Veinte años atrás, cuando el grupo Él Mató A Un Policía Motorizado daba sus primeros pasos en la escena indie de La Plata, nadie podía imaginar dos cosas que suceden actualmente.
Por un lado, que su rock alternativo se convertiría en masivo, llenando teatros y estadios, encabezando festivales y recorriendo toda Hispanoamérica con largas giras.
Por otra parte, que su líder Santiago Motorizado Barrionuevo lograría un éxito tras otro en duetos con todo tipo de artistas, desde raperos como Dillom y Wos hasta rockeros como Palo Pandolfo, Vicentico, Guasones, Massacre y Bestia Bebé. También con una variedad de cantantes femeninas como Malena Villa, Javiera Mena, Natalie Pérez, Blair, Lara 91k, Nina Suárez y Juana Rozas.
La mayor sorpresa fue aún más inesperada: en el programa FA! que conduce Mex Urtizberea hizo una versión del tema No podrás de Cristian Castro, y se viralizó hasta llegar a 21 millones de reproducciones de YouTube.
Signo de los tiempos
Durante las primeras décadas del rock argentino, salvo contadas excepciones, era inusual colaborar con otros artistas y hacer duetos. Recién en estos últimos años el mundo de la música latina y el trap demostraron que la unión de artistas de diferentes estilos podían multiplicar su llegada a otros públicos y mercados, algo que el rock aprendió rápidamente.
En este contexto, la expresiva y emotiva voz de Santi Motorizado resultó ideal para todo tipo de canciones y comenzó a ser requerido por todo tipo de artistas. “Es algo que realmente me gusta hacer”, dice en una charla con Clarín en su casa. “Alguna vez no acepté porque no encontré conexión real con lo que estaba sucediendo, pero en general siento que hay algo más que nos une y nos lleva a compartir ese momento musical”.
Como broma, cuenta que hace poco estuvo con Vicentico y se desafiaron a ver quién tenía más colaboraciones. Resultó ser Santi. “Yo decía que era él, ¡pero nos pusimos a contar y le pasé el trapo!”, se ríe. Menciona con especial cariño lo que hizo con Juana Rozas, Massacre y Javiera Mena (“Fue un sueño que se pudo cumplir después de mucho tiempo”).
-También hiciste grabaciones como la Portal Session con Dillom, producida por Ale Kurz y Matias Woloski en Punta del Este.
-Sí. También son colaboraciones, es verdad. Pero ésa fue como una experiencia en vivo compartida en forma de sesión visual o filmada.
-Varias veces te hacés tiempo para ir a la presentación en vivo del tema, como ocurrió con Evlay y Wos en Niceto.
-Sí. Me gusta y cuando puedo voy. A unas pocas no pude ir nomás, pero siempre estamos a tiempo de hacerlo. Por ejemplo el tema con Shaman, que es un artista que nos produjo los primeros discos y nunca lo pude cantar en vivo, o la canción con Lara91k, que me invitó varias veces pero no se dieron los tiempos.
-¿Te acordás cuál fue la primera colaboración? Quizás con artistas de La Plata.
-No me acuerdo que haya sido con alguien de La Plata. Una de las primeras colaboraciones que tuvo muchas escuchas fue Morbo y Mambo, que luego me invitaron a cantar en vivo y me gustó mucho. Me divierte mucho cuando me invitan a lugares donde a priori pareciera que no encajo tanto.
Me sorprendió cuando Lara me confesó que era muy fan de El Mató, porque no me esperaba. Después te das cuenta que todo te puede generar una influencia, por más que tu camino estéticamente no sea tan parecido.
-Un verdadero hito fue el tema de Cristian Castro en FA!.
-¡Total! Eso también fue inesperado, porque era ir a tocar a lo de Mex, que hacía unas sesiones que incluso no eran tan conocidas en ese momento. Fui a grabar y no le dimos mucha bola, al punto que todos los artistas hacían varias tomas y yo hice una sola. La verdad que quedó muy bien y generó mucha repercusión. Fue muy impresionante y me sorprendió.
-¿Lo hacés en vivo?
-Con El Mató no, porque es como parte de este universo solista. No lo ensayamos con la banda ni nada, porque lo que hago muchas veces es poner el karaoke del tema en el celular, lo acerco al micrófono y canto arriba. Eso me parece simpático.
-¿Con quién te gustaría grabar que todavía no te llamó?
-Me encantaría con Andrés Calamaro. Me invitó muchas veces a cantar en vivo, pero no pude ir por temas de agenda. Me acuerdo que teníamos un día libre con El Mató en México y pensé en tomarme un avión al Movistar de Calamaro y enseguida volver a México, pero no daban los horarios. Ojalá algún día lo podamos hacer, porque la verdad que siempre fue muy generoso y cariñoso conmigo. Sería cumplir ese sueño.
-¿Y alguien más inesperado, tipo Valeria Lynch?
-¡Me gusta esa pregunta! Yo soy muy fan de una banda española que se llama La Casa Azul, una especie de Miranda! español, ponele.
Una pausa como solista
En el medio de la agitada agenda de giras de El Mató A Un Policía Motorizado, Santi logró concretar el viejo proyecto de un disco solista que en broma tituló El retorno, nombre insólito para un debut. El trabajo en realidad arrancó con unas sesiones a fines de 2016, luego pasaron varios años hasta armar otra etapa de grabación en 2021 y recién se terminó de armar en 2024 en el famoso estudio Sonic Ranch, en Texas.
Con semejante línea de tiempo, algunas de las canciones tienen su origen hace más de una década, cuando Santiago comenzaba a experimentar con un mundo sonoro más pop y romántico, en paralelo a la evolución rockera de El Mató.
Muchos de esos temas circularon entre amigos por MSN y más tarde terminaron filtrándose en redes sociales e Internet, convirtiéndose en favoritos de sus fans. Ahora renacen con arreglos renovados y una banda completa que comenzará a dar shows en agosto y llegará el 4 de septiembre al Gran Rex.
-Parecía que hacer este disco fue un impulso, pero en realidad estuvo planeado una y otra vez, hasta que se hizo.
-¡Pasó de todo! Comencé en diciembre de 2016 y enero de 2017, pero un mes después fuimos con El Mató a Sony Ranch a grabar La síntesis O’konor, que fue el disco que más repercusión tuvo y cambió un montón la dinámica de la banda. Empezamos a girar mucho y la verdad que esa grabación solista empezó a quedar muy en segundo plano.
Recién volví a escuchar todo cuando arrancó la pandemia, pero no me gustó para nada la producción. Es el río que uno corre cuando deja pasar mucho tiempo. Entonces hice algo totalmente diferente en Romaphonic y me encantó, pero cuando volvimos de la pandemia hicimos la gira más extensa en la historia de El Mató, con unos 90 shows en 2022, así que volví a postergar esa gracia hasta el año pasado.

-¿Cómo diferenciás en las letras si un tema es para algo solista o para el grupo?
-Por más que una canción hable de algo íntimo, cuando escribo para El Mató siempre pienso que va a representar a todos los miembros, y la terminamos todos juntos. En cambio acá como solista me salgo totalmente de ese camino. Lo que noté, aunque no fue muy planeado, es que se fue armando algo que tiene mucho humor e ironía. Es más directo. Me encantan las dos experiencias, y no es que un camino sea mejor que el otro.
-El video de La revolución consigue relacionar una historia de amor, la frase “Con mi fusil yo voy a cambiar Todas esas cosas que a este mundo le hacen mal”, el regreso de Maradona a la Selección en 1993 y la vez que disparó a la prensa. ¿Cómo surgió?
-La verdad es que la canción nació sin pensar en Maradona. Estaba la idea de la revolución y un personaje que quiere llamar la atención de una persona que ama. La idea en un momento hizo clic porque a veces pienso mucho en el programa La noche del Diez, cuando él hacía el juego de querer reconquistar a Claudia. Y tiene mucho que ver lo del fusil y el día que empezó a tirar con un aire comprimido. Yo me enamoré de Maradona cuando volvió a la Selección y todo era muy Rocky porque veníamos de la catástrofe total de perder 5-0 con Colombia. (se emociona y contiene las lágrimas) ¡Cada vez que estaba editando el video me largaba a llorar!
Un éxito inesperado
Él Mató a un Policía Motorizado se formó en 2003 en La Plata, que según Santi era.”un área humilde, de clase trabajadora en la periferia, en Villa Elvira, con recursos muy limitados. Todo lo que teníamos era prestado y con el tiempo pudimos comprar nuestra primera guitarra y equipo de amplificadores”.

“Cuando arrancamos -agrega- jamás pensamos lo que iba a pasar, ni teníamos la ambición de que pase. Era juntarnos para perder el tiempo tocando música, que era lo que más nos gustaba hacer. Eso nos fue llevando a una aventura donde fueron sucediendo cosas, y ahí sí todos los miembros de la banda empezamos a animarnos a ir más allá. El pulso y las ganas de viajar y sentir ese espíritu aventurero de los primeros días sigue presente, así que lo que está pasando es increíble”.
Paso a paso, disco a disco, el grupo pasó de ser un éxito de culto a ser una banda realmente masiva y popular, que jamás se queja del cansancio, los aviones, las combis ni los tiempos de espera. Parecen disfrutar y agradecer cada instante.
-¿Se viene una gira solista, entonces?
-Sí. Con El Mató sacamos Superterror en 2023, pasaron dos años y ya lo presentamos en todas partes, así que estamos tocando un poquito menos. Entonces queda un poquito más de espacio para hacer la presentación de este disco, que va a ser también muy extensa. Vamos a recorrer Latinoamérica, Argentina, Estados Unidos y Europa. Incluso quizás vaya un continente nuevo al que nunca fui. Por suerte no tengo problemas con viajar. Me encanta, no soy de extrañar y no tengo hijos, nada.
-¿Qué hacés después de un show cuando estás de gira?
-Antes terminaba un show y me iba enseguida al hotel. ¡Muchos años hice eso! Sin mala onda, pero no hacía nada ni charlaba con nadie. No me interesaba nada más que el pico de estar arriba del escenario cantando. Después me arrepentí de eso porque con la pandemia me di cuenta que está bueno ir a tomar un trago a un bar con mis amigos. Entonces empecé a hacer todo lo contrario y lo disfruté un montón. Es parte del sentido de la vida, como una energía te lleva a ir por más aventuras.
Cortesía de Clarín
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