
La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que el gobierno de México mantiene una mesa técnica de trabajo con Estados Unidos para cumplir con el Tratado de Aguas de 1944 y avanzar en la solución a la contaminación que históricamente ha afectado la zona de Tijuana y el Pacífico.
Durante la conferencia de prensa matutina del Ejecutivo federal de este jueves, 11 de diciembre, la mandataria mexicana aclaró que las reuniones con autoridades estadounidenses estaban programadas desde antes de la reciente publicación del expresidente Donald Trump, quien exigió que México atendiera “inmediatamente” sus problemas de agua y drenaje.
Te puede interesar
“Ya hay un primer acuerdo que se firmó con el expresidente López Obrador” explicó Sheinbaum Pardo, al detallar que este derivó en la construcción de una planta de tratamiento operada por ingenieros militares y que actualmente funciona.
Además, informó que recientemente se estableció un segundo entendimiento entre la secretaria Alicia Bárcenas y el titular de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, tras una visita a Tijuana.
La titular del Ejecutivo federal señaló que, en este nuevo esquema, Estados Unidos debe ampliar una planta de tratamiento en San Diego, California, mientras que México realizará obras adicionales a partir del próximo año, como la construcción de colectores y la ampliación de la planta existente. Indicó que el objetivo es detener los vertimientos de aguas residuales al océano, un problema que persistió durante años.
Sobre el mensaje de Donald Trump, en donde aseguró que México debe atender “de inmediato” lo que calificó como un problema de “agua y alcantarillado”, pues es “una verdadera amenaza para el pueblo de Texas, California y EU”, la presidenta sostuvo que “a lo mejor no estaba suficientemente informado” y aseguró que la mesa de trabajo binacional no se inició en respuesta a esa publicación.
Te puede interesar
La primera mandataria también respondió a la exigencia de Trump de actuar “inmediatamente”. “Hay que ver qué quisiera inmediatamente. Si tienes un ducto de cierto diámetro, por más agua que tuvieras no puede salir más agua por ese ducto”, dijo, al subrayar que la negociación es estrictamente técnica y se basa en límites físicos, disponibilidad hídrica y en no afectar el consumo humano ni a los agricultores mexicanos.
Sheinbaum Pardo recordó que la falta de cumplimiento en el quinquenio previo no obedeció a una decisión política, sino a la sequía: “No es porque México no quisiera… sino porque hubo sequía, porque no había agua”. Precisó que el tratado contempla la posibilidad de regularizar entregas en los siguientes cinco años y que 2025 registró más lluvia que los años anteriores, lo que permitirá avanzar en el cumplimiento.
Cortesía de El Economista
Dejanos un comentario: