
La alarma sísmica en México provoca nervios y estrés para algunas personas, debido a que se lo relacionan con los acontecimientos ocurridos durante el 19 de septiembre de 2017 y 1985. Por ello, el pánico o nerviosismo en los colaboradores durante los simulacros requieren atención y los jefes pueden brindarla.
En este sentido, cuando el simulacro ocurre dentro de la empresa, los jefes también deben involucrarse para que sus equipos mantengan la calma. “La comunicación en estos casos tiene que ser breve, precisa e informada”, comenta David Pons, fundador de Neolíderes.
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Por otra parte, la preparación de un jefe puede prevenir más accidentes cuando el desastre natural acaba de ocurrir. Esto se debe a que el panorama provoca un desgaste emocional y físico, que conlleva a que las personas puedan tomar acciones incorrectas, de acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Incomodidad durante los simulacros
Implementar los simulacros ayuda a saber cómo actuar correctamente en casos de sismos; sin embargo, para algunas personas les resulta incómodo la alarma y aunque se trata de una medida de prevención, las reacciones pueden escalar al estrés o nerviosismo.
David Pons puntualiza que los colaboradores necesitan acompañamiento en estos casos por parte de sus jefes y, por lo tanto, la empatía y la escucha activa son importantes.
Hay gente que se pone nerviosa y necesita a alguien que los apoye en ese momento. Entonces hay que conversar para entender cómo se sentirían más cómodos y que como líder puedas anticiparte con cada persona de tu equipo”.
5 puntos claves para los jefes
Aunque los simulacros es una medida preventiva, no debe restarse importancia, debido a que, en los primeros ocho meses de este año, en México se han detectado más de 21,000 sismos, de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), gestionado por la UNAM.
De manera que, para un jefe, emplear el liderazgo ante simulacros es ideal para conocer más a los colaboradores y saber cómo actuar con personas que son muy nerviosas o necesitan acompañamiento. Por ello, estos son cinco puntos claves para prepararse.
1. Fortalecer la inteligencia emocional: Mantener la calma suele parecer fácil, pero en la práctica, es común dejarse llevar por la emoción. Ante esto, un jefe debe mantenerse firme y no provocar el pánico, ya que esto puede contagiar a los colaboradores.
“Esto tiene que ver con la autoconciencia emocional, es decir, conocer mis emociones cuando surge este tipo de situaciones como un sismo, porque el día que suceda algo, lo primero que tengo que hacer es buscar la calma”.
2. Concientizar sobre la situación: Se recomienda reforzar la importancia de los simulacros, sobre todo en las personas más jóvenes, para prepararlos ante una situación real, de acuerdo con Computrabajo.
3. Conocer los protocolos: Entre mayormente los colaboradores estén informados sobre los protocolos en caso de alguna eventualidad, mejor podrán actuar.
Además, cuando los colaboradores ven que su jefe se involucra, genera un impacto positivo, ya que lo verán como una persona de apoyo en la que se puede confiar.
4. Utilizar palabras motivadoras: Emplear un lenguaje motivador como “tu preparación salva vidas”, ayuda a conectar de una mejor manera ante el simulacro, señala Computrabajo.
5. Hablar sobre el tema: Debido a que no todos actúan de la misma manera, es importante que los jefes conozcan a sus equipos. Esto ayuda a identificar a las personas que se sienten nerviosas o pueden entrar en pánico, incluso durante los simulacros, y con ello, darles el acompañamiento que necesitan.
“Hay que abrir una conversación con los equipos, puede ser a nivel individual y preguntar cómo se sienten las personas ante esas situaciones”, comenta David Pons.
Cortesía de El Economista
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