Slots: ¿pero qué necesidad?

Desde que, en 2013, las autoridades del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) declararon saturada esta terminal aérea, se dijo que era muy importante establecer reglas de operación de slots para hacerlas compatibles con las del resto del mundo y evitar discrecionalidades, traslapes, inconformidades y demás.

FERIA DE SAN FRANCISCO

Después de doce años y muchos descalabros, pérdidas y hasta pleitos, el pasado viernes se publicó el Reglamento de la Ley de Aeropuertos que, más o menos, es compatible con las reglas de IATA para asignación de slots, las WASG o Directrices Mundiales sobre Slots Aeroportuarios y que, créase o no, fueron la primera propuesta en tal sentido que se hizo a la entonces Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, sin mayor éxito.

En el camino hubo hasta denuncias y un caso de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) para proponer…. Si, claro, que se hicieran ¡unas reglas de operación y gestión de slots con estándares internacioneles!

Desconocemos las razones para no haber adoptado desde entonces las reglas IATA, pero en el camino vino la cancelación del proyecto aeroportuario de Texcoco y la construcción del Felipe Ángeles (AIFA), y por decreto se enviaron a las aerolíneas exclusivas de carga a ese aeropuerto en tiempo récord y sin apenas consulta, y a los operadores de vuelos comerciales se les quiso “inducir” para llenar los espacios del AIFA limitando los slots del AICM hasta en un 30%.

El resultado, como se dijo desde ese entonces, fue un desastre. En primer lugar, porque en sus inicios, el AIFA no contaba con toda la infraestructura que requerían las empresas cargueras para operar de manera eficiente. No existía (ni existe hasta la fecha) una vía dedicada entre el AICM y el AIFA que permitiera consolidar la carga de una manera más eficiente (por ahora siguen trasladando la carga entre un aeropuerto y otro por las vías normales que suelen tener muchos problemas de tráfico, atascos e infraestructura defectuosa) y los costos asociados a estos traslados repercuten directamente en el consumidor, pues encarecen el servicio.

Y la segunda decisión, el limitar en 30% la oferta de slots en el AICM para los vuelos comerciales regulares, ha logrado no sólo estrangular a la conectividad sino presionar aún más las debilitadas finanzas del AICM, de por sí forzadas por los compromisos de pago de bonos que se colocaron para construir Texcoco ligados a la Tarifa de Uso Aeroportuario de la terminal capitalina.

La decisión del Departamento de Transporte (DOT) de Estados Unidos de sancionar a México por estas decisiones, ya comentadas en entregas anteriores, ha logrado que las actuales autoridades comprendan que la operación de los aeropuertos tiene una lógica y está sujeta a normas internacionales concatenadas con los acuerdos bilaterales. O sea, responden a acuerdos globales que permiten la armónica convivencia con las aerolíneas de los países con los que tenemos acuerdos bilaterales de aviación.

Es una buena noticia el que se haya publicado el nuevo Reglamento, pero esperar 12 años para hacer lo que ya era lógico, parece un exceso. Ojalá que con ello y la devolución de slots a aerolíneas de EU, se logre regresar a un bilateral en paz. Aunque la carga no se ha resuelto.

OBRAS DE INFRAESTRUCTURA HIDALGO

Cortesía de El Economista



Dejanos un comentario: