S.T.A.L.K.E.R. 2 es un caso muy especial. Lo estuve jugando días previos a su lanzamiento, y los problemas no paraban. Era uno de esos títulos que podían modificar tu estado de ánimo debido a la cantidad de errores que encontrabas. La gran sorpresa fue que, antes de escribir este texto, apareció un parche de actualización de 140 GB, que fue como instalar un juego nuevo.
Tuvimos la oportunidad de jugar la versión para Xbox Series X, así que estamos conscientes de que algunos detalles que mencionaremos más adelante probablemente no ocurren en PC. Podemos asegurar que no estamos ante un escándalo al nivel de Cyberpunk 2077, pero creemos que un retraso adicional no le habría hecho daño.
¿Qué es S.T.A.L.K.E.R.?
El primer título de S.T.A.L.K.E.R. cumplió 17 años. Es probable que no lo conozcas, y más allá del tiempo, estamos hablando de un juego que fue exclusivo durante casi ese mismo periodo de tiempo en PC. Un año después se lanzó una precuela, y para 2010, el tercer título de la saga.
Todo parecía ir de maravilla hasta que, en 2010, revelaron S.T.A.L.K.E.R. 2, y fue cuando comenzaron los problemas para el estudio. En 2012, cancelaron el juego, pero todo cambió en 2018, cuando comenzaron a aparecer pequeños guiños al título. La gran alegría llegó en 2020, cuando GSC Game World confirmó que ya estaban trabajando nuevamente para llevarlo a PC y Xbox en 2021, cosa que no sucedió.
Para añadir más drama a la historia, el estudio ucraniano tuvo que suspender el desarrollo en 2022 debido a la invasión rusa a su país. Lograron trasladar a su equipo a la República Checa, y después de muchos problemas, por fin el juego está disponible.
No es necesario conocer la saga para entrar en S.T.A.L.K.E.R. 2, pero si tienes curiosidad, ya existe una colección con los tres juegos para Xbox One, PS4 y Nintendo Switch.
No se vale parpadear
S.T.A.L.K.E.R. 2 es un título muy exigente y celoso de nuestro tiempo. Nos va a pedir que nos concentremos por completo en la historia, no perder ninguna conversación y leer toda la documentación que encontremos, ya que involucrarse en su trama es uno de sus principales encantos. Si lo que buscas es acción y saltarte todos los diálogos, lo mejor es buscar otra opción.
La historia transcurre en un mundo moderno y postapocalíptico donde debemos interpretar a un Stalker que se adentra en la “Zona de Exclusión”, el lugar donde se desarrolla toda la trama. No estará solo, ya que se enfrentará a diferentes soldados enemigos y, lo peor de todo, criaturas sobrenaturales.
Este título se desarrolla en un ambiente bélico, con zonas abandonadas que solo los ladrones o los militares han pisado. Desde los primeros minutos, te envuelve la sensación clásica que generaban muchos juegos de computadora de hace un par de décadas.
Hablando de la Zona, nos encontramos ante un mundo abierto gigantesco para ser un juego en primera persona, donde la libertad de explorar es impresionante, pero también lo es la posibilidad de que algo nos arruine el camino. Estamos cerca de la planta nuclear de Chernóbil, lo que solo significa peligro, siendo la radiación uno de los menores de ellos.
Queremos destacar la ambientación: no es un lugar que se sienta vacío, sino abandonado, lo cual genera una sensación muy diferente. La tensión y el suspenso juegan un papel importante debido al tipo de enemigos que podrían aparecer, y a la constante duda de si estamos listos para enfrentarlos, ya que, en muchos casos, la reacción debe ser inmediata.
Tan grande y clásico
Pensar en un mundo abierto tan grande para un FPS no es tarea sencilla, por lo que las misiones principales y secundarias se convierten en un elemento obligatorio. Esto permite que el juego se extienda bastante, por lo menos unas 20 horas si decidimos realizar objetivos extras más allá de la campaña.
Lamentablemente, la manera en que se desarrollan las misiones se siente repetitiva. El elemento más interesante son los diálogos o la subtrama que se desarrolla en paralelo. A grandes rasgos, la mayoría de los eventos consisten en ir a un punto del mapa para recuperar algo o eliminar a alguien. En algunos casos, podemos encontrar pequeñas variaciones en la forma en que enfrentamos las situaciones.
Un ejemplo es cuando vamos a buscar a alguien que le debe dinero a gran parte de la población, y al llegar descubrimos que no somos los primeros. Esto puede llevarnos a decidir enfrentarnos a los otros cobradores o ayudarles para que ambos salgamos ganando. Estos momentos se sienten bien, ya que no parecen forzados; muchas veces intentamos hacer algo diferente, y las cosas no salen como lo planeamos.
Regresando al mapa, no hay viajes rápidos y tampoco muchas opciones para avanzar rápidamente, ya que, más allá de poder correr por unos segundos antes de agotar nuestra barra de resistencia, es algo que nunca recomendamos, ya que los peligros externos son tan constantes que lo mejor es siempre estar listos para una emergencia.
Además de los peligros obvios, como las criaturas, también debemos tener en cuenta las alteraciones en la Zona. Podemos encontrarnos con huracanes, descargas eléctricas o campos de fuerza. Estos pueden detectarse a distancia, pero si nos alcanzan, tendremos pocos segundos para escapar antes de morir. El juego no perdona ni una sola oportunidad, y cada vez que tengamos que reiniciar un punto de control, nos recordarán amablemente el número de muertes acumuladas.
