suceder nunca. Es vital que tanto Birmex como Secretaría de Salud revisen el producto y la empresa designada por el propio gobierno como proveedora de ese anestésico. ¿Qué distribuidora lo ofreció y vendió al Gobierno? ¿De qué farmacéutica lituana son? ¿A qué precio se adquirió? ¿Estaba aprobada por el regulador sanitario Cofepris o alguna agencia validada por la OMS? ¿Tenían registro sanitario? Y si tenían, ¿Cofepris los dejó pasar sin verificar su calidad? Y si fue derivado de una licitación pública, ¿quiénes participaron? ¿Existen fabricantes en México de esos anestésicos? ¿Fueron invitados a participar? No pueden quedarse sin respuesta estas preguntas básicas.
Llega nueva directora a AstraZeneca
Tras la partida a Europa de Julio Ordaz, la biofarmacéutica AstraZeneca hace movimientos estratégicos en su liderazgo en México. Nos reportan que sigue apostando por el talento mexicano y la equidad de género en posiciones de liderazgo. A partir del 1° de diciembre, Leticia Murray regresa a su país de nacimiento como presidenta de AstraZeneca México. Desde mediados de 2022, Murray se venía desempeñando como Cluster President del Cono Sur, con base en Argentina. Entró a AstraZeneca en 2018, donde había asumido direcciones locales, regionales y globales dentro del portafolio oncológico. Y ahora viene de regreso a casa como cabeza de la compañía aquí.
Jorge Caridad, de J&J, asume presidencia de AMIIF
Y continuando en el ámbito de farmacéuticas de innovación, tal como lo habíamos anticipado, desde hace una semana es oficial que desde la vicepresicencia; Jorge Luis Caridad -capitán de Johnson & Johnson Innovative Medicine México-, asume la presidencia interina de la Asociación Mexicana de Industrias de Innovación Farmacéutica (AMIIF). De acuerdo con los estatutos del organismo, desde ahí a Caridad le tocará conducir el proceso de elección y garantizar la continuidad institucional, pero es de esperarse que él mismo sea ratificado como presidente para el siguiente periodo a inicios del próximo año, que era cuando terminaría el periodo de Julio Ordaz, mismo que no pudo culminar por su inesperada transición dentro de AstraZeneca a Europa Oriental.
Cortesía de El Economista
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