Sale a la luz un espectacular depósito votivo en el Templo R de la antigua colonia griega de Selinunte

Selinunte, una de las polis más importantes de la Magna Grecia, ha vuelto a captar la atención del mundo arqueológico gracias a un hallazgo extraordinario. Durante la más reciente campaña de excavaciones en el corazón de su acrópolis, los arqueólogos han sacado a la luz un impresionante depósito votivo oculto en el adyton del llamado Templo R, el santuario en piedra más antiguo del yacimiento. El descubrimiento, compuesto por más de 300 objetos rituales, arroja nueva luz sobre los cultos femeninos en los primeros tiempos de la ciudad y sobre la configuración simbólica y religiosa del espacio urbano sagrado.

Un santuario entre los más antiguos de la Magna Grecia

Fundada en torno al 628 a. C. por colonos provenientes de la ciudad de Megara Hiblea, Selinunte se erigió como una de las ciudades más prósperas de la Sicilia griega. Situada en la costa suroeste de la isla, su localización estratégica le permitió convertirse rápidamente en un centro de intercambio económico, político y cultural de primer orden.

Uno de los núcleos religiosos más destacados del asentamiento fue su acrópolis, una elevación natural que, ya en las primeras fases de ocupación, acogía diversos templos, altares y espacios sagrados. Según el equipo del proyecto arqueológico de la Università degli Studi di Milano, que colabora desde hace años con el Institute of Fine Arts de la New York University y el Parque Arqueológico de Selinunte, el Templo R constituye el primer templo construido en piedra en la historia de Selinunte y representa el eje en torno al cual se desarrolló el resto del santuario urbano.

El Templo R y su adyton: el corazón del culto más antiguo

Situado en la esquina noreste de la acrópolis y construido en piedra local, el Templo R de Selinunte se considera uno de los edificios sagrados más antiguos de la colonia griega. Representa una fase temprana de la arquitectura dórica en Sicilia (se ha datado en torno al 570 a. C.) y, con probabilidad, estuvo dedicado a una divinidad femenina, como Deméter o Kore. Su estructura, aunque en ruinas, conserva elementos que permiten reconstruir parte de su planta original, incluido el adyton, el espacio más sagrado del santuario. Las características arquitectónicas del templo, así como los recientes hallazgos arqueológicos, subrayan su función como centro de culto fundamental en los primeros años de vida de Selinunte.

Durante la campaña de excavaciones de 2024, dirigida por el arqueólogo Clemente Marconi, los trabajos se concentraron en el área del Templo R. En particular, se excavó el espacio central del edificio, conocido como SAS Y, donde se ha identificado en condiciones extraordinarias de conservación el acceso al adyton.

El adyton estaba reservado a los oficiantes y solía destinarse a albergar la imagen de la divinidad. Constituía, por tanto, el espacio más sagrado del templo. Estaba separado por una barrera que impedía el acceso directo, aunque permitía a los fieles dejar ofrendas sin violar el carácter sacro del recinto interior.

Joven realizando una ofrenda
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto

Un hallazgo sin precedentes: más de 300 objetos votivos

La excepcionalidad del recinto deriva también de un descubrimiento reciente. Los arqueólogos encontraron, bajo el pavimento original del templo y en el fondo del naos, un rico depósito votivo que supera los 300 objetos. Se recuperaron 27 puntas de lanza, algunas de ellas todavía clavadas en el suelo, lo que sugiere un componente ritual relacionado con prácticas de consagración bélica o de protección espiritual. También se encontraron pesos de telar, elementos que podrían estar vinculados a los cultos domésticos y a las actividades femeninas; cerámicas finas e incluso un anillo de plata, que pudo ser ofrecido por una mujer de alto rango como acto devocional.

Este último hallazgo resulta fundamental para comprender el papel de las mujeres en la esfera religiosa de la polis. La presencia de una ofrenda tan valiosa realizada por una mujer indica no solo su alto estatus social, sino también la relevancia de su participación en los rituales del santuario.

Templo R de Selinunte
Templo R. Fuente: Institute of Fine Arts de la Universidad de Nueva York

El culto femenino en Selinunte: Deméter, Kore y las diosas tutelares

A decir de los especialistas, la tipología de los objetos hallados y su contexto ritual apuntan de manera casi inequívoca hacia la existencia de un culto femenino preeminente en los primeros tiempos de la ciudad. Figuras como Deméter y Kore, diosas asociadas a la fertilidad, la renovación cíclica y la protección del hogar, parecen haber sido especialmente veneradas en este espacio.

El hallazgo no solo reafirma las hipótesis planteadas por estudiosos como Dieter Mertens, que ya habían sugerido el carácter fundacional y simbólico del Templo R. También permite reinterpretar las dinámicas religiosas de los primeros colonos, quienes organizaron sus ritualidades en torno a divinidades femeninas como ejes protectores de la comunidad. Como ha explicado el director del parque arqueológico, Felice Crescente, con este descubrimiento se está sacando a la luz el alma más antigua de Selinunte, el espacio en torno al cual se construyó la primera comunidad de la colonia.

Joven en un antiguo templo
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto

Un contexto estratigráfico excepcionalmente conservado

Otro aspecto sobresaliente del hallazgo deriva de la excepcional conservación de la secuencia estratigráfica del área, que se ha mantenido casi intacta desde la fase precolonial hasta la Edad media. Esto ha permitido documentar con precisión las diferentes fases de uso y transformación del santuario urbano, así como identificar un acceso monumental fechado en el siglo V a. C. en la esquina noroeste del templo (zona SAS W).

Implicaciones para la arqueología de la Magna Grecia

Desde un punto de vista metodológico y teórico, este hallazgo tiene un profundo impacto en los estudios sobre la Magna Grecia. Por un lado, ofrece evidencias materiales de los primeros rituales griegos en Occidente. Por otro, permite revisar el papel de las mujeres, los objetos de prestigio y las prácticas simbólicas en las fundaciones coloniales.

La interdisciplinariedad del equipo, que ha reunido a especialistas en arqueología, arquitectura, estratigrafía, análisis de materiales y religión antigua, ha permitido formular una interpretación detallada de los contextos. A medida que prosiga el estudio de los objetos y se profundice en el análisis espacial del Templo R, se espera conseguir una reconstrucción aún más completa del mundo simbólico de los primeros selinuntinos.

Templo E de Selinunte
Templo E de Selinunte. Fuente: Urban/Wikimedia

Un santuario redescubierto

En definitiva, el hallazgo del depósito votivo en el adyton del Templo R no solo representa una de las más significativas evidencias de religiosidad antigua halladas en Selinunte, sino que también reafirma el papel fundacional del santuario en la configuración de la ciudad. Este conjunto excepcional de ofrendas votivas, depositadas bajo el pavimento original del templo, testimonia una práctica ritual estructurada, profundamente vinculada a lo femenino, a la protección y a la legitimación del poder comunitario.

Referencias

Cortesía de Muy Interesante



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