Salud Primaria: La medicina que no vemos, pero que sostiene todo

Seguramente has escuchado —o vivido— el drama que significan las listas de espera y la tardanza para acceder a un especialista en los distintos sistemas de salud. Lo que muchas veces no se ve es que el origen de ese problema está en el nivel más olvidado del sistema: la atención primaria.

El pasado 6 de septiembre, como todos los años, se conmemora el Día Internacional de la Atención Primaria de Salud, recordando la Declaración de Alma-Ata (1978) y su reafirmación en Astana (2018). Más de cuatro décadas después, este nivel sigue siendo subutilizado y subfinanciado, a pesar de ser el más resolutivo, preventivo y costo-efectivo.

¿Qué puede hacer la atención primaria que no hace un hospital?

La atención primaria puede resolver hasta el 80% de las necesidades de salud de una población, según estimaciones ampliamente respaldadas por la OMS y estudios internacionales. Pero su verdadero poder está en evitar que la enfermedad aparezca. Vacunación, control de factores de riesgo, educación sanitaria, seguimiento de enfermedades crónicas y detección precoz son pilares de este nivel.

Como argumenté en una columna sobre Salud Preventiva vs. Curativa, la primera no sólo mejora la calidad de vida, sino que también hace más eficiente el gasto sanitario. Precisamente, estudios publicados en The Lancet Global Health y BMJ demuestran que los sistemas centrados en atención primaria logran mejores resultados poblacionales, mayor equidad y menor gasto per cápita.

¿Por qué recibe tan poco presupuesto?

A pesar de la relevancia de la atención primaria, los países de la OCDE destinan en promedio apenas entre el 13% y el 18% de su presupuesto sanitario a este nivel. En contraste, los niveles de mayor complejidad, como hospitales y atención especializada, absorben entre el 60% y el 70% del gasto total en salud. Esta desproporción no solo genera ineficiencias y sobrecarga en los sistemas, sino que también refleja una lógica reactiva que prioriza la enfermedad avanzada por sobre la prevención y el cuidado continuo. La falta de visibilidad de la atención primaria y factores propios de los sistemas políticos, explican, en gran medida, este desacople, entre la relevancia del sector y su bajo financiamiento.

Reequilibrar esta inversión es clave para construir sistemas más sostenibles, equitativos y centrados en las personas.

¿Quién cuida al que cuida?

El bienestar de los profesionales de la atención primaria es fundamental para la sostenibilidad del sistema de salud. Sin embargo, la escasez de médicos de familia y otros especialistas en este nivel es crítica. Un estudio publicado en JAMA Internal Medicine reveló que, para atender adecuadamente a una población estándar de 2.500 pacientes, un médico de familia necesitaría dedicar 27 horas diarias, los 7 días de la semana. Este dato ilustra la sobrecarga y el carácter insostenible del modelo actual.

A esto se suma que los médicos dedican una parte considerable de su jornada a tareas administrativas, especialmente al uso de registros electrónicos, lo que reduce aún más el tiempo disponible para la atención directa a los pacientes. Si no cuidamos a quienes cuidan, el sistema entero se resiente: el agotamiento profesional y la falta de recursos humanos impactan directamente en la calidad y el acceso a la atención.

Equipos multidisciplinarios: más allá del médico de cabecera

La atención primaria moderna no depende exclusivamente del médico. En diversos sistemas se reconoce el rol de equipos multidisciplinarios que incluyen: enfermeros comunitarios, farmacéuticos clínicos, nutricionistas, psicólogos, trabajadores sociales, entre otros.

En Reino Unido, Australia y Canadá, estos roles están formalizados y cuentan con formación especializada. Plataformas como BMJ Learning ofrecen módulos acreditados para todos estos perfiles, con enfoque en prevención, manejo de enfermedades crónicas y habilidades clínicas.

La IA no reemplaza, pero sí potencia

La inteligencia artificial puede transformar la atención primaria mediante: Apoyo diagnóstico con modelos predictivos, gestión de historias clínicas para reducir carga administrativa, seguimiento remoto de pacientes crónicos, alertas automatizadas para prevención y adherencia terapéutica.

Como desarrollé en la columna Inteligencia Artificial y su Impacto en Salud, estas tecnologías pueden generar ahorros significativos, mejorar la precisión diagnóstica y ampliar el acceso en contextos con recursos limitados. Pero también plantean dilemas éticos y riesgos de sesgos si no se diseñan con equidad desde el origen.

El mito del acceso directo al especialista

En muchos sistemas privados de salud, la atención primaria tiende a desaparecer como puerta de entrada. El acceso directo a especialistas se convierte en el principal “atractivo” de una medicina percibida como de mayor calidad. Pero esto genera una sobreutilización de niveles de mayor complejidad y encarece el sistema privado, además de producir una escases de especialista para el sistema público.

Como analicé recientemente en la columna Cuando el sistema de salud promete, pero no cumple, esta lógica erosiona la confianza en los sistemas públicos y empuja a millones hacia el gasto privado, muchas veces catastrófico.

Modelos privados que sí valoran la atención primaria

En Reino Unido, en el sector privado, algunos planes de salud corporativos han incorporado médicos de cabecera como punto de coordinación. En países nórdicos, el acceso al especialista está mediado por el médico de familia, incluso en seguros privados, lo que permite mantener la lógica de continuidad y prevención.

¿Y ahora qué?

Optimizar el uso de la atención primaria requiere voluntad política, inversión estratégica, formación especializada y adopción ética de tecnologías emergentes. No se trata sólo de mejorar la eficiencia, sino de construir sistemas de salud más humanos, equitativos y sostenibles.

La mejor medicina es la que evita que el paciente llegue al hospital.

Referencias y estudios citados

The Lancet Global Health Commission on Financing Primary Health Care

BMJ – The strength of primary care systems

Health expenditure on primary healthcare: Health at a Glance 2023 | OECD

OMS – Political economy analysis of primary health–oriented reforms

JAMA – Revisiting the Time Needed to Provide Adult Primary Care – PubMed

Journal of General Internal Medicine – The impact of team-based primary care on quality-related healthcare services and access to primary care: Norway’s primary healthcare teams pilot program – ScienceDirect

BMJ Global Health – Artificial intelligence and global health equity

BMJ Family Medicine – Artificial intelligence and health inequities in primary care: a systematic scoping review and framework

JAMA Network Open – Access to Care, Cost of Care, and Satisfaction With Care Among Adults With Private and Public Health Insurance in the US – PubMed

*El autor es experto en políticas públicas en salud, ha trabajado para diversas asociaciones e industria relaciona con estas materias, desempeñándose también a nivel académico.

Cortesía de El Economista



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