Estamos en una zona radioactiva, por lo que también llegaremos a lugares donde comenzaremos a escuchar una especie de estática que nos indica que debemos alejarnos. Además, debemos evitar los gases químicos o las combustiones que pueden ocurrir en cualquier momento. Pocos juegos logran generar esa sensación incómoda al avanzar.
Un juego que te sorprende en las primeras horas, y eso no siempre es bueno
El comienzo del juego puede resultar complicado, empezando por la historia, que podría parecer similar a juegos pasados, pero en realidad es una aventura independiente. La libertad no solo se refleja en la exploración, sino también en los controles. No hay un tutorial que te explique los botones básicos, por lo que si en los primeros minutos sientes que el juego es muy oscuro, lo mejor es encender la lámpara que tienes integrada (si es que no te habías dado cuenta).
Este es solo un ejemplo. En los primeros minutos, aparece un enemigo enorme, y no sabemos cómo actuar: si debemos atacarlo o simplemente escapar. Surgen muchas dudas y pocas respuestas. Por eso es importante leer y escuchar todos los diálogos; la forma en que se desarrolla la historia es lenta, y aunque podemos entender el núcleo, el complemento es lo que hace que todo encaje como un rompecabezas.
El inventario también puede ser un caos, pero el uso de objetos para curarnos es interesante. Tenemos comida que puede mejorar nuestra salud, pero también medicamentos para detener hemorragias, que descubrimos al principio cuando nos enfrentamos a una especie de perros salvajes que serán un dolor de cabeza.
También contamos con agua o bebidas energéticas para nuestra resistencia, pero entre estos elementos también tenemos objetos para resistir la radiación. Uno de los más curiosos es el vodka, que en algunas ocasiones afectará nuestra visión y equilibrio, por lo que se recomienda solo en situaciones controladas.
La ruleta rusa del combate
Estamos ante un juego de disparos, y no hemos mencionado nada de esta mecánica básica, porque todo resulta un reto, pero no en el buen sentido. Contamos con una variedad de armas a corta o larga distancia, enemigos que pueden resistir una cantidad considerable de disparos, lo que contrasta con la escasa munición que conseguimos. Esto lo convierte en un reto interesante.
A esto le añadimos que las armas sufren desgaste, y en situaciones extremas nos daremos cuenta de que no podremos recargarlas o que, después de algunos disparos, se traban, lo que inevitablemente lleva a una muerte segura. Todo esto provoca que no intentemos ser Rambo o John Wick, y debemos cuidar nuestra munición como si de Resident Evil se tratase. Es importante alejarnos de la idea de un juego de disparos frenético, como muchos de los más recientes.
Con las armas, también cambia la velocidad de disparo, la mirilla y, si tenemos un francotirador, debemos respirar profundamente antes de disparar, entre otros detalles. Todo suena muy bien sobre el papel, hasta que la IA decide hacer lo que le plazca.
Cuando el juego lo decide, tenemos enemigos inteligentes, que saben patrullar, crear coberturas o moverse para esquivar los disparos. Lamentablemente, esto no ocurre con frecuencia. Es común que los enemigos tengan animaciones sin sentido, que de estar sentados aparezcan de pie con un cambio de frame, que no sufran daño al recibir disparos, o que tengan una puntería impecable, a veces traspasando paredes.
Esto hace que el juego sea frustrante. Cada misión es una lotería. Una situación similar ocurre con los perros, que siempre están en zonas específicas. Puedes escuchar sus ladridos a lo lejos y ver cómo aparecen de repente para atacarnos. Sus puntos de respawn son interminables, lo que demuestra que la IA no tiene límites. Como en muchos otros títulos de mundo abierto, los enemigos no tienen en cuenta si estás en un lugar seguro o si hay pocos recursos disponibles.
A esperar unas actualizaciones para conocer el verdadero potencial
Sabemos que en PC el juego muestra su mejor cara, lo que es diferente en Xbox. Contamos con un modo de rendimiento y otro de calidad. Es curioso que en el segundo se siente el juego con algo de lag, mientras que en el primero no podemos esperar una tasa de cuadros alta y constante; a medida que hay menos elementos, mejor se comporta.
Los tiempos de carga también son algo a considerar, especialmente cuando nos encontramos en puntos donde podemos morir de manera constante. Tendremos que esperar varios segundos antes de poder reiniciar.
Visualmente, hay momentos sublimes en consolas, con texturas de alta calidad y panorámicas memorables. Durante la noche, el clima también puede ser poco favorable para el personaje, pero espectacular para el desarrollo. Lamentablemente, esto choca con muchas texturas de baja calidad y algunos elementos que pueden aparecer de forma extraña frente a nosotros. Incluso los errores han sido tan grandes que hemos muerto en partes donde no aparecen los enemigos, pero sí nos hacen daño, lo que nos obligó a cargar un punto anterior.
El juego tiene voces en ucraniano e inglés, mientras que los subtítulos se pueden colocar en español latino. El trabajo cumple, toda la información es clara y es una buena adaptación.
Nuestra conclusión con la primera versión que probamos fue que había que esperar un buen rato para que las actualizaciones solucionaran todos los problemas. Sin embargo, viendo que en menos de una semana han logrado corregir tantos errores, y no nos sorprendería pensar que en dos o tres meses tengamos una versión sólida.
Si tienes paciencia y algo de suerte, podrías estar ante una propuesta que, aunque no es novedosa en el papel, sí se siente única en lo que se refiere a lo que pocos se atreven a hacer. S.T.A.L.K.E.R. 2 podría abrir la puerta a más desarrolladores para retomar este género donde la narrativa sea lo principal y no solo las animaciones espectaculares.
Cortesía de Xataka
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