El frágil acuerdo de tregua en Gaza, anunciado con gran expectativa el miércoles, se tambalea apenas horas después de ser proclamado ambos países. Israel acusó este jueves a Hamás de generar una “crisis de último minuto”, cuestionando la viabilidad de un pacto que busca poner fin a más de 15 meses de un conflicto devastador. Mientras que desde Gaza se denuncian graves bombardeos que dejaron más de 70 muertos.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, emitió un comunicado acusando a Hamás de incumplir partes esenciales del acuerdo en un intento por lograr “concesiones de último minuto”.
Este aparente retroceso ha paralizado el proceso de aprobación por parte del gabinete de seguridad israelí, que condicionó su reunión a la aceptación de todos los puntos del pacto por parte de Hamás.
Mientras tanto, los enfrentamientos en el terreno no han cesado. La Defensa Civil de Gaza denunció que, desde el anuncio de la tregua, los bombardeos israelíes han causado la muerte de al menos 73 personas, entre ellas 20 niños y 25 mujeres, además de dejar a 230 heridos. “Los bombardeos continúan incluso tras el anuncio del alto el fuego”, afirmó Mahmud Basal, portavoz de la organización.
El acuerdo, mediado por Catar, Egipto y Estados Unidos, fue presentado como un avance significativo tras más de un año de negociaciones estancadas. La primera fase, prevista para comenzar el domingo, contempla una tregua inicial, la liberación de 33 rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos, y la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, un territorio devastado por los continuos enfrentamientos.
En sus siguientes fases, el pacto prevé un intercambio más amplio de rehenes y presos, además de la búsqueda de mecanismos de control y vigilancia del territorio para garantizar una mayor estabilidad en la región. Sin embargo, las diferencias entre las partes y las tensiones internas para aceptar los acuerdos en Israel han complicado la implementación de estas medidas.
Por un lado, Hamás exige garantías de que Israel sí cumpla con los términos pactados, especialmente con la retirada. Mientras que Israel insiste en que no aceptará cambios de última hora que alteren los elementos fundamentales del acuerdo.
Las negociaciones se aceleraron en los días previos al traspaso de poder en la Casa Blanca, donde Donald Trump asumirá la presidencia el próximo lunes. El republicano, se ha adjudicado el triunfo y expertos confirmaron que se trata de un logro adportas de su llegada.
Trump, conocido por sus posturas inflexibles en materia de política exterior, ha dejado entrever que su administración buscará abordar la situación en Gaza de manera distinta a la de su predecesor, Joe Biden, y aseguró en sus redes que el cese se logró gracias a las bajas que se dieron en noviembre del 2024.
La presión por concretar el acuerdo antes de la transición presidencial ha llevado a los mediadores a intensificar los esfuerzos, pero la falta de consenso entre las partes amenaza con desmoronar los avances logrados.
Mientras las bombas continúan cayendo en Gaza, el acuerdo de tregua permanece en un limbo. Las tensiones junto con la incertidumbre sobre el futuro político de la región, mantienen el escenario sumamente frágil.
En Gaza, los ciudadanos han salido a las calles a celebrar el acuerdo, pero enfrentan una crisis humanitaria agravada, con miles de desplazados, heridos y una infraestructura casi en ruinas que hace los recursos cada vez más escasos. En Israel, aunque se tiene la “bendición” de Trump para sacar adelante el cese, las divisiones internas mantienen el limbo sobre los siguientes pasos del acuerdo.
Cortesía de El Colombiano
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