Siempre los ofrecen en las gasolinerías, pero pocos saben para qué sirven los aditivos y si es recomendable usarlos en nuestro auto

Cargar gasolina puede ser una rutina aburrida hasta que el despachador te ofrece un aditivo para mejorar el rendimiento del motor. Suena bien, pero ¿realmente lo necesitas? Los aditivos son compuestos químicos diseñados para limpiar inyectores, mejorar la combustión y reducir depósitos de carbón en el motor. Empresas petroleras, mecánicos y vendedores en gasolinerías suelen recomendarlos, pero no todos cumplen lo que prometen. Entonces, ¿vale la pena pagarlos o es solo una estrategia para hacerte gastar más?

El funcionamiento de estos aditivos depende de su composición. Algunos contienen detergentes que eliminan residuos en los inyectores de combustible, mientras que otros tienen octanaje mejorado para motores de alto desempeño. También existen fórmulas que evitan la acumulación de agua en el tanque, algo útil en climas húmedos. Su aplicación es sencilla: se vierten en el tanque antes o después de cargar gasolina. Sin embargo, no todos los motores necesitan un aditivo, especialmente si usas combustible de buena calidad.

¿Por qué los venden si los combustibles ya tienen aditivos? Esa es la gran pregunta. Las gasolinas comerciales incluyen detergentes y estabilizadores que cumplen funciones similares. Sin embargo, algunos autos con más kilómetros pueden beneficiarse de una limpieza extra en el sistema de inyección. También es útil en motores turbo y automóviles reprogramados para tener un mayor potencia, esto con la intención de evitar detonaciones en falso.

La clave está en leer el manual del propietario y usar aditivos recomendados por la marca. De lo contrario, podrías estar gastando en algo innecesario. Muchos conductores caen en la trampa de los milagros instantáneos. Frases como “te dará más potencia” o “ahorrarás gasolina” suenan tentadoras, pero en la mayoría de los casos, los cambios son imperceptibles. Un buen mantenimiento, el uso de aceites adecuados y cargar gasolina de calidad hacen más por el motor que un aditivo.

Sin embargo, si notas pérdida de rendimiento o combustión irregular, usar un aditivo sí puede ser útil. El mercado está lleno de opciones. Desde fórmulas genéricas hasta productos de marcas reconocidas como la alemana Liqui Moly. Algunos funcionan, otros no. La mejor recomendación es no dejarse llevar por la presión del vendedor. Investigar antes de comprar y entender las necesidades del motor es clave. En algunos casos, un simple cambio de filtro de gasolina puede solucionar más problemas que cualquier botella de aditivo.

familia de aditivos Liqui Moly.

¿Qué son los octanos y para qué sirven en la gasolina?

El número de octanos en la gasolina mide su resistencia a la detonación dentro del motor. En términos simples, indica qué tan bien soporta la compresión antes de encenderse de forma espontánea. Un combustible con más octanos es menos propenso a generar combustión prematura o golpeteos, un fenómeno que puede dañar componentes internos del motor. En la mayoría de los autos, la gasolina regular (87 octanos en México) es suficiente. Sin embargo, los motores de alto desempeño o con turbo suelen requerir gasolina premium con mayor octanaje para operar de forma eficiente.

El uso del octanaje correcto evita problemas de rendimiento y protege el motor a largo plazo. Aunque algunos vendedores aseguran que una gasolina con más octanos mejora el desempeño de cualquier auto, esto no es cierto. Un motor diseñado para funcionar con gasolina regular no obtendrá beneficios adicionales al usar premium. En cambio, un motor de alto desempeño sí puede sufrir daños si usa un combustible con menor octanaje del recomendado. Por eso, la mejor práctica es seguir las especificaciones del fabricante y no dejarse llevar por mitos sobre “más potencia” o “mayor eficiencia” sin fundamentos técnicos.

Cortesía de Xataka



Dejanos un comentario: