El aceite de oliva es el primo fresa, con dinero y el último iPhone de los aceites convencionales y la manteca. Por definición, podemos decir que el aceite de oliva es un aceite vegetal que se obtiene mediante un proceso de extracción en frío de las aceitunas, fruto de los olivos. Esto se debe a que casi la tercera parte de la pulpa de estas frutas es aceite.
Es muy común que su uso lo hayas visto, o incluso usado, en comidas consideradas saludables o en platillos de alta cocina. La realidad es que sus usos van más allá de eso, y podemos utilizarlo en platillos convencionales como tacos dorados o para freír pechugas, aunque con algunas limitaciones. Además, tiene otros usos en casa debido a sus propiedades.
Qué usos le podemos dar al aceite de oliva
La elaboración del aceite de oliva comienza con la recolección de las aceitunas; continúa con la selección de las aceitunas en las almazaras, donde se separan los frutos dañados de los maduros; luego, se realiza la limpieza y el lavado para eliminar restos de polvo, hojas o piedras; después, la molturación, es decir, el proceso en el que las aceitunas son molidas y trituradas; sigue el batido, donde se obtiene la pasta; posteriormente, el centrifugado, en el que la pasta se separa del aceite, el agua y el orujo; y, finalmente, con estos elementos separados, se procede a envasar y etiquetar cada producto.
Este proceso de producción vuelve al aceite de oliva rico en antioxidantes, ácidos grasos esenciales y vitaminas como la E, lo que lo convierte en un producto multifuncional. Desde la antigüedad, era utilizado no solo como alimento, sino como parte de la belleza, las medicinas e incluso la fabricación de herramientas. Hoy en día, la ciencia ha refutado y respaldado muchos de esos usos, descubriendo incluso aplicaciones como:
- Limpiador de metales: Así como en la antigüedad, el aceite de oliva puede devolver el brillo a objetos metálicos, como cubiertos o joyas.
- Protector de madera: Los utensilios de madera que tenemos en la cocina, como cucharas o tablas de cortar, pueden secarse y agrietarse con el tiempo; pero si los frotas con aceite de oliva, ayudarás a mantenerlos hidratados y a prolongar su vida útil.
- Lubricante de bisagras: Si viertes un poco de aceite de oliva en muebles y bisagras chirriantes, las lubricarás temporalmente para que dejen de hacer ese sonido.
- Ayuda en el mantenimiento de la ropa: El aceite de oliva es recomendable para cuidar, tratar y mantener los productos de cuero o piel. Bastará con aplicarlo directamente sobre el producto, preferiblemente con un paño suave, para que tus prendas recobren la flexibilidad y el brillo que tenían al principio.
- Cuidado de tus mascotas: Debido a las propiedades del aceite de oliva, puede ser beneficioso para mejorar la salud de la piel y el pelaje de tus mascotas. Sin embargo, antes de decidir qué cantidad mezclar con el alimento, deberás consultar a tu veterinario.
Cortesía de Xataka
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