Seguro contra sismos en hipotecas: la cláusula que puede dejarte sin vivienda

Si tienes un crédito hipotecario o estás a punto de obtener uno, es importante poner atención a las letras chiquitas del seguro contra sismos que forma parte de tu plan de financiamiento. Con ello no sólo evitarás futuros dolores de cabeza, también un impacto negativo en tu cartera en caso de un desafortunado siniestro.

Año con año se otorgan miles de hipotecas en el país, pero pocas personas ponen atención a las condiciones de su póliza por desconocimiento, falta de información o porque simplemente lo pasan por alto.

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Tan sólo el último año se otorgaron 467,400 créditos para vivienda nueva o usada, entre Infonavit, Fovissste y la banca, por un monto promedio de 1.09 millones de pesos, según el estudio “Situación Inmobiliaria México”, de BBVA.

Carlos Jiménez, director de Daños y Atomóviles en la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), lamenta que sólo 6.5% de los hogares -en promedio- tenga una cobertura contra sismos de manera voluntaria y 19% la contrató de forma obligatoria a través de su crédito hipotecario; es decir, apenas una de cada cuatro viviendas del país está protegida.

“En un país donde los sismos son una constante en buena parte del territorio, proteger nuestro hogar con un seguro adecuado no solo es una decisión financiera inteligente, sino también un acto de responsabilidad hacia nosotros y nuestros seres queridos”, señala Javier Cercas, director de Operaciones de Daños de HDI.

¿Qué debo revisar?

El primer paso es verificar si cuento o no con el seguro contra terremotos y erupción volcánica.

El segundo punto es ver qué me protege, si el monto insoluto del financiamiento (adeudo que se tenga al momento de un siniestro) o la vivienda. Jiménez asegura que lo ideal es que la aseguradora cubra hasta el valor total del inmueble, para evitar las mayores pérdidas posibles.

Por ejemplo, ¿qué pasa si una persona tiene una hipoteca con valor de dos millones de pesos, de los cuales sólo resta 200,000 pesos al banco? Si ocurre un desafortunado siniestro y su póliza sólo protege el saldo insoluto de su crédito, la aseguradora sólo cubrirá 200,000 pesos (menos deducible y coaseguro) y el dueño del inmueble tendrá una pérdida de al menos 1.8 millones de pesos.

Lo visto en el 19S de 2017

Este tipo de casos surgieron con los sismos de ese año, lo cual generó mucha inconformidad entre la gente.

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) hizo un análisis sobre el papel de las aseguradoras tras los terremotos de septiembre de 2017.

El seguro de daños funciona de manera ineficiente, aún si se considera como un seguro del saldo insoluto”, concluyó en su estudio. Y es que, dijo, en 13 de los 20 casos que analizó, el seguro no cubría ni el100% del saldo de los créditos y el usuario perdía el enganche, los pagos realizados y su propiedad.

Por ello, exhortó a que el replanteamiento de las pólizas debe igualar, como mínimo, la suma asegurada al monto del crédito; asimismo, para que funcione como un seguro de daños, esta suma también debe ser suficiente para liquidar el crédito, recuperar el enganche y las mensualidades pagadas.

En ese sentido, Jimenez comentó que “por eso siempre es importante que en un crédito hipotecario aseguremos lo que sea más grande, el crédito o el valor de la casa”. Al principio, acota, es probable que sea más grande el financiamiento y al final, la propiedad.

Por ellos se deben tener en cuenta dos cosas: revisar la suma asegurada cada año a fin de que se vaya actualizando, o bien, verificar que la póliza establezca que se va a cubrir lo que sea más grande en el momento del siniestro: el valor de la casa o la hipoteca.

Otras opciones

Si ya tienes el crédito y no revisaste las letras chiquitas, existen algunas acciones que puedes llevar a cabo para estar bien protegido.

Si el contrato actual sólo cubre el saldo insoluto del financiamiento, hay dos opciones. La primera es cambiar la póliza: “le digo a la aseguradora, sabes qué, voy a querer que me cubras no sólo el crédito, también el valor de la casa, te hacen un ajuste, evalúan el tamaño del riesgo y te dan un endoso para cubrirlo”.

La segunda es comprar un segundo seguro o un complemento del que ya tienes. Éste es para cubrir el valor por encima del crédito y hasta el valor de la casa.

“Así tienes protegido el crédito, porque -al final del día- le debes ese dinero a una institución financiera y, entonces, no vaya a pasar que (lamentablemente) te quedes sin financiamiento y sin casa”, comenta Jiménez.

¿Tienes dudas? Escribe a [email protected]

Cortesía de El Economista



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