Nacida en el seno de una familia noble en 1515, Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada acabaría por convertirse en una de las figuras religiosas más importantes de la península ibérica. Tanto la fundación da la Orden de las Carmelitas Descalzas como sus obras religiosas y el proceso que la llevó a la santidad han dejado una huella profunda en el perfil de la cristiandad. Más de cuatro siglos después de su muerte, un evento ha recuperado su figura. Así, en abril de 2025, el cuerpo incorrupto de Santa Teresa de Jesús se ha expuesto a la veneración pública, tras más de cien años sin mostrarse de forma abierta.
Este acontecimiento ha generado tanto expectación entre los fieles como un renovado interés por la figura de una de las grandes místicas del cristianismo. Santa Teresa de Jesús, escritora y doctora de la Iglesia, es una de las figuras más influyentes del Siglo de Oro español y de la espiritualidad católica universal. Su vida y obra, fruto de una experiencia religiosa intensa y singular, siguen suscitando interés siglos después de su muerte.
La exposición del cuerpo en 2025
El 13 de abril de 2025, la Orden del Carmelo Descalzo anunció de forma oficial que el cuerpo de Santa Teresa de Jesús volvería a exponerse en la iglesia del convento de Alba de Tormes (Salamanca), donde se conserva desde su fallecimiento en 1582. Han pasado más de cien años desde la última vez que el cuerpo se mostró públicamente de forma prolongada. Esti otorga a esta nueva exposición un carácter histórico excepcional.
La decisión de eexponer su cuerpo está motivada por el reconocimiento canónico de la santa que autorizó el Papa Francisco. La exposición de dos semanas, entre el 11 y el 25 de mayo, ha permitido a los fieles y estudiosos contemplar el cuerpo incorrupto de una de las santas más veneradas de la Iglesia católica. El evento ha previsto la organización de una serie de conferencias, actos litúrgicos y actividades culturales dedicadas a su figura y pensamiento.
Por otro lado, también se realizarán labores de limpieza, manutención y restauración del sepulcro y dotras estructuras a él vinculadas. Según informan las autoridades del convento, esta muestra extraordinaria busca reforzar el vínculo entre los fieles y la espiritualidad teresiana, además de permitir a quienes nunca han podido viajar a Alba de Tormes un encuentro directo con los restos de la santa. Se trata de una ocasión singular para revalorizar su legado en un contexto contemporáneo donde el misticismo y la interioridad espiritual adquieren renovada relevancia.

El cuerpo incorrupto: símbolo de santidad
Tras su muerte el 4 de octubre de 1582, el cuerpo de Teresa de Jesús se ha convertido en objeto tanto de veneración como de controversia. El fenómeno de su incorrupción se ha interpretado durante siglos como signo tangible de su santidad, en consonancia con otras figuras místicas de la tradición cristiana. No obstante, su cuerpo también se ha sometido a un proceso de desmembramiento como consecuencia de su supuestas santidad. Así, determinadas paartes como la mano o el corazón, se cortaron para ser llevados y conservados como reliquias en distintos centros religiosos católicos.
La exposición en 2025 permite volver a reflexionar sobre este fenómeno en el marco de la fe, pero también desde una mirada histórica y antropológica. Si su cuerpo incorrupto simboliza la permanencia de su mensaje en el tiempo, la vivencia radical de lo divino y la ruptura de límites entre materia y espíritu que caracterizó su vida, su estudio desde un punto de vista empírico permitirá ahondar en cuestiones de cultura material, religiosidad popular y costumbres funerarias.

Vida y vocación de Teresa de Jesús
Teresa Sánchez de Cepeda y Ahumada nació en Ávila el 28 de marzo de 1515. Miembro de una familia acomodada, desde joven mostró un interés por la vida espiritual, que se reforzó tras leer las vidas de los santos. Además, las crisis de salud que experimentó la llevaron a una vivencia más intensa de la fe. En 1535, ingresó en el convento de las carmelitas de la Encarnación, donde vivió el proceso de conversión interior que marcaría su existencia.
Durante los años siguientes, Teresa sufrió una transformación profunda alimentada por experiencias místicas, visiones y éxtasis que ella misma narraría más tarde con minuciosidad. Su espiritualidad se caracterizó tanto por la búsqueda de una relación directa, íntima y amorosa con Dios, sin intermediarios, como por una vida de oración interior y silencio.
La centralidad del “castillo interior”, imagen con la que describía el alma humana en su camino hacia la unión con Dios, ha convertido su pensamiento en un referente universal de la mística cristiana. Esta concepción se desarrolló en su obra más influyente, Las moradas, escrita en 1577, donde expone con claridad las etapas del crecimiento espiritual.

Reforma del Carmelo y legado literario
Santa Teresa también fue una reformadora decidida y una mujer de acción. En 1562, fundó en Ávila el convento de San José que daría inicio a la reforma del Carmelo que, más tarde, continuaría junto a san Juan de la Cruz. Con ella pretendía devolver a la vida carmelitana su primitivo rigor y recogimiento, a través de la fundación de conventos más austeros y centrados en la oración.
A pesar de las numerosas dificultades institucionales y resistencias internas a las que tuvo que enfrentarse, a lo largo de su vida fundó diecisiete conventos de carmelitas descalzas, . Su firmeza, diplomacia y profunda fe fueron claves para llevar adelante una obra que transformaría la vida religiosa femenina en España.
Su legado literario es inmenso. Además de Las moradas, escribió Camino de perfección, Libro de la vida y Relaciones, todas obras donde la experiencia personal se entrelaza con la reflexión teológica, en un estilo claro, directo y con notables recursos retóricos. Su español se considera uno de los más refinados del siglo XVI, lo que le ha valido el reconocimiento como una de las grandes autoras del Siglo de Oro.

Una Doctora de la Iglesia
En 1970, el papa Pablo VI la proclamó Doctora de la Iglesia. Fue la primera mujer, junto a Santa Catalina de Siena, en recibir tal título. Este reconocimiento no solo subraya la profundidad de su pensamiento teológico y espiritual, sino que también marca un hito en la historia eclesiástica en cuanto al papel de la mujer en la transmisión de la fe. Santa Teresa de Jesús es hoy patrona de los escritores católicos y una referencia ineludible para quienes buscan comprender la mística cristiana. Su figura ha influido tanto a teólogos como a filósofos, psicoanalistas y literatos.
El sentido actual de su mensaje
La exposición de su cuerpo en 2025 permite volver la mirada hacia un legado que no ha perdido vigencia. La reapertura del sepulcro de santa Teresa de Jesús y la exposición de su cuerpo incorrupto constituyen un acto de devoción, pero también una oportunidad para el estudio, la memoria y el reencuentro con una de las figuras más relevantes de la espiritualidad occidental. Lejos de ser una religiosa retirada del mundo, Teresa de Ávila fue una mujer que rompió moldes y desbordó los márgenes que le imponía su tiempo al proponer un modelo de espiritualidad personal y sin intermediarios.
Referencias
- 2025. “Exposición pública de santa Teresa de Jesús”. Madres carmelitas descalzas Alba de Tormes. URL: https://carmelitasalba.org/exposicion-publica-de-santa-teresa-de-jesus/
- Balltondre, Mónica. 2012. Éxtasis y visiones: la experiencia contemplativa de Teresa de Ávila. Erasmus Ediciones.
- Pérez, Joseph. 2007. Teresa de Ávila y la España de su tiempo. Edaf.
Cortesía de Muy Interesante
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